En dos semanas se celebra en República Dominicana el Día de las Madres. Como todos los últimos domingos de mayo, la actividad comercial toma especial dinamismo, en muchos hogares se realizan almuerzos, algunos van a la playa, a restaurantes, o a visitar el cementerio. Pero este año, podría ser la excepción para muchas familias.
Altagracia Rodríguez, de San Cristóbal, no está segura de que pueda tener cerca a sus hijos, que viven en el Distrito Nacional, para festejar la fecha, debido a que la hipertensión que desarrolló cuando cumplió los 60 años la hace vulnerable en medio de esta crisis sanitaria de la COVID-19, que ha obligado a asumir el distanciamiento social como norma.
Es la realidad a la que tendrán que enfrentarse muchas madres en esta ocasión, en la que los encuentros repletos de frecuentes abrazos que igualmente caracterizan ese día tendrán que esperar para después. “Estar seguros es lo primero. Ellos que se queden por allá, que por todo lo que está pasando permanecer a distancia significa salud. Ya habrá otro día para celebrar”, manifestó Rodríguez, quien varias veces a la semana conversa con sus hijos a través de plataformas digitales de video en línea.
Estos encuentros virtuales se han vuelto cada vez más populares para conmemorar días festivos en estos tiempos en muchas naciones.
Algunos sectores en nuestro país consideran que para no perder la tradición, el Día de las Madres debería ser movido para el último domingo de junio.
La Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC), que agrupa las grandes tiendas y supermercados, respalda esa propuesta, que de acuerdo con su titular, Mario Lama, estaría siendo analizada por el Gobierno.
La pandemia ha provocada en el primer trimestre del año un crecimiento del comercio de apenas 2.5% y un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 0.0%, según cifras del Banco Central de la República.
Días e incluso semanas antes del Día de las Madres, era común ver los supermercados, mercados y otros establecimientos repletos de personas comprando regalos.
En caso de que sea movida la fecha, las familias podrían realizar sus habituales compras. Sin embargo, también estarían expuestas al virus a un nivel no recomendable, lo cual podría ocasionar mayores contagios y, en consecuencia, más muertes.
El Gobierno anunció la noche del domingo la reapertura gradual de la economía permitiendo que abran varias empresas así como el transporte público, como la primera de cuatro fases de lo que denominó “Covidianidad”.
Impacto
El mes pasado, otra de las festividades más significativas no solo para los dominicanos, sino para todo el mundo se vio afectada por el coronavirus: la Semana Santa.
Esa semana, una de las más importantes para la comunidad católica global, obligó a los feligreses a conmemorar la fecha dentro de sus hogares, sin asistir a misas ni cultos.
El papa Francisco ofició la esperada misa de Viernes Santo en una Basílica de San Pedro prácticamente vacía en lugar de la vasta plaza exterior.
Algunos fieles en nuestro país, a pesar de que no pudieron asistir a sus centros religiosos, buscaron la forma de celebrar.
“Vimos las misas de la Semana Mayor de este año a través de internet, muchos sacerdotes están aprovechando la tecnología para mantener la Palabra de Dios cerca del corazón de todos, especialmente en una fecha tan importante como lo fue la Semana Mayor”, contó Dominga Suárez, quien se congrega en la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación.
Varias iglesias del país realizaron transmisiones en vivo de sus actos religiosos en esa fecha, que fueron disfrutados por miles de católicos.
Sin embargo, en esa semana es normal el incremento en las compras, el masivo éxodo al interior del país, viajes a las playas, al río e inclusive abrir piscinas en las calles. Pero esta vez tampoco pudo ser posible.
La pandemia hizo que las largas y emblemáticas procesiones del Domingo de Ramos, fueran sustituidas por la transmisión de la liturgia a través de radio, televisión e internet. Pero esto no evitó que miles de fieles colocaran ramos de cualquier tipo en sus ventanas, balcones y puertas.
Los cumpleaños también han sido eventos afectados por esta crisis de salud mundial. Las reuniones de amigos, compañeros de trabajo o familiares para conmemorar estas fiestas se han ido reduciendo poco a poco.
Actualmente, una de las modalidades de celebración para los natalicios también están ligadas a la tecnología: las videollamadas grupales, al igual que las visitas a las afueras de los hogares de los festejas para al menos entonar el tradicional “Cumpleaños feliz” y mostrar la empatía y afecto en esta circunstancia tan complejo.
Elecciones
Aunque no es una festividad, las elecciones presidenciales, senatoriales y de diputaciones que estaban pautadas para el pasado domingo 17 de mayo, fueron movidas para el próximo 5 de julio, debido a que por ser un evento en el que la aglomeración de personas es inevitable el riesgo de contagio del virus era mayor.
Los comicios fueron reprogramados por la Junta Central Electoral (JCE), órgano que indicó que en caso de que no haya una decisión en la primera vuelta, la segunda será el 26 de ese mismo mes.