Diferentes instituciones insistieron ayer en la necesidad de que las organizaciones trabajen con una mayor competitividad desde el punto de vista social, medioambiental y económico y que al mismo tiempo asuman con compromiso la responsabilidad social empresarial.
Estos planteamientos fueron expuestos en un panel organizado por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y la Fundación Popular, que contó con el apoyo del Concejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), con el objetivo de poner de manifiesto las mejores prácticas que emplean empresas internacionales, las que gracias a estas aplicaciones han logrado aumentar su volumen de negocio.
Para el desarrollo de la actividad fueron invitados los panelistas Laura Bonilla, quien es directora de Asuntos Corporativos de Unilever México y el Caribe, y Daniel Lozano, quien es el gerente director de Meliá Hotels Internacional, donde ambos explicaron las estrategias que deben incorporar las empresas a favor de la niñez, como es el caso de la explotación sexual y el trabajo infantil, así como el medioambiente, la salud y la empleabilidad.
Futuro de la empresa
El vicepresidente ejecutivo de Relaciones Públicas y Comunicaciones del Banco Popular, José Mármol, expresó que estas prácticas son fundamentales porque a su entender, cuando se habla de responsabilidad social empresarial, sostenibilidad y de competitividad, se habla del futuro necesario de las empresas. “Entendemos que como empresas debemos trabajar en esa dirección, de ser empresas socialmente responsables, de empresas sustentables o sostenibles y también de ser empresas competitivas para de esa manera contribuir a mejorar el entorno social. Sin un entorno social con futuro, las empresas no tienen futuro y de eso se trata fundamentalmente”, afirmó.
De su lado, la representante de Unicef en el país, Rosa Elcarte, resaltó que las empresas que invierten en niños y que invierten en familia, obtienen mayores ganancias, por lo que por esa razón tienen más competitividad y mejores resultados a corto y largo plazo. Para ello, explicó que se deben utilizar como herramienta los principios empresariales y derechos de los niños que ayudaría mejorar el impacto.