Los productores de cerdos, agrupados en la Federación de Porcicultores (Fedoporc), plantearon ayer que, si el Estado Dominicano ha decidido no eliminar completamente la población porcina, es fundamental establecer un calendario claro y efectivo para la repoblación de las granjas afectadas.
Aseguran –vía esa organización- que la imposibilidad de reponer la producción podría deteriorar las instalaciones y poner en riesgo la continuidad de una actividad esencial para la alimentación de la población, lo que afectaría a su vez el consumo de carne.
En una rueda de prensa realizada en la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), los representantes de Fedoporc, encabezados por Miguel Olivo, hicieron un llamado a las autoridades para que se tomen decisiones más contundentes que permitan revitalizar el sector porcino. Destacaron que, a pesar de las compensaciones que algunos productores han recibido por parte del Estado, la falta de un plan estructurado para la repoblación es uno de los principales puntos de preocupación.
La entidad solicitó la incorporación de los cuerpos castrenses, tanto militares como policiales, para apoyar en la vigilancia de la movilización de cerdos. Según indicaron, es indispensable que cualquier traslado se realice bajo una regulación estricta y con una guía legal que impida la propagación del virus y garantice que no se movilicen animales infectados. Los porcicultores aseguraron que el control riguroso del movimiento de los cerdos es clave para evitar la expansión de la Peste Porcina Africana (PPA), que sigue siendo una amenaza latente para la industria. Fedoporc también destacó la necesidad de fortalecer las estrategias de control y erradicación del virus, aunque reconoce y agradece los esfuerzos del Gobierno, en especial los del presidente Luis Abinader, por la lucha contra esta enfermedad.
Olivo dijo que se necesita que el Estado refuerce las medidas para reducir al mínimo la propagación de la enfermedad en todo el territorio nacional. La federación mostró su disposición a invertir en el sector porcino, pero subrayó que solo será posible si se garantiza un entorno libre del virus que permita la repoblación de las granjas sin mayores riesgos.
El llamado a la acción de los productores se produce dos días después de que la Dirección de Ganadería (Digega) asegurara que el brote de PPA en una parte de la zona norte del país, desde donde se reportó, está bajo control. En una declaración al Caribe, el director de Ganadería, Abel Madera, había expresado que la situación, especialmente en la zona de Dajabón, no representa una emergencia, sino que se trata de una enfermedad endémica que hace cuatro años circula en el país, desde su detección en 2021.
Abel Madera le dijo a este diario que aunque en algunos espacios se había hablado de un rebrote, este solo representaba una fase normal del curso de la enfermedad, que presenta fluctuaciones típicas de las afecciones endémicas, como ocurre, por ejemplo, en el caso del dengue (en humanos). Según sus declaraciones, aunque el virus había afectado a algunas granjas comerciales y de traspatio, el brote está controlado y las medidas adoptadas por Digega, como el control del movimiento de los animales y la instalación de brigadas de control en puntos estratégicos, están dando resultados positivos. Sin embargo, el director de Ganadería también reconoció que el PPA había causado pérdidas económicas. Unos 234 productores se vieron afectados por el virus el año pasado, lo que llevó al sacrificio de una cantidad importante de animales.
Lo que explica uno y lo que ha sostenido el otro
A pesar de las medidas de control implementadas, el director de Ganadería advirtió el lunes que los productores de traspatio, que no cuentan con las mismas medidas de bioseguridad que las granjas comerciales, son una fuente importante de contagio. Explicó que el manejo inadecuado de los cerdos y el uso de desechos de comida como alimentación para los animales son factores que aumentaban el riesgo de propagación del virus. En este sentido, la Digega ha intensificado sus esfuerzos para educar a los productores sobre la importancia de la bioseguridad y ha trabajado junto al Banco Agrícola para ofrecer programas de financiamiento y donaciones para implementar medidas preventivas. Los productores agrupados en la Federación Dominicana de Porcicultores siguen manifestando que la situación es preocupante, pues, según sus palabras, las medidas adoptadas no han sido suficientes para garantizar la estabilidad de la producción porcina en el país.
En su opinión, el sector necesita un enfoque más integral que contemple no solo el control de la enfermedad, sino también un programa de repoblación eficaz y la creación de un marco legal más robusto que regule los traslados de cerdos de un lugar a otro.