Para una granja de cerdos, un matadero o cualquier empresa, nunca es “cómodo” invertir mucho dinero en combustible. Por eso, una parte de ellos ha optado por aprovechar un recurso que tiene en sus propias instalaciones para producir biogás: El estiércol.
El biogás puede usarse como combustible en estufas simples para coser alimentos, atenuando el uso de leña, carbón y como alivio para el bolsillo de las personas, cuando les evita, por ejemplo, comprar gas licuado de petróleo (GLP). También sirve para iluminación y como combustible para el funcionamiento de motores para producir energía eléctrica.
El biogás es producido en biodigestores, es decir, en recipientes cerrados o tanques construidos con ladrillos, cemento u otro material, que funcionan con una planta, donde también pueden ser manejados y usados el estiércol de vacas y cerdos. De acuerdo con datos ofrecidos a elCaribe por la Comisión Nacional de Energía (CNE), existen unas 23 instalaciones en funcionamiento de biogás, distribuidas así: Diecisiete son granjas de cerdos, cinco son mataderos y una granja es de gallinas ponedoras.
Las empresas que tienen el sistema instalado son: Biogenetik (granja de cerdos ubicada en Miranda, Bonao), Agrofem 1 y Agrofem 2 (granjas de cerdos ubicadas en Villa González), Hacienda Buena (granja de cerdos en Jarabacoa), Coave (matadero en Villa Tapia), Rancho Zafarraya (Granja de cerdos en Villa Tapia), Agropecuaria Bautista (granja de cerdos en La Vega) y SAG (granja de gallinas ponedoras en Guanuma). También poseen las empresas Hacienda Rivera (granja de cerdos en Sonador, Bonao), Antonio Sánchez (granja de cerdos en Santa Rosa, Moca), Granja Porcina Hermanos Abreu (en Cayetano Germosén), Incarna (matadero de cerdos en El Pino, La Vega) y Marcano 1, 2, 3 y 4 (granjas de cerdos ubicadas en Naranjal-La Vega, Licey-Santiago, Guayacanal-Santiago y Potrero-Valverde).
Otros establecimientos que poseen digestores son el José Pichardo (granja de cerdos ubicada en Burende, La Vega) Hacienda SH (granja de cerdos situada en Salcedo), Serviave (matadero de pollos en El Pino, La Vega), Unipollo (matadero situado en Manga Larga, La Vega), Hacienda LB (granja de cerdos ubicada en Los Bueyes, Villa Trina), José Rafael Veras (granja de cerdos situada en Bonagua, Moca) y Coave 2 (matadero situado en Moca).
La CNE destaca que la totalidad de esas instalaciones han contado con apoyo de la institución a través de la exoneración de los impuestos de importación de los equipos, establecidos en la Ley 57-07, de Incentivo al Desarrollo de las Energías Renovables. Las ventajas del aprovechamiento del biogás se traducen de varias formas. Una de ellas es que sustituye el uso de combustibles fósiles, como el GLP, y la leña para la cocción de alimentos. Las instalaciones medianas a gran escala pueden generar su propia energía eléctrica para la operación de equipos, tales como mezcladoras de alimento, bombas, calefacción para cerdos y pollos recién nacidos, así como iluminación. Cuando se usa biogás se logra reducir o eliminar la factura eléctrica, se optimiza el manejo del agua -y por tanto- el lavado de las instalaciones de la granja. Un valor agregado tiene que ver con la eliminación de los malos olores, parásitos y vectores de enfermedades y se puede producir biofertilizantes de buena calidad.
Los beneficios ambientales de las instalaciones de biogás son tan importantes como los económicos, dado de que evita emisiones de metano (CH4) hacia la atmosfera, las cuales -de no existir la instalación del biodigestor- ocurrirían como parte del proceso de descomposición de las excretas de los animales.
La CNE indica que el metano es un “gas de efecto invernadero” con un poder de calentamiento global de 24 veces el del dióxido de carbono. “Esto, conjuntamente con lo antes mencionado en conexión con la eliminación de los malos olores, parásitos e insectos vectores de enfermedad, pone en relieve los beneficios medioambientales de las instalaciones de biogás”, asegura la institución.
Pese a no existir registros de las estufas, se puede intuir que la mayoría de las instalaciones debe contar con éstas.
“En lo referente a la inocuidad o peligros del biogás, el único inconveniente medioambiental de este se presenta en la salida del biodigestor, debido al contenido de sulfuro de hidrogeno, el cual se puede convertir en ácido sulfúrico. Sin embargo, las instalaciones incluyen un biofiltro, que es un dispositivo que convierte el sulfuro de hidrogeno en azufre elemental, inocuo al medioambiente”, explica la CNE.
El aporte para primeros cultivos energéticos RD
Agencias del Estado han aportado al renglón de energía no dependiente del petróleo. Por ejemplo, el Instituto Dominicano de Tecnología Industrial (Indotec), que actualmente es el Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI) aportó a la creación y promoción de los primeros cultivos energéticos del país, 1988.
El IIBI ha trabajado recientemente en el campo de la biomasa, en el desarrollo de proyectos relacionados con el aprovechamiento de los desechos sólidos y residuos líquidos de granjas ganaderas.
Trabajo junto a la USAID
Algunos proyectos desarrollados por el IIBI son: un biodigestor, instalado junto a la Agencia de EE.UU para el Desarrollo Internacional –USAID- en la granja de Ramón Ramos en Tenares, para procesar los desechos de 500 cerdos, en 2007. El IIBI creó el primer biodigestor de caucho, junto con Nestlé en Santiago Rodríguez, para 15 cabezas de ganado, en 2010, y creó el digestor tres en Moca para una granja de 200 cerdos, entre otros proyectos.