Nueva York, (EFE).- El precio del barril de petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con una subida del 0,86 %, hasta 71,25 dólares el barril, después de que Rusia anunciara nuevos recortes y Arabia Saudí dijera que prorrogará su reducción de bombeo de un millón de barriles diarios (mbd), que entró en vigor en julio.
A las 09.00 hora local (13.00 GMT), los contratos de futuros del WTI para entrega en agosto ganaban 0,61 dólares con respecto al cierre de la jornada previa.
El precio del petróleo de referencia estadounidense se mostraba esta mañana al alza tras conocerse las medidas anunciadas por los dos gigantes de la organización de países productores de petróleo y sus socios, la OPEP+.
La semana pasada el petróleo se revalorizó un 2 % y, con respecto a mayo, el precio del oro negro repuntó un 3,4 %. Sin embargo, lleva cuatro trimestres consecutivos cotizando a la baja.
Rusia anunció este lunes que recortará su exportación de petróleo en 500.000 barriles diarios en agosto, que se sumarán al recorte de 500.000 vigente desde el pasado marzo.
“Es adicional”, precisó hoy el viceprimer ministro Alexander Novak, sin ofrecer más aclaraciones.
Por su parte, Arabia Saudí anunció también este lunes que prorrogará durante agosto el recorte “voluntario” de su oferta de crudo en un millón de barriles diarios, una medida que ya comenzó a aplicar este mes de julio, y afirmó que esa política es “extensible” en el futuro Los países de la OPEP+ aplicaron un recorte de 2 mbd el año pasado y otro de 1,6 mbd en abril para reducir la oferta e intentar así mantener el precio del petróleo en el rango de precios que consideran más adecuado para los productores.
Estos anuncios se producen en un momento de preocupación de los inversores por una posible recesión que consideran que podría desatarse si los principales bancos centrales continúan subiendo los tipos de interés y, por lo tanto, encareciendo el precio del dinero y la dificultad de acceder a préstamos.
La semana pasada el Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra anticiparon en una reunión en Portugal que las subidas de los tipos de interés no han llegado a su fin y que no hay suficientes indicios que hagan prever una caída de la inflación.
Por otra parte, los inversores tienen puestos sus ojos en un seminario que los países productores y sus socios de la OPEP+ celebrarán la semana que viene en Viena.