Recomiendan priorizar aprendizajes, especialmente en matemáticas, y mayor supervisión en las escuelas
A l evaluar el desempeño del sistema educativo al término del año, las notas exhibidas en los indicadores de calidad demuestran que la educación dominicana deberá ir a “completivo” hasta aprobar las materias pendientes.
Este 2023 se va con una mochila cargada de cuestionamientos sobre la adecuada utilización de un presupuesto de miles de millones de pesos que todavía no logra satisfacer las necesidades básicas en los planteles escolares, pero tampoco impactar de manera significativa en el aprendizaje de los estudiantes.
Fue un año de desafíos, permeado por manifestaciones de violencia expresadas en las aulas, lugares orientados a proporcionar un ambiente de seguridad para la sana formación de niños y adolescentes.
En el ítem de aprendizaje se muestra una mejoría en materias básicas en comparación con años anteriores, pero en términos absolutos, el país todavía se encuentra por debajo del promedio de América Latina. Una implementación que tuvo lugar este año, y que concita el reconocimiento de diferentes sectores, es la puesta en marcha del transporte escolar, que tiene el reto de expandirse y demostrar su eficacia.
La ADP afirma que autoridades educativas reprobaron el año
Eduardo Hidalgo, presidente de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP); Darwin Caraballo, director ejecutivo de Educa; y Juan Ávila, presidente de la Federación Dominicana de Padres de Niños en Colegios Privados y Escuelas Públicas, hacen sus evaluaciones y presentan recomendaciones de cara al 2024.
Para el presidente del gremio de profesores, este fue un año en el que se profundizaron las deficiencias que impiden las condiciones que facilitan el aprendizaje de los estudiantes dominicanos.
Eduardo Hidalgo fundamenta su planteamiento en un levantamiento realizado por la ADP a través del “Observatorio Educativo Profesor Rafael Santos”.
El estudio concluye en que “no existen en las escuelas públicas las condiciones de infraestructura, de convivencia y medioambientales que requiere el diseño curricular dominicano para el desarrollo de las competencias fundamentales y específicas que se aspira lograr en nuestros estudiantes”.
Persiste un déficit de aulas
Al pasar revista al 2023, el profesor Hidalgo mencionó que el déficit de aulas se profundizó y hoy faltan más de seis mil. Asimismo, puntualizó que el 15 % de las aulas habilitadas en los centros educativos públicos son espacios improvisados, que no cumplen con los requisitos de mobiliario, ventilación, equipamiento y seguridad.
“Por esto y muchas otras cosas más, entendemos que las autoridades educativas reprobaron el año escolar 2023”, aseveró el gremialista.
Con respecto a los libros de texto en las escuelas públicas para el año escolar 2023-2024, resaltó que, a la fecha, el Ministerio de Educación solo ha enviado a imprimir 6.4 millones de libros, de los más de 13 millones que hacen falta.
Todas estas carencias que enfrentan los centros educativos públicos de la República Dominicana, a consideración de Hidalgo, constituyen un obstáculo sistémico, en detrimento de las posibilidades que tienen los docentes de escuelas públicas de crear experiencias significativas de aprendizaje para los estudiantes.
Sobre las condiciones de infraestructura, equipamiento, mantenimiento y mobiliario de las escuelas públicas, la ADP solicita una intervención urgente y la redefinición de prioridades en la presente gestión, particularmente, en relación con la calidad del gasto del 4%.
Con respecto a los materiales didácticos, medios y recursos para la enseñanza-aprendizaje, el gremio requiere que el Ministerio de Educación explique claramente a la comunidad educativa qué sucederá este año escolar con los más de 10 millones de libros de texto que, a esta fecha, dice todavía faltan en las escuelas públicas
Aun más, emplazó a la institución a que exponga cómo es que se espera que los estudiantes y docentes de escuelas públicas se manejen con libros digitales, si la inmensa mayoría de estos no cuenta con equipos informáticos funcionales ni con acceso a internet en los centros educativos.
Fedepadres: falló la supervisión
La misma preocupación la comparte el presidente de Fedepadres. “No ha sido un buen comienzo de año escolar. La infraestructura escolar la tienen abandonada. El 4 por ciento en educación no se está invirtiendo en lo que se tenía que invertir”, consideró Juan Ávila.
De igual forma, responsabilizó al Ministerio de Educación de no entregar los libros de texto a tiempo a los estudiantes y de descuidar la vigilancia y supervisión en los planteles educativos que, a su juicio, no pudieron impedir las manifestaciones de violencia en las escuelas.
Al partir de los incidentes violentos en el espacio escolar, Ávila exhorta al Ministerio de Educación mantener la supervisión en todas las escuelas públicas
“Ha fallado la vigilancia constante, la supervisión. Debe haber más orientadores, más psicólogos y que lleguen los libros a los lugares donde hacen falta”, reclamó.
Educa destaca desafíos
En cuanto a los indicadores de calidad, el director ejecutivo de Acción Empresarial por la Educación (Educa), Darwin Caraballo, reconoció que “hay mucho por hacer”.
En referencia al estudio de la ADP, destacó que persisten importantes desafíos en materia de agua potable, electrificación, internet y de seguridad en los centros educativos.
“Claramente hay un déficit que hay que contribuir a resolver con el mantenimiento adecuado y con un plan efectivo de obras que vengan a resolver estos problemas estructurales”, planteó.
Hay presión en las aulas
No obstante, el ejecutivo de Educa consideró justo destacar que la educación pública experimenta una presión en las matrículas, como consecuencia de la crisis que provocó en el sector la pandemia de la Covid-19.
Resaltó que más de 850 centros de educación privada, ubicados en zonas de clase media o media baja, durante la pandemia se vieron obligados a cerrar sus puertas, y ese alumnado migró al sector público, lo que provocó una presión en las aulas públicas. “Ahí está parte de la explicación de por qué en algunas regiones o zonas del país hay centros educativos hoy con exceso de matrículas que presionan la calidad y las infraestructuras”, puntualizó Caraballo.
Los errores y retrasos
Preguntado por las denuncias sobre los errores en los libros de texto, muchos de índole ortográfica, el especialista de Educa dijo que el ministerio tuvo la responsabilidad de admitir y corregir los problemas que se fueron gestando y al mismo tiempo cumplir con una ambiciosa política de producción de libros de texto. “El Ministerio de Educación se había puesto una meta extremadamente ambiciosa que era producir de manera digital e impresa nada más y nada menos que 13 millones de libros, y obviamente se avizoraban y se podrían prever problemas logísticos por la capacidad de producción, la entrega y demás”, manifestó.
En ese sentido, indicó: “Afortunadamente debemos decir que estábamos equivocados cuando hicimos esa advertencia, porque si bien es cierto que se produjeron estos retrasos, meses más tarde y ya en esta misma semana, el Ministerio presentó en sociedad el proyecto ‘Libro Abierto’ donde se muestra que hay una producción muy relevante de textos y hoy están disponibles de manera digital de libre acceso para estudiantes”.
Al ponderar los resultados del informe PISA 2022, publicado en este mes de diciembre, el director de Educa resaltó que por primera vez el país muestra una tendencia a la mejora en ciencias y matemáticas y obtiene un mejor registro respecto a las participaciones de 2015 y 2018.
“Esto tiene que servir como un aliciente, como un motivador para redoblar esfuerzos para mejorar las estrategias y la velocidad del cambio, porque alcanzar el nivel que hoy tiene Singapur al ritmo que la República Dominicana lo viene mostrando, le tomaría 104 años y claramente el país no puede ni debe esperar ese tiempo para alcanzar el nivel de suficiencia”, comentó. No obstante, valoró el hecho de que la nación mejore su desempeño en estas pruebas en un contexto en el que países desarrollados de América Latina, incluso países asiáticos cayeron por efecto de la pandemia.
Pide declarar emergencia aprendizaje matemáticas
De manera puntual, el director ejecutivo de Educa se refirió a los resultados obtenidos en matemáticas, asignatura en la que el 92 % de los estudiantes del sector público y privado están por debajo del nivel de eficiencia.
Precisó que en el caso de las matemáticas, menos del 1 % de los estudiantes de sexto grado de primaria logró niveles satisfactorios, y sólo el 8 % de las pruebas PISA lo demuestra cuando se tienen 15 años de edad.
“Entonces claramente (es deficitario) en un mundo donde el rol de las matemáticas es tan determinante para desarrollar el pensamiento crítico, tener acceso a la tecnología y hasta para el simple hecho de manejar una tarjeta de crédito”, observó.
Más allá de los problemas estructurales que hay en otras áreas, es por este bajo desempeño que el director de Educa recomienda declarar en emergencia el nivel de aprendizaje de las matemáticas. Consideró imprescindible que el país desarrolle una campaña orientada a elevar los niveles de aprendizaje de los estudiantes en esta área del conocimiento.
“No es imposible, están dadas las condiciones, están dados los recursos para llegar ahí, hay un talento en los estudiantes, enorme, que no se debe desaprovechar y hay mucho compromiso y dedicación de buena parte del magisterio”, expresó. Otra tarea que quedará pendiente, en la que Educa ha insistido, es la apuesta de una educación inicial en edad temprana, para así superar el retraso en la cobertura de esas franjas de edad.