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Reducir a la mitad el uso actual de petróleo y carbón y sustituirlo por gas natural disminuiría en 6,5 % las emisiones de Latinoamérica, lo que representa casi un 65 % del total de los objetivos que la región se fijó para 2030 en los Acuerdos de París, según el nuevo Reporte de Economía y Desarrollo (RED) del Banco de Desarrollo de América Latina CAF.
El documento, titulado “Energías renovadas: Transición energética justa para el desarrollo sostenible”, aborda los desafíos de lograr de forma simultánea disminuir los niveles de emisiones, aumentar el ingreso por habitante y reducir la desigualdad en Latinoamérica, y pone énfasis en sectores como la industria, los hogares y el transporte.
“Somos una región con capacidad para contribuir al proceso mundial de transición energética aprovechando las oportunidades que surgen para los países con reservas de minerales críticos (litio, el cobre o el níquel), para los países con reservas de gas, cuyo uso durante la transición reduciría las emisiones sin abandonar inmediatamente los combustibles fósiles, y para los países con potencial de producción de energías renovables”, afirmó en un comunicado el presidente ejecutivo de CAF, Sergio Díaz-Granados.
El informe alerta de que la transición energética impactará “transversalmente” a las economías de la región, “con efectos en el mercado laboral, en la estructura económica y en los balances macroeconómicos”.
Para afrontar los retos de este cambio de matriz energética, el reporte plantea cuatro políticas transversales: el financiamiento verde, los mercados de carbono e impuestos al carbono, las tecnologías de captura y uso de carbono y la economía circular.
“Con este RED, el banco de desarrollo de América Latina y el Caribe ratifica su compromiso de acompañar a la región mientras afronta con éxito el desafío de una transición con energías renovadas”, añadió Díaz-Granados.
Comparativamente, América Latina y el Caribe contribuye poco –un 11 %– al total de emisiones globales, apunta el documento, “pero es particularmente vulnerable a los efectos negativos del cambio climático, lo que a su vez demanda esfuerzos de adaptación y resiliencia climática”.
“Si bien todos los países de la región deben sumarse a los esfuerzos de disminuir las emisiones energéticas, la velocidad y las estrategias para hacerlo serán específicas a la realidad de cada país”, agrega el informe, que se presentará este jueves en Santiago, en un evento en el que participarán los ministros chilenos de Hacienda, Mario Marcel; Medio Ambiente, Maisa Rojas y Energía, Diego Pardow.
Como parte de su estrategia de ser el “banco verde” y “del crecimiento sostenible e inclusivo de la región”, la CAF se comprometió a dedicar al menos el 40 % de sus aprobaciones a proyectos verdes, incluidos los que facilitan la transición energética, señala la nota.
El banco multilateral fue constituido en 1970 y está conformado por 20 países (con diferentes estatus), 18 de América Latina y el Caribe, además de España y Portugal, y 13 bancos privados de la región.