Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), afirmó ayer martes que la esperada reducción de la tasa de interés en la reunión del 6 de junio es prácticamente una certeza.
Lagarde basa su confianza en los positivos datos de inflación que está recibiendo el BCE, lo que la lleva a considerar el recorte de la tasa como algo casi seguro, una postura que rompe con la tradicional prudencia del organismo.
Aunque varios miembros del BCE ya habían insinuado esta posibilidad y los indicadores han apuntado en esta dirección durante meses, el respaldo explícito de la presidenta es significativo y sugiere que el banco central no necesita más tiempo antes de proceder con la reducción de la tasa de interés.
En una entrevista a la televisión irlandesa, Lagarde indicó que el BCE está listo para bajar la tasa en junio, siempre y cuando los datos económicos continúen respaldando esta decisión. “Si los datos que recibimos refuerzan el nivel de confianza que tenemos ahora, hay una gran probabilidad de que se produzca el recorte de la tasa en el encuentro del 6 de junio”, declaró Lagarde, según Bloomberg.
Lagarde expresó su seguridad en que la inflación está bajo control: “Estoy muy confiada de que tenemos la inflación bajo control”, señaló, subrayando que las previsiones para el próximo año y el siguiente están muy cerca del objetivo del BCE, si no lo han alcanzado ya.
Esto refuerza su convicción de que el banco central ha entrado en una fase de estabilidad. A pesar de que la reducción de la tasa de interés en junio parece asegurada desde hace meses, la lucha contra la inflación continúa, con el IPC aún por encima del objetivo del 2% del BCE.
Por este motivo, algunos miembros del Banco Central Europeo, como Isabel Schnabel, advierten que no se puede dar por sentado un ciclo continuo de bajadas de tasas después del primer ajuste en junio.