El economista y ex vicegobernador del Banco Central, Luis Manuel Piantini, aseguró que en la firma del DR-Cafta, a República Dominicana le faltó capacidad de manejo y cometió el grave error de entregar “como si nada” un logro que había alcanzado en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Recordó que cuando el país presentó la oferta de bienes, al final del GATT, en la ronda de Uruguay, en la que se creó la OMC, República Dominicana creó una oferta de bienes, inherente a las tarifas que iba a colocar para el ingreso o importación de ocho productos agrícolas. Esas tarifas que eran del 100 %, se redujeron hasta un nivel de 40 %.
Eso equivale a decir que a los productos dominicanos se les quitó el 60 % de la protección que tenían, pero como elemento positivo se logró luego –en el año 1999- lo que se llama Rectificación Técnica, lo cual antes de eso se veía como algo muy difícil. Lograr esa rectificación significa que se permitiría aumentar la oferta o los aranceles de nuevo a los productos citados. Se aprobó para entonces por el Consejo de la OMC.
Como parte de esa Rectificación Técnica, los ocho rubros agrícolas dominicanos, entre ellos el arroz, volvieron a tener aranceles (debían pagarse en aduanas), que en algunos casos eran hasta del 90 y del 100 por ciento.
Fue entonces en la negociación del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, República Dominicana y Centroamérica (DR-Cafta) que la parte dominicana decidió que la Rectificación Técnica entraba en las negociaciones.
En términos concretos, eso significaba que en veinte años, a partir de esa negociación que se hizo, la Rectificación Técnica quedaba sin efecto o eliminada, aun cuando esté vigente en la OMC para el resto de los países del mundo.
Para los norteamericanos y para los centroamericanos no está vigente (cuando se trata del caso dominicano frente a ellos), porque fue una negociación conjunta que se hizo en ese aspecto. En la práctica, mientras otras naciones sí pueden cobrarles aranceles, los dominicanos no podrán, una vez la Rectificación Técnica quede eliminada.
“Es algo inaudito, que algo que tú habías logrado con tanto esfuerzo, tú lo entregues así por así”, criticó el economista Piantini, un conocedor del tema.
Recordó que en una reunión sostenida en la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), a principios de 2005, a la que él asistió, se le pidió al presidente de entonces (ese presidente era Leonel Fernández), que sacara ese acuerdo del Congreso y que fuera revisado de nuevo, aprovechando que Costa Rica no había aprobado el acuerdo.
El ex vicegobernador del Banco Central dijo que, a diferencia de República Dominicana, Costa Rica duró un año renegociando puntos en el DR-Cafta. A los negociadores dominicanos se les ha criticado que hayan hecho todo a la carrera, sin estudiar con profundidad y sin mirar consecuencias a futuro y que no hayan protegido (dejado fuera del acuerdo) productos de tanta importancia y sensibilidad como el arroz, que es de principal orden en la dieta dominicana.
“El acuerdo se aprobó como estaba. Lo que debieron haber hecho las autoridades fue conseguir hace tiempo que eso se negociara con esos países… Debieron tener una conversación e ir a negociar con los americanos. Eso se vino aquí a última hora… que quisieron hablar allá. Eso no es así (…)”, expuso el ex vicegobernador del Banco Central.
Pensaron que 20 años después sería todo fácil
Desde el punto de vista del economista Luis Manuel Piantini, “los funcionarios que negociaron el Acuerdo de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, por la parte local, pensaron que los americanos iban a venir a entregar altruistamente lo que habían logrado en una negociación que les beneficia.
“¿Si a ti te dan una paleta, tú se la vas a entregar al muchachito de al lado?, se pregunta el profesional de la economía, mientras rememora los distintos episodios que precedieron y acompañaron el proceso de firma del DR-Cafta, del no para de hablarse en estos días, a propósito de los temores del sector arrocero.
Unos temores que se fundamentan en el hecho de que a partir del año 2025 el arroz de Estados Unidos y de Centroamérica entraría libre de arancel por las aduanas, tal como se estipula en el convenio, que tiene rango y peso de ley. Es una ley.
Una vez los grandes volúmenes del cereal estadounidense inunden el mercado, eso podría colocar en posición de “jaque mate” al sector arrocero.