Amaury Hernández pasó de ser empleado de cafetería a presidente de una empresa de productos a base de coco
Amaury Hernández ha aguantado zarandeos en la vida, especialmente en la parte empresarial, pero nunca ha caído definitivamente. Desde temprana edad, ha perseguido el mundo de los negocios, y alejarlo de eso no es tarea fácil.
Es presidente de la empresa Coco Bahía, dedicada al suministro de coco, y a la elaboración y venta de productos derivados de esa fruta en República Dominicana y en el extranjero. Es un tipo al que se le reconoce capacidad para trabajar, crear y para llevar delante el sello de la innovación.
Es un cibaeño neto, de esos al que trabajar le pesa poco y sabe bregar con altas y bajas. Lo pone a prueba con frecuencia en su negocio. “Nosotros empezamos muy chiquitos a final de 1997; después, nos vimos medio grande, pero luego pasó algo porque se combinaron muchas situaciones para eso”, le cuenta el emprendedor originario de la provincia Samaná (parte nordeste del país), al equipo de prensa de elCaribe, que le visitó en el municipio Santo Domingo Este.
Amaury no está actualmente en el espacio físico que tuvo en su mejor momento, pero va camino a habilitar uno de mayores estándares. Es mercadólogo de profesión con maestría en investigación. Tiene en el mercado local una gama de productos, entre ellos aceite comestible de coco y productos de belleza y para la higiene. Ninguno de ellos los elabora por antojo, sino que cada paso está sustentado en datos precisos de lo que quiere y necesita la gente, “Hice un estudio en Santo Domingo. Me indicó que aquí se quiere productos de belleza”, comenta el emprendedor. Es bueno para dialogar.
“Antes, tenía tres productos: jabones, un gel y aceite. Actualmente, tengo línea de pelo, splash y otros, que en total suman 30 productos. En la medida que la gente va pidiendo, voy tratando de satisfacer las necesidades”, indica. Amaury no es rico de cuna, ni necesita serlo para poner a caminar una idea. “Para emprender, no es imprescindible la parte monetaria”, asegura mientras conversa. El diálogo transcurre en un momento en el que varias de las colaboradoras del presidente de Coco Bahía ponen etiquetas a algunos frascos o simplemente organizan cajas. Es una labor que no se detiene, porque hay clientes a los que no se les puede fallar. Tiene unos 54 empleados, y está proyectando una producción de 3,000 galones de aceite de cocos vírgenes mensuales. Está mirando de cerca el mercado internacional, que tiene conocimiento mucho más amplio del aceite de coco, que es el producto principal de la empresa Coco Bahía.
“La cadena Bahía Príncipe, todos los productos de coco nos lo compra a nosotros. Estamos incursionando en el área hotelera, más que en otra cosa”, explica. Pero Amaury -de 38 años- no está solo en la actividad. Su esposa es parte vital del negocio. “La línea gráfica la hacemos mi esposa y yo”, indica. Sonríe.
Y agrega: “Como parte de lo que hemos venido haciendo, en 2002 lanzamos un producto que se llamaba Coco Indio, que era un producto natural, totalmente. Pero fueron tiempos de crisis económica y de problemas con la energía eléctrica en este país, lo que hacía que muchas veces nos devolvieran el producto porque al ser perecedero se dañaba, como consecuencia de esa situación. Eso hizo que me desencantara”.
Los productos de Coco Bahía tienen alta demanda. “Hay pedidos de Colombia y de Estados Unidos. Contamos con permisos para eso de la FDA”, expresa Amaury Hernández. “Pero aquí, en mi país, teníamos el inconveniente de la burocracia para conseguir un registro sanitario. Duramos un año detrás de eso, pero ya lo tenemos gracias a ese empeño que pusimos”, sostiene.
Amaury “le llega” a los clientes por varias vías y de igual forma les llegan los clientes a él, incluyendo la parte de las referencias o el “de boca en boca”.
Ahora las redes sociales le ayudan con el empuje
“Hoy día, el mundo está muy comunicado, y las redes sociales son vitales”, dice el presidente de Coco Bahía. Y aprovecha para indicar que puede ubicarse como Coco Bahía RD. Tiene el teléfono 809-953-4033 y el 809-784-4517.
Amaury empezó prácticamente a negociar con cero pesos; pero, luego de gran tiempo, logró construir un perfil bancario, en la medida que conseguía dinero y lo ahorraba hasta conseguir que le prestaran unos 350 mil pesos. “Con eso, compré un camión. En principio, lo que vendía era simplemente pulpa de coco y coco.