El Banco Central ha arribado a 11 meses seguidos de haber puesto en aplicación el cambio de dirección de su política monetaria, de expansiva a restrictiva, aunque en los últimos dos meses ha reducido la intensidad de la restricción.
La menor velocidad de la ruta de desincentivo al consumo de la política monetaria parece indicar que el Banco Central busca frenar la inflación sin que por eso se detenga el crecimiento económico.
A la nueva dirección de la política monetaria, ejecutada a través de los aumentos mensuales en la tasa de política monetaria, le había antecedido el desmonte a partir del segundo semestre del 2021, de los llamados incentivos monetarios concedidos por el Banco Central desde el segundo cuatrimestre del 2020, cuando comenzó la crisis sanitaria provocada por el covid-19.
Por diversas ventanillas e instrumentos las autoridades monetarias pusieron a disposición del sistema financiero y del sector empresarial y de los hogares más de RD$200,000 millones a tasas bajísimas, para sacar la economía del hoyo en que había caído luego del cierre de abril del 2020. En el 2020 la economía cerró con un crecimiento negativo de 6.7 %. En el 2021 el crecimiento fue de 12.3 %, expansión tan fuerte que junto a otros factores impactó en el calentamiento de los precios internos.
Rápida recuperación
Los efectos de recuperación comenzaron desde los últimos dos meses del 2020, con niveles discretos en comparación con la caída de abril de ese año, de 29.8 %. El Banco Central combinó incentivos monetarios, como facilitar recursos a los intermediarios financieros para promover el crecimiento económico a través del crédito, con la reducción de la tasa de política monetaria o tasa de referencia, la cual llegó a un nivel de 3.0% anual, hasta que en noviembre del año pasado arrancó el cambio de dirección. Desde entonces la tasa de referencia del Banco Central ha aumentado en 550 puntos básicos. En el ínterin ha pasado de 3.0 % en noviembre del 2021 a 8.50 % desde ayer, noviembre del 2022.
Las alzas de septiembre y octubre pasados fueron de 25 puntos básicos cada una, moderando así la tendencia restrictiva, pero sin quitar el pie del freno, para que el calentamiento que produjo la expansión monetaria de las medidas post covid, ceda o pierda intensidad.
El último informe de política monetaria, del 31 de octubre pasado, relativo al incremento de 25 puntos básicos en la TPM, explica las razones por las cuales el BCRD siguió restringiendo la política monetaria aunque con menor rigor que cuando empezó el proceso de endurecimiento.
Argumentó el BCRD que “en el entorno doméstico, la economía mantiene su impulso, al expandirse de forma acumulada en 5.4 % durante los primeros nueve meses del presente año”, con proyecciones de crecer para el cierre del 2022 entre 5.0 % y 5.5 %, nivel cercano a su potencial “y una de las expansiones más altas entre las economías de la región”.
El crédito bancario privado crece 14 %
El BCRD explicó que “como reflejo del dinamismo de la demanda interna, el crédito privado en moneda nacional está creciendo más de 14 % interanual al cierre de octubre, influenciado principalmente por los préstamos a los hogares”.
Destacó, asimismo que en otro aspecto, “se ha observado una apreciación acumulada del tipo de cambio de aproximadamente 6.0% a octubre, como resultado del dinamismo de las actividades generadoras de divisas (turismo, exportaciones, remesas e inversión extranjera directa) y de las mayores entradas de capitales”.