El mercado ha ido abriendo espacio a las de comida, ropa, cuidado personal, entretenimiento y servicio
República Dominicana es un país que no escapa a la dinámica que se da en otras partes del mundo en torno al sector de las franquicias. Aquí desde hace años no resulta extraño encontrarse en distintos puntos con negocios franquiciados en el ramo tiendas, alimentos, servicios y otros, entre ellos Helados Bon, Rico Hot Dog, Emparedado, Kentucky Fried Chicken, Taco Bell, Burguer King, MacDonald´s, Domino´s Pizza, TGI Friday´s, Chilis, Ikea, Pizza Hut, Tony Roma´s, Baskin Robbins, Quiznos, Carrefur, Candy Express, Sara y PriceSmart
También están las franquicias de Krispy Kreme, Hooters, Papa Johns, Froots, Baker, Ethan Allen, Benetton, Nautica, Swarouvski, Sign-A-Rama, Re/Max y Tommy Hilfiger, entre otros. Son firmas de gran fortaleza en cada uno de los segmentos de los que forman parte. Por ejemplo, Carrefour, que llegó al país en el año 2000, es un líder mundial de referencia en la venta minorista de alimentos, que opera cerca de 12,300 tiendas y sitios de comercio electrónico en más de 30 países. Carrefour es un grupo minorista multi-local, multiformato y omnicanal que emplea a más de 380,000 personas en todo el mundo, según informaciones colgadas por la empresa en su página de internet.
Omnicanal u omnicanalidad es un término empleado para hacer referencia a una estrategia de gestión del cliente. Al mes de septiembre de 2018 en República Dominicana existía un total de 170 franquicias, de las cuales 120 son marcas internacionales y 50 son nacionales.
Esos negocios para entonces (actualmente podrían ser más) estaban distribuidos en los renglones servicios (25%), comercio (22%), restaurantes (20%), educación (14%), cuidado personal (9%), entretenimiento (5%) y otros (5%), de acuerdo con datos que ofrecieron Francisco Ramírez, vicepresidente del área de mercadeo del Banco Popular Dominicano, y Simón Planas, director de la firma de asesoría Front Consulting en el país.
Ambos han planteado que internamente existe un gran potencial de conceptos dominicanos con vocación para convertirse en franquicias. En República Dominicana, las franquicias comenzaron a incursionar en los años 70, con Kentucky Fried Chicken y Howard Johnson. Sin embargo, el escaso desarrollo que tenía el país para esos momentos hizo que en corto tiempo después se frustraran. Luego, a partir de los años 80, comenzó una nueva oleada en franquicias.
La ampliación y las ausentes
A partir de 1995 ya las franquicias tenían presencia en diversas ramas económicas, no solo de comida rápida, como solía ser la tendencia al principio. En cuanto a la ubicación, el 44% de las franquicias se encuentra en el Gran Santo Domingo (Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo), 21% en la región Norte, 19% en el Este y el 16% restante en la zona el Sur del país.
Las franquicias de origen dominicano componen el 40% del mercado del país, mientras las estadounidenses tienen 45%, es decir, que entre las dos gozan de una mayoría relativa. El 15% restante de las franquicias es de origen europeo, de las cuales destacan las españolas; sudamericanas (con las venezolanas liderando), canadienses y del resto del mundo, de acuerdo con datos de Font Consulting.
El sector también tiene un impacto agregado en la economía local, debido a que los insumos en el ramo franquicia son en un 60% de origen dominicano y el 40% extranjero, creando demanda adicional para la producción nacional. Hay unos 7,800 puestos de venta de las franquicias a nivel nacional y han creado más de 70,000 empleos, de acuerdo con cifras que han ofrecido a elCaribe el especialista en el tema Robert Jones, y el vicepresidente ejecutivo de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMDR), William Malamud. “En cualquier economía son las empresas pequeñas las que crean la mayoría de los empleos y la actividad económica. La ventaja de las franquicias es que fomentan y facilitan mucho mejor, en forma eficiente y exitosa esa creación de empresas pequeñas”, planteó Jones en el encuentro que tuvo hace meses con este periódico.
Hay muchas empresas dominicanas que quieren “franquiciarse” y muchos emprendedores que están interesados en iniciar su negocio e independizarse y han encontrado en la franquicia la vía para lograrlo. Las franquicias son un formato de negocio en pleno auge mundialmente, debido a la facilidad con que suelen ser establecidas y la alta rentabilidad y confiabilidad en comparación con un negocio tradicional.
Planas ha dicho que en el territorio nacional queda un campo abierto para las franquicias, y sustenta su planteamiento en que alrededor de 100 empresas exitosas en el mercado tienen potencial de franquiciabilidad. En cuando a marcas o firmas internacionales, hay grandes nombres que aún ausentes en suelo quisqueyano, como Walmart, una corporación multinacional de tiendas de origen estadounidense, que opera cadenas de grandes almacenes de descuento y clubes de almacenes. Fue fundada en 1962, incorporada el 31 de octubre de 1969. Otra ausente es Starbucks Corporation, una cadena internacional de café fundada en Washington. Se le considera la compañía de café más grande del mundo.
Sobreviven más años que algunos otros proyectos
La franquicia puede considerarse como uno de los esquemas empresariales más incluyentes conocido hasta la fecha, pues se trata de empresarios exitosos enseñando a otros a ser empresarios y a hacer buenos negocios.
Franquiciar es formar grupos de propietarios, donde cada quien es dueño de su unidad, pero todos operando bajo el mismo concepto y activando una retroalimentación de prácticas e iniciativas que son una fortaleza ante los retos y dificultades.
De acuerdo con datos ofrecidos por conocedores de la materia, el 85% del emprendurismo primario en el mundo no sobrevive los tres primeros años, mientras que el 85% de las empresas franquiciadas sobrevive los cinco primeros años, porque el que compra una franquicia recibe asistencia técnica de una casa matriz, proveduría de insumos, una marca, la transmisión de conocimiento y el ahorro de la curva de aprendizaje.