La carga impositiva a los servicios digitales que a partir de agosto de este año el Gobierno pretende establecer entre los que se encuentran plataformas virtuales de alojamientos de renta corta a turistas y particulares en el país, como el modelo Airbnb.
Andrés Marranzini, vicepresidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo de República Dominicana (Asonahores), minimizó esta medida al tiempo que puntualizó que en el mundo hay cientos de ciudades que regular estos sistemas de alquiler inmobiliario.
El dirigente hotelero aclaró que Asonahores considera necesarias estas regulaciones ya que en el mundo para poder ofrecer estos servicios se necesitan garantías que obliguen al cumplimientos de las normas de calidad del sector turístico.
«No se esta planteando nada que no ocurra en el sector inmobiliario en la Republica Dominicana», puntualizó Marranzini en llamada telefónica al programa Despierta con CDN.
Marranzini aboga por que los entes reguladores evalúen los mecanismos de países que han regimentado con éxito al renglón inmobiliario denominado Airbnb.
El empresario negó que los Airbnb compitan con el sector hotelero, sin embargo, resaltan que se enfrentan a una competencia desleal, debido al incumplimiento de normas de salud, seguridad, entre otras, que se les exige a los hoteles.
La falta de regulación abre camino a “una oferta ventajosamente más barata por no tener que cumplir con estas exigencias que sí cumplen los hoteles y, por ende, coloca un techo al precio por habitación que se puede colocar al producto”, expresó Andrés Marranzini.
Destacó los avances de la DGII en el marco normativo para organizar ese tipo de negocio que crece sin regulación y señaló que lo importante a contemplar es que no se produzcan, en la medida de lo posible, distorsiones en la oferta y que provoquen efectos no deseados en un modelo o en otro.
Levantamiento de Asonahores
La institución que agrupa a los hoteleros realizó un levantamiento en 2019 sobre los modelos de oferta y demanda de inmuebles para renta corta por internet de Argentina, Colombia, Estados Unidos, Barcelona, España, Holanda, Inglaterra, Francia y República Dominicana por nivel de riesgo para los clientes. República Dominicana alcanzó los niveles más altos de riesgo y vulnerabilidad por incumplimiento de varias leyes, entre ellas violación a la ley de turismo y obligatoriedad de licencia turística para renta habitacional.
Otro riesgo que representa el alquiler de inmuebles para estadía de paso por canales digitales es que el propietario no tiene manera de evaluar al cliente que le va arrendar el espacio, por lo que se arriesga a que incumpla normas de condominio, en caso de que la propiedad esté en zona residencial o proyectos habitacionales para viviendas.
En ese contexto, Asonahores especifica la necesidad de dividir el modelo en las ciudades y áreas residenciales cuyo impacto de riesgo es aun mayor, por temas de seguridad, de costos y el cambio de dinámica en esas zonas residenciales.
Añadió que, según experiencia de otros países, resulta casi imposible que se pueda implementar un ritmo de vida tradicional mientras en el entorno se evidencia la entrada y salida de personas desconocidas que responden a costumbres diferentes.