La pasión de esta microempresaria por esos productos y el apoyo de una fundación han contribuido a mejorar su vida y la de su familia; es una emprendedora puesta a prueba
Perla Massiel Pérez es una trabajadora consagrada, que reside en Sabana Perdida, Santo Domingo Norte. Desde sus inicios laborales, se desempeñó como vendedora de lotería, un trabajo que no le brindaba la satisfacción creativa que anhelaba y quiso dar un cambio.
Ese giro llegó cuando conoció a su esposo, quien contaba con experiencia en pastelería, adquirida a través de diversos cursos y trabajos en el sector. Esta conexión no solo le permitió a Perla descubrir su pasión por la repostería, sino que también le ofreció la oportunidad de aprender y potenciar los conocimientos de su esposo.
Con el deseo de transformar esta nueva pasión en un emprendimiento, Perla dio el primer paso al conseguir un empleo en un negocio relacionado con la cocina. Aunque inicialmente se dedicaba a tareas en la cocina caliente, su curiosidad la llevó a acercarse al área de pastelería. Allí comenzó a observar y aprender los secretos de la elaboración de pasteles, un proceso que la cautivó y la motivó a profundizar en este arte. Las estadísticas indican que el 75% de los emprendedores que combinan su experiencia laboral con la educación formal logran una mayor tasa de éxito en sus negocios, y Perla decidió seguir este camino.
Para perfeccionar sus técnicas y conocimientos, se inscribió en varios cursos de pastelería. Con el tiempo, comenzó a experimentar con recetas en casa junto a su esposo, creando pequeñas delicias que pronto captaron la atención de familiares y amigos. La alegría que sentía al ver las reacciones de quienes probaban sus postres se convirtió en el motor que la impulsó a dar el siguiente paso: tomar un microcrédito para abrir su propio negocio. Así nació Delicias M y E, un nombre que rinde homenaje a sus hijos y a su historia familiar.
Acompañamiento
Gracias al apoyo financiero recibido, Perla pudo alquilar un local que le proporcionó el empuje necesario para llevar su negocio al siguiente nivel. Este espacio le permitió equiparse adecuadamente y surtirse con ingredientes de calidad, lo que facilitó la oferta de una amplia gama de postres. Con Delicias M y E, Perla se consolidó en la comunidad, al ofrecer productos de calidad que rápidamente se ganaron la preferencia de sus clientes.
Hoy en día, su emprendimiento se sostiene con firmes ventas y una clientela fidelizada, a pesar de los múltiples desafíos que ha enfrentado. Ha logrado construir una comunidad en línea de seguidores en Instagram, donde comparte no solo fotos de sus postres, sino también su viaje familiar y el esfuerzo detrás de cada creación. Esta conexión con sus seguidores ha sido fundamental para el crecimiento de su negocio, lo que le permitió establecer una relación cercana con sus clientes.
Los planes
Con una visión clara hacia el futuro, Perla planea expandir su línea de productos y participar en ferias y eventos locales, donde espera ampliar su mercado. La Fundación Dominicana de Desarrollo (FDD) ha sido una gran aliada en este proceso, al otorgarle el microcrédito que le permitió iniciar su negocio. La FDD, creada en 1966, surgió como respuesta a la necesidad de una República Dominicana en la que reinara la paz y la dignidad. Un grupo de 23 empresarios, motivados por José Armenteros Seisdedos y Rafael Esteva, unieron esfuerzos para ser el motor técnico que eliminaría la desigualdad económica en el país.
A lo largo de sus más de 50 años de historia, la FDD ha dejado una huella indeleble en la sociedad dominicana. Se adelantó al moderno concepto de Responsabilidad Social Corporativa, planteando la pertinencia de los servicios y proyectos permanentes de desarrollo social, económico y comunitario. Además, se convirtió en la institución pionera del microfinanciamiento en la República Dominicana, introduciendo el microcrédito al mercado nacional en 1982 y ofreciendo un instrumento que ha permitido a muchos dominicanos consolidar sus negocios y mejorar su calidad de vida. La FDD ha trabajado incansablemente para crear y fortalecer oportunidades para los segmentos excluidos de la población, generando un impacto positivo en la economía local.
La dedicación de Massiel no solo le han permitido alcanzar sus sueños, sino que también han contribuido al desarrollo de su comunidad. A través de su negocio, ha creado empleo y ha fomentado un sentido de pertenencia entre sus clientes, quienes valoran la calidad y el cariño que pone en cada uno de sus postres.
Con cada pastel que elabora, Perla no solo satisface el paladar de sus clientes, sino que también comparte un pedazo de su historia familiar, y convierte así cada creación en una celebración de la vida y el amor.
El emprendimiento femenino en República Dominicana ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, impulsado por una creciente conciencia sobre la importancia de la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres. Cada vez más personas de ese género están iniciando sus propios negocios, abarcando diversos sectores como la moda y la gastronomía.