A Yoselín y a Anny Justo hay varios puntos que las unen; son hermanas de sangre y ambas llevan en las venas la creatividad y los negocios. Son emprendedoras netas y lo demuestran cada día. Ese es un tema que no entra en discusión. Las dos son profesionales y el trabajo no les representa una carga. Yoselín estudió Comunicación Social y llegó a ejercer. Anny estudió Administración de Empresas y ha hecho varios cursos técnicos relacionados con esa carrera. Pero a raíz de que sus padres se enfermaron las dos abandonaron sus carreras y los empleos para atenderlos. Luego de que fallecieron, las jóvenes emprendedoras se dedicaron a la confección y a la venta de accesorios y prendas. “Debo decirte que teníamos negocios y trabajo, pero debimos dejarlos para dedicarnos a ellos”, le dice Anny a elCaribe, en una conversación tan interesante que se prolongó más de lo calculado.
“Mi mamá duró dos años en cama y nos retiramos del empleo que tenía cada una. Después volvimos de nuevo a los trabajos, pero vimos que al final era tanto ajetreo que dejamos eso”, rememora Anny Justo, poco antes de que Yoselín interviniera para reforzar la conversación. Lo que cuenta Anny sobre la entrada y salida de los empleos ocurrió en el año 2008, pero el negocio, formalmente había iniciado en el año 2004 con Yoselín a la cabeza. Posteriormente Anny se integró por completo en el 2007 y nunca más han parado.
Las dos emprendedoras son oriundas de Villa Vásquez, provincia Montecristi. Yoselín Justo tiene –además- una maestría técnica sobre Emprendurismo, realizada en el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep). Son conocimientos que aplica cada día y si usted visitara el taller donde elabora una pieza y otra verá de qué es capaz. El taller está ubicado en la calle Manganagua número 9, Los Restauradores, de la capital dominicana.
Yoselín y Anny son “manga y hombro”, como se dice popularmente. “Cuando una de las dos hace una cosa, la realiza por las dos. Es lo mismo. Incluso, si Yoselín tiene que pagar el colegio de mi hija lo hace”, dice Anny. Se nota que hay empatía y buena relación entre las dos hermanas. Eso lo notó –incluso- el reportero gráfico Danny Polanco, quien tomó las imágenes para este artículo. “Se ve que se llevan bien”, comentó al salir de la casa alquilada donde funciona el taller Yosi & Anny Design.
“Este negocio nos daba la oportunidad de dedicarnos tanto a él como a nuestros padres”, explica Yoselín Justo, sin detener la conversación. Tiene agilidad para hacer ambas cosas y guardar cada detalle.
En el negocio, Yoselín se encarga del diseño y la elaboración de los accesorios, mientras que Anny se encarga de la parte operativa. “Me encargo de la operación porque opero”, sostiene Anny, sin aburrir el diálogo ni detener las labores. En concreto, lo que hace Anny es encargarse de la venta, la difusión de los productos en redes sociales y por otros medios, la compra de la materia prima y la contabilidad.
Anny sabe el poder que tienen en estos tiempos las redes sociales y lo mucho que se comercializa por esas vías. Está a la vanguardia de los tiempos. “La gente me pide por Instagram, inmediatamente subo algo… una fotografía, de lo que producimos. O me ponen mensajes privados. Tengo muchos clientes. Le vendo a muchas instituciones, públicas y privadas, que me piden y voy a llevarles las mercancías”, expresa.
Yosi & Anny Design no es cualquier negocio. Es uno que tiene clientes fieles por más de diez años. “Se mantienen conmigo porque se dan cuenta que lo que vendo nunca se pone feo. Hemos crecido y nuestro fuerte ha sido -y es- que los diseños son diferentes y aparte de eso no negrean. O sea, no se ponen feos. Una persona que me compró un accesorio hace ocho o nueve años, me recomienda a otra porque sabe que le quedaré bien”, asegura Anny.
Está tan segura de lo que representa su marca, que no vacila un segundo para resaltarlo. “Me han comprado instituciones públicas y privadas para regalar. Una empresa para el Día de las Secretarias me compró como 170 regalitos”, dice con orgullo, mientras la empleada o colaboradora Leidy Berroa la observa atentamente. El pequeño negocio tiene dos empleados y varios artesanos que les pulen el material que se compra “en bruto”.
“Tengo artículos que si usted me los compró y los cuida, duran mucho, pero muchos años. Nos cuidamos al comprar los materiales. Vivimos de esto y tenemos que hacerlo bien. Nosotras prácticamente no hemos invertido en relaciones públicas. Son las mismas clientas que nos recomiendan y hablan bien por nosotras”, plantea Anny Justo. Yosi & Anny Design tiene más de 300 clientes que van y vienen. Es decir, que compran y siguen comprando con el paso del tiempo. El negocio inició con un capital de 3,000 pesos. El fuerte son los accesorios de mujer, pero están abiertas a elaborar piezas para hombres.
