Reconocida nacional e internacionalmente, la institución celebra su legado de excelencia e innovación y continúa mirando hacia el futuro con optimismo
Cuando se analiza a la República Dominicana a través de sus entidades de intermediación financiera (EIF), el Banco Popular Dominicano tiene un lugar preponderante y bien ganado. Ha completado seis décadas de incansable servicio y contribuciones trascendentales al desarrollo del país y continúa por ese trayecto.
Desde su apertura al público el 2 de enero de 1964, este banco, que ostenta el título de principal banco privado dominicano (también se ha ganado el título de “Banco del Turismo”), ha tejido una historia que va más allá de las transacciones financieras, para convertirse en un agente de cambio y progreso.
Ayer, con una misa en la Catedral Primada de América, en la capital dominicana, y otras eucaristías simultáneas en todas las diócesis del país, en acción de gracias por su 60 aniversario, el banco agradeció a Dios, a sus clientes, accionistas, colaboradores y proveedores el apoyo, la confianza y la lealtad que ha permitido a la organización financiera cumplir con las mejores ideas empresariales y de vida de cientos de miles de clientes.
Han sido espacios para resaltar, a la vez, el aporte a la transformación de la República Dominicana en una nación más próspera, equitativa y sostenible.
A través de las palabras expresadas por el presidente ejecutivo del banco, señor Christopher Paniagua, se resaltó que la institución financiera ha sido un catalizador del desarrollo sostenible. Desde sus inicios, ha abrazado una visión que va más allá de los parámetros convencionales de la banca, buscando el bienestar económico, social y ambiental del país. La sostenibilidad no es solo un término en sus informes, sino una práctica arraigada en su ADN, desde su misión fundacional hasta su actual compromiso con los Principios de Banca Responsable de las Naciones Unidas.
A lo largo de los años, el Banco Popular ha demostrado ser un pionero en la transformación digital de los servicios financieros en la República Dominicana. No solo ha adoptado innovaciones tecnológicas, sino que ha liderado el camino, abriendo oportunidades para emprendedores, pequeñas y medianas empresas –pymes- y empresas. Bajo su lema de ser “el banco de las ideas”, ha respaldado activamente la innovación para fortalecer la creación de empleo y el tejido productivo del país. El Banco Popular Dominicano no solo se define por sus transacciones financieras, sino por su compromiso social y cultural.
Ha trascendido el ámbito bancario, liderando iniciativas de educación financiera, fomento del ahorro y promoción de la inclusión social. Además, ha sido un aliado clave en el desarrollo cultural, artístico e histórico del país, contribuyendo a la preservación de la identidad dominicana.
Es una referencia, un ejemplo
En sus 60 años ha cosechado innumerables reconocimientos a nivel nacional e internacional. Su compromiso con la excelencia y la innovación, junto con la integridad y responsabilidad corporativa, le ha valido el respaldo de bancos corresponsales destacados del mundo, lo que valida su posición de liderazgo en la banca nacional y regional.
Al celebrar sus seis décadas de servicio, no solo mira hacia atrás con orgullo, sino que también proyecta un futuro optimista. Un optimismo que salió a relucir en cada una de las expresiones externadas ayer por Christopher Paniagua, quien ha renovado el compromiso de la institución con el país, enfatizando la importancia de seguir construyendo una sociedad más incluyente, solidaria y con mayores oportunidades de progreso.
A la eucaristía en la Catedral Primada de América, oficiada por monseñor Benito Ángeles, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo, ante más de 1,000 feligreses, asistieron la primera dama Raquel Arbaje y Marino D. Espinal, presidente del Consejo de Administración del Banco Popular, así como Héctor Valdez Albizu, gobernador del Banco Central; Alejandro Fernández W., superintendente de Bancos; Víctor Bisonó, ministro de Industria, Comercio y Mipymes, y Carolina Mejía, alcaldesa del Distrito Nacional.
Estuvieron, además, miembros de los Consejos de Administración de Grupo Popular y Banco Popular, así como destacadas personalidades civiles (entre ellos del Consejo Nacional de la Empresa Privada) y militares, autoridades del sistema financiero, colaboradores, clientes, accionistas, ejecutivos, representantes de medios de comunicación y relacionados. Junto a la Catedral, las misas simultáneas incluyeron la Catedral Santiago Apóstol, en Santiago de los Caballeros; el Santuario Sagrado Corazón de Jesús, en Moca; la Inmaculada Concepción, en La Vega, y la Catedral San Felipe Apóstol en Puerto Plata.
Catedrales de San José de Ocoa, San Juan y otras
Los templos que se unieron en la celebración del 60 aniversario servicios religiosos simultáneos en la Catedral Santa Ana, en San Francisco de Macorís; la Catedral Santa Cruz, en Mao; la Catedral Nuestra Señora de Regla, en Baní; la parroquia San José, en San José de Ocoa; la Catedral San Juan Bautista, en San Juan de la Maguana; la parroquia Nuestra Señora de los Remedios, en Azua; la Catedral Nuestra Señora del Rosario, en Barahona; la Basílica Nuestra Señora de La Altagracia, en Higüey; la Catedral San Pedro Apóstol, en San Pedro de Macorís, y la parroquia Santa Rosa de Lima, en La Romana.
El presidente ejecutivo del Popular aprovechó la ocasión para reconocer el apoyo y orientación continua de los reguladores, cuyo papel ha sido fundamental en la trayectoria del banco.