Es la administradora de un proyecto que pensó por años y que finalmente pudo poner a caminar con sus ahorros
Cinthia Ferreras es suplidora de equipos y aparatos para jardinería, de mantenimiento de áreas verdes y todo lo referente a tecnología forestal. Su proyecto tiene apenas un año, pero ha madurado bastante.
Antes de tener su empresa Cinthia era empleada de un negocio del ramo, donde se desempeñó como administradora de la sucursal Santo Domingo. “De ahí me nació la pasión por esto, porque me gusta mucho dar servicio”, le cuenta la joven emprendedora a elCaribe.
Ha sacado un espacio de la agenda de trabajo para contar su historia, a pedido del diario. En el país –erróneamente o por cuestiones de machismo- algunas actividades comerciales se asociación a hombres más que a mujeres. Una de ellas es la que ejerce Cinthia, si se mira los aparatos que comercializa. Sin embargo, para ella lo importante es que los equipos contribuyen al cuido del medio ambiente y la conservación del suelo, siempre que se usen de manera correcta.
“Una motosierra te permite dar una poda adecuada a los árboles para que éstos produzcan mucho más y te permite hacer una tala correcta con un plan de manejo, para aprovechar la madera en sus diferentes usos”, explica. Vive enamorada del tema y no le cuesta tratarlo.
“Si tú tienes un cortagrama, eso te permite mantener el césped muy bello y contribuir a que haya un ambiente sano, como un pulmón”, agrega. Para Cinthia no se trata solo de vender y ganar dinero; con su negocio intenta cada día ir creando una cultura para que cada dominicano conozca la funcionalidad de los equipos, de suerte que cuando se hable, por ejemplo, de una motosierra la persona conozca para qué usarla.
“Queremos que si la persona tiene una tierrita que desea mantener adecuada, en vez de pensar en un hacha o un machete para determinadas labores, mejor adquiera una motosierra, que es un producto que facilita hacer el trabajo, cultivar y cuidar el medio ambiente, con una tala correcta”, plantea.
Es licenciada en Mercadeo, graduada Magna Cum Laude de la Universidad Tecnológica de Santiago (Utesa, 2006). Su empresa se llama FTGenerals, nombre que resulta de la combinación de los apellidos de ella y de su esposo. “No siempre se puede contratar un jardinero. Para eso quiere decir que hay equipos con los que tú puedes hacer determinadas labores sin que eso sea un gran problema. Hasta te sirve de ejercicio y te distraes”, expresa Cinthia mientras sonríe.
Minutos antes había despachado a Jason Fortuna unos equipos que compró, por un valor de 8,732 pesos. Jason es uno de esos clientes que ha ido ganando Cinthia. Los ha ganado en gran manera por el trato personalizado que ofrece. “Salgo a visitar los clientes y mi asistente se queda atendiendo los compradores que llegan y explicándoles el uso de los equipos”, explica. Al reportero gráfico Edward Roustand se le ve atento a la conversación, especialmente cuando Cinthia menciona un cliente que Roustand conoce muy bien.
Además de su asistente, Cinthia tiene otro colaborador. Se llama Johan Guerrero, que realiza labores técnicas y de taller.
FTGenerals tiene no solo suplidores de renombre a nivel nacional e internacional, representante de importantes marcas, sino también clientes locales de grandes firmas comerciales. El local de FTGenerals está ubicado en la calle Francisco Prats Ramírez 208, pero pronto será mudado a la avenida Roberto Pastoriza de la capital.
Inició la empresa con el apoyo de su esposo
Generalmente, los emprendimientos inician con un capital bajo. Cinthia recuerda perfectamente sus inicios. “Mi proyecto lo pensé por muchos años y ahorré para ello. Creé un colchón financiero que me permitiera iniciar mi negocio sin necesidad de tomar prestado a bancos, ni préstamos a terceros”, rememora. Y agrega: “Este emprendimiento lo inicié con apoyo de mi esposo, que es mi socio principal, que me sostiene en la parte económica y le inyecta capital al negocio”.