La carga de la deuda pública en el Caribe ha caído drásticamente a niveles cercanos a los previos a la pandemia, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que insta a los gobiernos a continuar por el camino de una gestión prudente de la deuda ante los riesgos globales inciertos.
La publicación explica que la relación deuda pública/producto interno bruto promedio aumentó del 75% en 2019 al 99% en 2020 y se estima que habrá caído al 77% a finales de 2023. Las caídas más pronunciadas se observaron en Guyana entre 2020 y 2022, y en Jamaica entre 2010 y 2019.
“Abordar la deuda en el Caribe parte de la serie de informes trimestrales del Caribe del BID; explora las realidades económicas causadas por la pandemia más reciente y los caminos hacia niveles seguros de deuda pública para una recuperación económica sostenida”, dice el organismo en su informe.
La publicación analiza las trayectorias de la deuda pública y las perspectivas de políticas, entre otros. Examina la gestión de la deuda en las Bahamas, Barbados, Guyana, Jamaica, Surinam y Trinidad y Tobago.
Según el BID, varios canales pueden influir en las trayectorias de la deuda pública, entre ellos las tasas de interés, inflación, tipos de cambio, crecimiento económico, saldos primarios y ajustes de flujos de existencias. Todos estos elementos han desempeñado un papel en la evolución de la relación deuda pública/PIB en los países del Caribe durante la última década, pero en distintos grados dependiendo de las circunstancias específicas de cada país.
Indica que hay ejemplos de grandes reducciones en la relación deuda pública/PIB mediante una combinación de reformas institucionales y superávits fiscales primarios sostenidos (Jamaica) o un crecimiento económico explosivo más reciente (Guyana). La reestructuración de la deuda también ha desempeñado un papel importante en la reducción de los niveles de deuda en varios países.
“La deuda pública del Caribe es débilmente sostenible. Los gobiernos tienen una influencia directa sobre los saldos primarios y el endeudamiento, por lo que en la literatura se hace referencia a la deuda pública como débilmente sostenible cuando los saldos primarios varían a la par de la deuda pública. En otras palabras, los gobiernos adoptan una respuesta fiscal aumentando los ingresos y/o disminuyendo los gastos cada vez que aumenta la deuda pública, invirtiendo así la tendencia”, indica el BID.
Y agrega que el fortalecimiento institucional de las Oficinas de Gestión de la Deuda puede desempeñar un papel importante en la reducción de los riesgos de sobreendeudamiento para un nivel determinado de endeudamiento.
Desde el punto de vista del BID, el logro de un nivel prudente o “seguro” de deuda pública requiere un marco fiscal sólido a mediano plazo, a menudo respaldado por reglas fiscales.
Puntualización
“Los gobiernos de todo el Caribe están reduciendo sus ratios de deuda pública/PIB y fortaleciendo sus instituciones fiscales y de gestión de deuda para sostener estos esfuerzos. Reducir el riesgo de niveles excesivos de deuda pública es una condición clave para mejorar las perspectivas de inversión y crecimiento económico futuros” dijo el BID.
El informe económico trimestral sobre el Caribe del BID reconoce la importancia de la educación financiera como parte de la agenda de desarrollo y de empoderar a individuos y organizaciones para que sean conscientes de las realidades actuales dentro de la región del Caribe con pautas viables para decisiones futuras. Con el compromiso de fomentar el desarrollo, el informe económico trimestral sobre el Caribe es recurso para individuos, empresas, investigadores y formuladores de políticas.
El Banco Interamericano de Desarrollo tiene como misión mejorar vidas. Fundado en 1959, el BID es una de las principales fuentes de financiamiento a largo plazo para el desarrollo económico, social e institucional de América Latina y el Caribe. El BID también realiza proyectos de investigación de vanguardia y ofrece asesoría sobre políticas, asistencia técnica y capacitación a clientes públicos y privados en toda la región. Accede a nuestro tour virtual.
Una mirada local
En el caso de República Dominicana, al cierre de noviembre de 2023 la deuda del Sector Público no Financiero alcanzó los US$55,017.9 millones, de acuerdo con un análisis realizado por el Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES).
Lo que se “carga” a cada uno de los dominicanos
Según estimaciones del CREES, cada ciudadano dominicano enfrenta una carga de aproximadamente US$6,975, lo que equivale a 441,664.5 pesos. Esta cifra muestra un aumento del 456.6% desde el año 2004, cuando la deuda per cápita era de US$1,253.1, calcula el centro de análisis y pensamiento.
Según el CREES, el aumento en la deuda ha llevado a un aumento en el gasto en intereses por habitante, que se espera continúe en aumento, especialmente en un entorno de tasas de interés elevadas como el actual. En 2023, el país desembolsó RD$213,340 millones en intereses de la deuda, y se estima que este año se destinarán RD$263,816.8 millones para el mismo fin, según el presupuesto nacional. El CREES enfatiza que el cumplimiento de reglas fiscales es esencial para controlar el crecimiento del endeudamiento a largo plazo.
De otro lado, el 2023 cerró con 25.4% de los ingresos tributarios dirigidos al pago de los intereses de la deuda pública, el segundo valor ejecutado más alto desde el año 2008, solo por detrás del registrado durante el 2020, dice el CREES, año en que diwsminuyeron las recaudaciones tributarias. El presupuesto del 2024 contempla que está relación alcanzará el 25.0%. La evolución del pago de intereses de la deuda, que cada vez representa una mayor proporción de los ingresos tributarios, muestra el peso de la deuda pública sobre las finanzas públicas.