Los impuestos que paga el sector duplican el de la región; y se tiene el temor de que una nueva reforma apriete más
La carga tributaria sobre el ron en República Dominicana es la más alta en comparación con otros países de América Latina, duplicando el promedio regional. Así lo indica un estudio de la Asociación Dominicana de Productores de Ron (Adopron), que representa a las principales marcas locales. Este dato está sustentado por estadísticas de la Dirección de Impuestos Internos (DGII), la Dirección de Aduanas (DGA), y el Banco Central de República Dominicana, además de investigaciones de mercado de Emvenca.
La reforma tributaria del 2012 marcó un antes y un después en la industria del ron en el país. Con un incremento considerable en el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) sobre las bebidas alcohólicas, las marcas de ron se enfrentaron a una pérdida significativa de participación en el mercado formal, mientras que el comercio ilícito ganó terreno.
Según el estudio de Adopron, este fenómeno llevó a una caída en los volúmenes de ventas previos a 2012, una situación que la industria aún no ha logrado revertir. Los efectos no se limitaron al ámbito económico, ya que entre 2020 y 2021 se registraron más de 500 muertes por consumo de alcohol adulterado, reflejando no solo una crisis fiscal y tributaria, sino también un problema grave de salud pública que si bien se viene enfrentando, cada cierto tiempo da señales de estar vivo. El impacto del aumento en el ISC que refiere la Adopron se tradujo en una caída no solo en las ventas legales, sino también en la recaudación. A pesar de que se esperaba un incremento en los ingresos fiscales, la realidad fue otra.
República Dominicana ha mantenido, durante los últimos 20 años, una recaudación de ISC sobre bebidas alcohólicas muy superior al promedio de América Latina. Incluso en su peor año, 2004, las recaudaciones en el país fueron 1.7 veces mayores que las de la región.
La situación actual coloca a República Dominicana como el país con mayor peso de los impuestos selectivos sobre bebidas alcohólicas en sus ingresos tributarios. La carga tributaria sobre las bebidas destiladas en la región es la siguiente: en Latinoamérica en promedio 21.4%, Uruguay 21.1%, Perú 21.2%, Paraguay 7.6%, Panamá 13.9%, Nicaragua 21.7%. México 29.9%, El Salvador 19.1%, Ecuador 34.4%, ron dominicano 39.4%, República Dominicana. 39.4%, Costa Rica 22.7%, Colombia 35.2%, Chile 26.5%, Brasil 15.1% Bolivia 7.4% Argentina 18.6 %.
“A agosto de 2024, el panorama para la industria del ron en la República Dominicana sigue siendo preocupante”, advierten los productores. Y para despejar dudas sobre esto, lo sustentan con la aritmética.
Según los datos de la DGII, las ventas declaradas de ron siguen en declive. En 2022, el volumen de ron declarado cayó 0.6%, en 2023 bajó 4.3%, y en 2024 las recaudaciones acumuladas muestran una merma del 9% interanual. Si esta tendencia persiste, se proyecta una reducción de 4 millones de litros de ron en comparación con 2021, año en el que la industria mostró signos de recuperación tras la pandemia de covid y las muertes por consumo de alcohol adulterado.
Ojo con esto… ¿Un golpe?
El ron se ha convertido en la categoría más afectada por el ISC específico, que es considerado uno de los impuestos más regresivos en República Dominicana. Este impuesto impacta principalmente a los sectores más pobres de la población, ya que está indexado trimestralmente por la inflación. Además, el ISC ad-valorem, que representa el 10% del precio de venta, también se ve afectado por la inflación, lo que provoca un aumento doble en la carga tributaria sobre el ron. Como resultado, el volumen de ventas de ron ha seguido disminuyendo entre 2022 y 2024, una situación que ha sido exacerbada por la persistencia del comercio ilícito.
El mercado ilegal sigue siendo un reto para la industria del ron. Según las averiguaciones de la Adopron, más del 70% del segmento de bajo precio en este mercado presenta precios que no justifican el costo de producción más los impuestos. Alrededor del 55% de las marcas en este segmento se asocian con actividades ilícitas, vendiendo por debajo de los costos reales y declarando menos del 50% del volumen real de sus ventas ante la DGII. Esto ha generado una evasión fiscal que supera los RD$200 millones anuales en concepto de ISC e ITBIS.
A pesar de los aumentos trimestrales en los precios debido a la alta carga tributaria, el volumen total del mercado sigue siendo superior al declarado, en gran parte por la existencia de un mercado paralelo de bebidas ilegales que afecta la elasticidad del ron. Este fenómeno ha provocado una migración de los consumidores hacia opciones de menor precio, que muchas veces acaban siendo, ilícitas y riesgosas para la salud y la propia vida, lo que ha debilitado aún más la industria formal. Además, en los últimos dos años, se evidencia una mayor actividad de grupos ilegales que han desarrollado estructuras más sofisticadas para la falsificación y adulteración de marcas de ron, afectando incluso al segmento premium.
“El impacto de un nuevo aumento en los impuestos al ron podría ser devastador, para la industria, el Estado y los consumidores”, advierte la organización.
Cuidado con incentivar el mercado ilegal interno
De acuerdo con los datos ofrecidos a elCaribe, un incremento adicional en la carga tributaria no reduciría el consumo de alcohol, sino que incentivaría aún más el mercado ilegal, haciendo que los consumidores opten por bebidas que podrian ser las adulteradas y tóxicas, de menor calidad y precio. Esta situación generaría una mayor presión sobre los sistemas de salud y de seguridad pública, aumentando los riesgos para la población. Por otro lado, a pesar de los desafíos internos, la industria local del ron ha logrado posicionarse de manera favorable en el mercado internacional. Las empresas esperan no ser golpeadas.