El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana, aseguró ayer que República Dominicana debe avanzar hacia la construcción de un nuevo contrato social, el cual debe fortalecerse con la aplicación de un pacto fiscal.
Destacó, durante su participación en la presentación del Informe sobre Políticas 2017, del Banco Mundial, que la cultura política dominicana se inscribe en una figura de contrato social desfigurado, también llamado privatización de la política, donde el Estado es concebido sólo para suministrar bienes privados, debido a que la gente entiende que el Estado sólo está para satisfacerle individualidades.
“Cambiar esa cultura es tratar de llevar a la sociedad a la firma de un pacto diferente, el cual comienza por generar un ambiente de confianza entre todos. En la República Dominicana tenemos una amplísima experiencia en hacer reformas tributarias pero todas terminan en el mismo lugar: es como ir en una bicicleta estacionaria, dar vueltas para terminar en el mismo sitio”, agregó.
Santana resaltó que ahora es el momento de cambiar, porque hay déficits que saldar, deudas que pagar y, por sobre todo, hay demasiadas necesidades insatisfechas en seguridad ciudadana, salud, seguridad social e infraestructura.
“El país tiene que llegar a algún tipo de entendimiento para solucionar esto, lo que obliga a la necesidad imperiosa de establecer relaciones virtuosas de reciprocidad entre el Estado y la ciudadanía. Hay que mejorar el funcionamiento del Estado pero hay que pagar más y las vías más expeditas para lograrlo van por seguir controlando la evasión y eliminar las exenciones”, destacó.
Generar riquezas y pagar impuestos
El ministro refirió que la primera gran reforma tributaria, del año 1992, se hizo en un momento en el que predominaba una intensa corriente internacional que pregonaba impuestos bajos y de aplicación universal y así se hizo, pero a pesar de la baja en las tasas, inmediatamente comenzó un proceso nuevo de erosión por medio de nuevas leyes de exención de impuestos.
“Los gobiernos tratando de compensar, entonces empezaron a subir los impuestos indirectos que son más fáciles de aplicar, de modo que ahora ya no hay mucho espacio para subir los impuestos indirectos, porque la República Dominicana tiene niveles similares o superiores a los de cualquier país con una alta carga tributaria, por tanto fuera de los esfuerzos por mejorar la administración tributaria, el trabajo tiene que ser por vía de eliminar las exenciones”, aclaró.
Añadió que esta es una tarea muy difícil en una sociedad en la que la clase media, ricos y pobres, parten siempre de la premisa de que lo único bueno que el Estado puede hacer a su favor es no cobrarles impuestos.
“Nunca me ha parecido buena idea ninguna política de incentivos que exima del pago de Impuestos sobre la renta, para nadie y bajo ninguna circunstancia; entiendo que el Estado debe buscar una forma de que el aparato productivo pueda operar bien y con eficiencia para que los capitalistas ganen dinero; pero después que ganen, deben pagar sus impuestos”, argumentó.
Informe del BM analiza desigualdad distribución
El coautor del informe sobre desarrollo Mundial 2017 publicado recientemente por el Banco Mundial, Marco Larizza, resaltó que en este documento de unas 300 páginas, se aborda el tema de la gobernanza y las leyes y se analiza cómo la distribución desigual del poder en la sociedad, limita la eficacia de las políticas. Añadió que entre los hallazgos principales del informe destacan el hecho de que las instituciones tienen que garantizar el compromiso, fortalecer la coordinación y fomentar la cooperación; además las asimetrías de poder en la arena de negociación de las políticas pueden afectar las funciones básicas de las instituciones y se pueden manifestar en captura, clientelismo y exclusión.