La Asociación de Empresas e Industrias de Herrera (AEIH) se mostró preocupada porque se ralenticen los negocios debido a las exigencias que trae la nueva Ley de Lavado de Activos y Financiamiento al Terrorismo.Así lo afirmó el presidente de la entidad Antonio Taveras Guzmán, durante el foro sobre el impacto para el sector empresarial de la recién aprobada ley.
Allí abordaron el tema los especialistas en materia de lavado Dulce María Luciano, Heiromy Castro y Roberto Mella.
El empresario consideró que es importante que los agentes económicos conozcan los principios de la ley 155-17, para que la puedan cumplir de manera cabal.
“Un marco legal tan delicado, con múltiples implicaciones para el desarrollo de los negocios, debe contar con una amplia publicidad y nosotros estamos contribuyendo con esto para que nuestra membresía y todos los participantes mitiguen conscientemente los riesgos sobre el lavado de activos”, expresó.
Taveras Guzmán sostuvo que los controles de la ley son “muy rígidos” para los negocios y también para los empresarios que quieran evadir impuestos.
“Ahora hay que justificar de dónde sale el dinero. Hay más controles sobre la movilidad de los efectivos”, aseguró. Esto, porque la ley prohibió la compra en efectivo de inmuebles, vehículos y joyas por montos iguales o mayores a RD$1 millón, RD$500,000 y RD$450,000.
El industrial sostuvo que la mayoría de las empresas pequeñas no tienen la estructura para manejar estos controles que conllevan esta ley, pero están trabajando en ser eficiente en ese sentido. Adelantó que debido a estos controles, hay adecuaciones que hacer, que pudieran conllevar a aumentar los costos.
El presidente de la AEIH manifestó que espera que la ley sea aplicada con todas sus consecuencias a los que lavan activos a través de actos dolosos contra el Estado.