Están dedicadas a la elaboración artesanal de ese tipo de producto; trabajan por encargo y a pedido del cliente
Natalie y Melissa Custodio se dedican a hacer postres artesanales personalizados por encargo y en esa actividad han logrado altas calificaciones. Son emprendedoras de fina marca y dos jóvenes innovadoras en constante expansión.
“Básicamente, nos dedicamos a elaborar los postres según lo que quiera el cliente. Vemos si ese cliente consume mucha leche o si no consume mucha leche y azúcar. Así también tratamos de hacer cosas diferentes de lo que existe ahora y cosas llamativas, como les gusta a los clientes de estos tiempos”, le explica Melissa al periódico elCaribe.
La pequeña empresa de ella y su hermana se llama Pretty Sweet, y el hecho de ser relativamente nueva no ha impedido que vaya logrando un importante posicionamiento en el mercado del tipo de producto que comercializan.
“Inicialmente cocinábamos para familiares y amigos, pero luego fue aumentando la demanda de esos postres y decidimos iniciarlo como negocio. Eso fue en el año 2011, cuando entramos a la universidad. Ahí comenzamos vendiendo postres sencillos, como brownies, mantecaditos y polvorones. Ya luego fuimos abriendo espacio a otros productos”, rememora Natalie. La conversación se da a media mañana, bajo un sol tan candente como el calor que las dos jóvenes imprimen a su proyecto cada día.
Los productos que elaboran Melissa y Natalie los consumen tanto familiares como personas no conocidas por ellas. “Nos contratan de empresas y estamos abiertos a un público mayor del que inicialmente pensamos que íbamos a acaparar”, comenta una de las jovenes.
Básicamente, se promocionan por las plataformas de las redes sociales, entre ellas Instagram y Facebook. En adición a eso tienen habilitado un número de WhatsApp, que está anexo a la cuenta de @prettysweetrd, que es el 829-467-0071 y poseen el 829-986-0408. Es fácil contactarlas por ahí para realizar los pedidos. Según Natalie, en la agenda está abrir una tienda de aquí a cuatro años (por lo menos), donde la gente pueda tomarse un café o consumir uno de los variados postres que “asientan” muy bien para un momento en el que se sostiene una reunión.
Natalie y Melissa hablan con propiedad de lo que saben hacer y es muy fácil pasarse horas escuchándolas contar sobre una y otra receta. Ambas resaltan la calidad de los ingredientes usados en las preparaciones. “En el sabor se nota la calidad de todo lo que usamos”, dice Natalie. “Y cuando hacemos los postres nos ponemos en el lugar del cliente y ponemos todo el empeño y la dedicación para que la combinación sea perfecta, porque al final eso se transmite y se marca la diferencia. Es como llegar al punto perfecto”, apunta Melissa.
Estudió Administración de Empresas y tiene una maestría en Dirección de Proyectos. Natalie es ingeniero civil, con maestría en Administración de la Construcción. El negocio de los postres es adicional al ejercicio de sus carreras.
Natalie recuerda que cuando le enseñaron a hacer la mezcla del empañete siempre lo relacionaba con cocina. “Ella sentía que el cemento que era mezclado se parecía a la harina, como a una receta”, rememora Melissa, reforzando lo que dice la hermana y dejando escapar una sonrisa. Se nota que las dos tienen excelente relación, más allá del vínculo empresarial que también les une.
El punto para recoger los pedidos es Diamond Plaza, desde 9:00 de la mañana hasta las 5:30 de la tarde. Comenzaron a participar en el Mercado Central de Ágora Mall desde el primer trimestre del año 2018 y en ese espacio han logrado captar una importante cantidad de clientes. “En adición a todos los seguidores que tenemos en Instagram, hemos logrado otros varios cientos a partir de nuestra participación en Ágora. Hemos tenido muchos pedidos de gente que ha ido a esa plaza, nos conocen allá, prueban algo y le gusta y luego se fidelizan con nosotras”, dice Natalie.
Los precios de los postres dependen de una serie de variables, entre ellos el tamaño y la variedad de cada delicia. Para grandes pedidos (en caso de necesitar postres para cumpleaños, bodas u otros eventos) las dos emprendedoras recomiendan que las solicitudes se realicen por lo menos con tres días de anterioridad.
“Si es algo simple, porque se le salió de las manos a quienes organizan la actividad, podemos hacer una excepción, dependiendo de lo que se vaya a pedir, pero siempre es importante que nos den tiempo para poder elaborar todo como corresponde y brindar al cliente la atención que se merece. Que su pedido sea una linda experiencia”, dice Melissa.