Si lo que se quiere es reducir significativa las inundaciones en la parte baja del Yaque del Norte, y evitar daños a la agropecuaria, en zonas como Montecristi y Mao, entonces hay que realizar tres tipos de intervenciones y lograr un manejo integrado de la cuenca.
En eso coinciden varios expertos cuando elCaribe les aborda sobre el tema, a propósito de las inundaciones recientes y las de finales del año 2016, que afectaron cientos de tareas de cultivos de banano y de otros rubros, situación que ha puesto a preguntarse si se requiere otra presa para esa zona que ayude a controlar las aguas.
Los tres tipos de intervenciones que se requieren, según aconseja el experto en hidráulica, Gilberto Reynoso, son: adecuación del cauce actual del Yaque; eliminar los obstáculos por obras construidas, que limitan el movimiento del agua, y adecuar el sistema de drenaje natural principal del río.“Hay que devolverle a ese río su capacidad para sacar fuera del área caudales extraordinarios, porque su cauce ha perdido más del 70% de su capacidad de conducción, debido a la sedimentación del cauce”, asegura Reynoso.
Mientras, el profesor Martín Meléndez, experto en gestión de desastres y coordinador de la maestría en Recursos Hidráulicos del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), plantea que “la construcción de una presa no es algo tan fácil como sacarse una muela”, y sugiere que de lo primero que debe hablarse es de un manejo integrado de la cuenca. “Y si al manejar la cuenca se ve como imprescindible hacer una presa para controlar las inundaciones y el flujo de agua, entonces se puede pensar en construirla”, indica. Desde la óptica de Gilberto Reynoso, entre las obras que obstaculizan el flujo del agua hacia el mar, está la carretera Montecristi-Dajabón. “Hay que hacerle las obras de cruce adecuadas, que permitan que las aguas de crecidas pasen a través de esas obras de cruce hacia el Atlántico”, plantea.
Y agrega que otro tipo de obra básica es la de adecuar toda la red de drenaje natural en ambas márgenes del río Yaque del Norte. Reynoso, que tiene experiencias en distintas obras hidráulicas realizadas en el país, explica que cuando los ríos se ponen viejos comienzan a abandonar cauces y se desvían. “Entonces hay muchos cauces naturales en ambas márgenes que es necesario limpiar, adecuar y devolverles la capacidad, para que sean una especie de aliviaderos a la corriente del propio cauce del río”, explica.
Sostiene que en el caso de la población de Castañuela, está entre dos cauces. Al norte, está en un cauce abandonado del río Yaque del Norte, que se llama río viejo; y al sur, está el cauce antiguo del río Yaque. “Los dos cauces hay que limpiarlos y adecuarlos para que pueda fluir el agua”, insiste. La adecuación a la que hace referencia Reynoso consiste en ensanchar el cauce del río Yaque y profundizarlo, minando todo el sedimento y la vegetación que se ha acumulado en su cauce, ya que tiene en algunos sitios matas de palma de 15 y 20 metros de altura en el mismo cauce, y todo eso obstaculiza el movimiento del agua hacia abajo.
De acuerdo con informaciones obtenidas por este diario, del lado del Gobierno, en el caso concreto de la Linea Noroeste, se está planteando como medida complementaria la construcción de la presa de Ámina y la construcción de otra presa, aguas arriba de Tavera-Bao, para completar la regulación de los cuatro grandes ríos de la cuenca del Yaque del Norte. Hasta ahora, el complejo Tavera-Bao y Monción son las tres presas que controlan los caudales de los tres principales ríos de la zona.
Se requiere un estudio en todas las cuencas de RD
Los expertos del Intec, en temas de agua, entre los que figura Meléndez, aseguran que “ha quedado demostrado que varias presas funcionan mucho mejor que una presa grande”. Lo primero que tendría que hacerse es un estudio de la cuenca y hacer un plan de manejo de por dónde vienen las aguas, qué cantidad de sedimento. No es tan sencillo decir ‘vamos a hacer una presa’. Claro, una de las soluciones para controlar las inundaciones son las presas, pero no es solo eso, y cuando se va a realizar un estudio, tú no puedes estar predispuesto con una sola opción”, indica Meléndez. Y sugiere que el Gobierno debiera realizar un estudio de la cuenta (no solo en la parte Noroeste), sino en todo el país, y a partir de ahí tomar decisiones. “El país debería abocarse a realizar un estudio sobre cómo manejar nuestras cuencas. Ese estudio debió haberse realizado hace 50 años y no se ha hecho”, indica el profesor del Intec. Y agrega: “La Unidad de Electrificación Rural y Suburbana (UERS), está muy interesada y dando importancia a los puntos en los que nosotros detectamos que pueden hacerse mini-centrales hidroéctricas. Plantea que los estudios integrales que se requieren pueden hacerlos hasta con estudiantes que dediquen sus tesis a esos temas”.