QUITO (AP) — Ecuador le concedió la ciudadanía y exploró la posibilidad de incluir en su equipo diplomático al australiano Julian Assange, el fundador de WikiLeaks asilado desde hace más de cinco años en la embajada del país sudamericano en Londres.
La canciller María Fernanda Espinosa informó en rueda de prensa que atendiendo un pedido de septiembre en el que Assange requería la nacionalidad ecuatoriana, el gobierno accedió en diciembre en cumplimiento de normas nacionales e internacionales.
Argumentó que el gobierno está facultado para conceder la nacionalidad a “la persona protegida y así facilitar… su inclusión al Estado que lo acoge. Otra opción ha sido otorgarle al asilado una designación (diplomática) especial, amparados en la Convención de Viena de relaciones diplomáticas, con el fin de incrementar sus posibilidades de protección”.
Afirmó que este último pedido fue realizado a Gran Bretaña el 20 de diciembre y que un día más tarde fue negado, a pesar de lo cual el país explora otras vías de solución.
Espinosa lamentó las filtraciones de los últimos días porque, afirmó, “en todo el mundo casos de esta naturaleza se manejan con absoluta discreción”.
Añadió que la cancillería ha actuado en defensa de los derechos del asilado y “en estricto apego a la ley… y los instrumentos internacionales de derechos humanos”.
En el Registro Civil de Ecuador, Assange aparece ahora como ecuatoriano y cuenta con un número de documento de identidad mientras que en el Servicio de Rentas Internas reporta que no tiene obligaciones tributarias pendientes.
Assange se asiló en la misión diplomática ecuatoriana en junio de 2012 para evadir un pedido de extradición a Suecia para responder por acusaciones de delitos sexuales que él insistentemente ha negado.
En noviembre la fiscalía sueca cerró el proceso en su contra pero Assange no puede abandonar la sede diplomática debido a que las autoridades británicas mantienen sobre él una orden de captura por saltarse una fianza en 2012.
Assange es un experto australiano en informática que con frecuencia hace revelaciones sobre asuntos de política interna y externa de varios países, especialmente de Estados Unidos, lo que motivó que la sede diplomática ecuatoriana le cortara el servicio de internet el año pasado para evitar las consecuencias de tales acciones.