Las zonas francas han demostrado que pueden suplir desde artículos para aeronáutica, hasta aretes “piercing”
Cuando de fabricación y ensamblaje de productos se trata, República Dominicana está “rompiendo la milla”. El país está en un nivel elevado, con la existencia de zonas francas en las que se hace y ofrece desde piezas electrónicas para aviones, barcos, automóviles, celulares, para resonancia magnética, para lo aeroespacial y militar, hasta servicios logísticos, ropa interior fina, calzados, desarrollo de software, joyería fina y productos de papel y autoadhesivos.
En detalle, entre lo que surge de las zonas francas instaladas en el territorio nacional, trabajado por mano de obra dominicana, figuran, por ejemplo sensores para la industria aeronáutica–espacial, ropa para porristas personalizadas, ataúdes, inyección de metales, mezclas formuladas a medida, manufactura de telas y textiles, procesamiento de sábila (Aloe Vera), velas aromáticas, sensores, condensadores, resistencias, bolsas para embalaje (Dunnage Bags), soluciones para el traslado de pacientes, eslingas (slings), soluciones de empaque, toallas húmedas swiffer, emisión de certificados digitales, certificación de firmas electrónicas, diseño y construcción de catamaranes, alimentos orgánicos para bebé (compotas), válvulas para tratar pacientes con hidrocefalia y equipos para jardineras.
Pero además, se fabrican tanques de agua, señalización vial, fosas sépticas y neveras portátiles para de pesca, aretes para “piercing”, equipos y accesorios para la extracción, separación y procesamiento de sangre, fabricación de encajes, pelotas de basketball/vóleibol, jugos orgánicos, trapeadores (swiffer), trajes de baño y ropa deportiva, telas recicladas, artículos de pesca y artículos ortopédicos personalizados para la columna vertebral.
De las zonas francas también salen rodilleras, caderas, cuello, tobillos, catéteres, marcapasos y componentes para marcapasos, de limpieza especializada de cuartos, barquillos de avellana, coco (como es Pirulin) y zapatillas para baile (ballet), productos para apnea del sueño, correas de traquea (utilizadas en traqueotomías) y artículos para medir presión arterial, entre otros. La lista es amplia.
Todo eso se realiza en las zonas francas industriales de San Isidro, Zona Franca de Exportación la Armería, Zona Franca Industrial de Nigua, Zona Franca Hit, Zona Franca Industrial de las Américas, Zona Franca Industrial de San Cristóbal, Excel Boca Chica Zona Franca Industrial y Zona Franca Industrial Luperón Verde, en el Kilómetro 8 de la carretera La Romana-Guaymate, Batey Higueral y en la Zona Franca Industrial Puerto Plata, en la de San Pedro de Macorís, en la Zona Franca Industrial de Villa Mella y en la de Moca, así como en la Zona Franca Industrial de Santiago.
Las producciones salen además de la Caribbean Industrial Park, Zona Franca Industrial de Barahona y de la Zona Franca Industrial Hainamosa.
Fortaleza para responder en crisis
En 2020, el peor en muchos años para el mundo, por el tema de la pandemia de covid-19 que inició desde marzo, el sector zona franca a nivel local se mantuvo como uno de los sectores más pujantes en empleos directos generados, con 168,200, y un crecimiento en la inversión acumulada de 1.6 %, con relación a 2019, cuando la situación era normal y nadie imaginaba que vendría un problema sanitario tan difícil como el actual.
A pesar de eso, las empresas de zonas francas preservaron cerca del 96 % de los empleos con los que había finalizado en 2019, de acuerdo con informaciones oficiales del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE) que dirige Daniel Liranzo.
Zonas francas concentra muchas actividades, pero las del mayor volumen en la inversión acumulada, según el corte numérico a 2020, son productos médicos y farmacéuticos, con 27.9 %; tabaco y derivados (22 %), confecciones y textiles (12.8 %), servicios (8.1 %), productos agroindustriales (6.1 %), artículos de plásticos (3.4 %), alcohol y bebidas alcohólicas (2.8 %) y calzados y sus componentes (2.5 %).
Al cierre de 2020 (datos del CNZFE) la inversión acumulada de las empresas del ramo era de US$5,189 millones, para un crecimiento relativo de 1.6 % respecto al 2019. El país con mayor inversión en zonas francas es Estados Unidos, con 37.1 % y un total de US$1,926.1 millones; seguido de República Dominicana con el 20.2 % (US$1,049.1 millones); Reino Unido con 7.5 % (US$387.9 millones); Alemania con el 6.4% (US$334.5 millones); Canadá con 4.3 % (US$224.2 millones) y el restante 24.5 % se distribuye entre 41 países (US$1,267 millones).