Pakistán.— Un coche bomba estalló el viernes cerca de la oficina del jefe policial de la provincia de Beluchistán, en el sur de Pakistán, causando la muerte de 11 personas y heridas a otras 20, informaron funcionarios. Una fracción disidente del Talibán asumió la responsabilidad del atentado, que se produjo antes de la festividad de Eid-al-Fitr, en la que finaliza el mes santo del Ramadán.
La explosión se escuchó al otro lado de la ciudad de Quetta, la capital de la región, y rompió ventanas de edificios cercanos, dijo el portavoz de la policía, Shahzada Farhat.
Algunos de los heridos estaban en estado crítico, informó Wasim Beg, vocero de un hospital gubernamental.
Imágenes de televisión mostraron algunos automóviles con daños importantes y una carretera cubierta de cristales rotos.
Wasim Beg, vocero de un hospital del gobierno, dijo que la cifra de muertos se elevó a 11 durante la mañana y que algunos de los heridos se encontraban en estado crítico.
Escenas de la televisión mostraron autos destrizados y una calle regada de vidrios rotos.
Horas después del ataque, Jamaat-ul-Ahrar, una fracción disidente del Talibán paquistaní, se declaró responsable del ataque. Asad Mansoor, vocero de los milicianos, dijo que era parte de su campaña para imponer la ley islámica en el país y que habría nuevos ataques.
Posteriormente, el grupo Estado Islámico dijo que el ataque era suyo y que uno de sus miembros detonó su cinturón explosivo cerca de la sede policial. Publicó una foto del presunto autor, al que identificó como Abu Othman al-Khorasani.
No se pudo conciliar las distintas declaraciones.
Según Anwarul Haq Kakar, portavoz del gobernador provincial, la bomba estaba colocada en un auto en movimiento, pero las autoridades intentaban determinar si se trató de un ataque suicida.