En los últimos diez años, la industria arrocera dominicana ha realizado cuantiosas inversiones en maquinarias y equipos para mejorar los procesos de molienda, secado y limpieza, colocándose más a tono con las exigencias del consumidor.En el país hay muchos molineros y de ellos entre los de mayor nivel en el mercado figuran Coopearroz, Pimentel & Compañía, Bisonó, Font Gamundi y Yuna, de acuerdo con informaciones obtenidas del sector. Algunos de ellos cuentan con avanzados sistemas de empaque, incluidas las fundas que con frecuencia se observan en las góndolas de los supermercados. “El consumidor exige arroz limpio y de calidad. Ha habido mucha inversión por parte de los molineros desde hace años y eso es un dato relevante que favorece también a los productores”, le dice Oliverio Espaillat a elCaribe. Espaillat es un productor de larga data y expresidente de la Federación Nacional de Productores de Arroz (Fenarroz). Conoce al dedillo el tema. Es uno de los que en los últimos años han incorporado tecnología de última generación al cultivo del cereal.
La tecnología permite que la industria arrocera, en la parte de molienda, pueda descartar todo el arroz que en el proceso tenga un color diferente al blanco. Y tecnología que ayuda a fortificar el arroz y a darle mayor valor, agregando algún elemento beneficioso para la salud. La tecnología introducida a República Dominicana es europea (de Alemania muchos casos), brasileña, de Japón y de China. Las empresas de esas naciones dan seguimiento a sus marcas (a los equipos que venden) y envían personal a inspeccionar su funcionamiento, en adición a que entrenan personal local que luego toma las riendas del manejo.
“El molinero que no pueda irse actualizando irá cayendo en otro nicho y nivel inferior y podría tener problemas futuros a nivel del negocio. El consumidor es quien está exigiendo y cuando a usted le envían un arroz amarillo o de esos que no se pulen bien o que tienen lo que la gente denomina como gallos la empresa que lo procesa termina teniendo problemas de rechazo por parte del comprador”, dice uno de los molineros consultados por este diario.
A nivel de países de la región República Dominicana está muy avanzada en lo concerniente a la industria del cereal, en este caso arroz. Y eso lo revalida Oliverio Espaillat, que vive en contacto permanente con el ramo molinero. “Estamos al pie de la tecnología. Estamos al momento bien avanzados en cuanto a la tecnología industrial en la parte del arroz. Ningún país de la región puede decir que nos supera en esa parte”, agrega.
Cuando se habla de que “a nadie le gusta andar sacándole gallos al arroz”, significa que las amas de casa prefieren que llegue limpio para no tener que estresarse haciéndolo. Y para quienes buscan ese arroz de calidad, existe el tipo “selecto” en diferentes categorías. Cuando un arroz es, por ejemplo “selecto A” es porque tiene una altísima proporción o todos los granos enteros. Cuando es selecto B entonces significa que tiene un por ciento más alto de granos quebrados que el selecto A. Y si es arroz “superior”, quiere decir que el por ciento de granos partidos es aún mayor que el selecto B.
Cuando se aborda el tema entran en juego otras denominaciones, otorgadas en función del valor agregado al cereal por las empresas del ramo y atendiendo propiamente a las características de la calidad del grano.
Entre variedad, sabor y el ciclo vegetativo de todas
La categoría asignada al arroz está ligada a la variedad, pues entre éstas hay unas con un mejor sabor y otras características propias. Por eso, un arroz completamente homogéneo en la granulación, sin manchas y con brillo homogéneo en todas las partes entra dentro de la denominación de premium. En el mercado local, especialmente a nivel de supermercados, se observan entre cuatro y ocho tipos de arroz premium.
Según la Guía Técnica Cultivo de Arroz, de la autoría de César Moquete (Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal –Cedaf- 2010) las principales variedades cultivadas en República Dominicana son: Prosequisa 4, Prosequisa 5, Juma 67, IDIAF 1, Yocahú CFX 18, Cristal 100, Prosequisa 10 y Palmar 18. Todas esas variedades difieren entre sí, tanto en ciclo vegetativo, como en otras características fenotípicas.
Yocahú CFX 18 y Cristal 100 son de las variedades que se cotizan más caras, tanto a nivel de los productores como de los consumidores. Esto se debe a que tienen altos rendimientos en molino y una calidad culinaria muy apreciada por los dominicanos. El arroz premium es el más costoso en el mercado.