El sector agropecuario dominicano está “seriamente” preocupado por los efectos reales de la apertura comercial, por considerar devastador el riesgo de que desaparezca la producción de rubros sensibles como el arroz, leche, habichuela, ajo, carne avícola, de cerdo y la cebolla.
Son productos que no pueden competir con las importaciones, según advirtió ayer la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro), en un encuentro en el que se discutió sobre el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta), y donde el planteamiento prácticamente unánime fue que ese tratado “si bien no puede ser ignorado ni violado”, y que sí puede ser revisado.
“Todo en la vida se puede revisar. No estamos hablando de desconocer lo que establece el DR-Cafta, sino que las cosas se aterricen. Es algo que no ha sido culpa de los productores dominicanos, porque mientras otros países se han aprovechado de las ventajas del acuerdo, República Dominicana, por la falta de una política de largo plazo se ha quedado en rezago”, sostuvo Eric Rivero, presidente de la organización.
Mientras, el exministro de Agricultura Luis Ramón Rodríguez, en una ponencia que tuvo frente a representantes de organizaciones distintas del ramo agropecuario dejó claro que aunque modificar el acuerdo es posible, habría que transitar un camino largo y tortuoso para conseguirlo. “No hicimos nada para colocar al sector en condiciones de competir. Es un proceso largo donde tiene que haber mucha participación a nivel político”, apuntó el exfuncionario agrícola.
Su exposición se denominó “Alternativas Frente al DR-Cafta”. La actividad se realizó en la sede de Aproleche, en la Feria Ganadera del Distrito Nacional.
Rememoró que el DR-Cafta se estableció para salvar una parte de aquellos acuerdos unilaterales que Estados Unidos estaba proveyendo a los países de la región durante la administración de Ronald Reagan, incluyendo la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, que se había establecido con los mecanismos para que toda la mercancía producida en el sector zona franca de República Dominicana y Centroamérica accediera libre de arancel al mercado norteamericano. Dijo que hubo otras iniciativas en esa dirección, hasta que la Organización Mundial del Comercio (OMC) intervino, porque le llamó la atención que se estuvieran firmando acuerdos unilaterales o en una sola dirección, indicando que los acuerdos debían ser bilaterales. “Ahí comenzó Centroamérica a negociar con Estados Unidos un acuerdo y República Dominicana, al ver que estaba avanzado el acuerdo con Centroamérica se adhirió. Por tanto, no negoció, sino que se adhirió al acuerdo y participó en tres rondas de negociaciones, que fueron las últimas. A partir de ahí quedó incluida en el acuerdo”, explicó.
El ganadero
Mientras, Rivero sostuvo que “el mundo es cada vez más cambiante y el reclamo de las asociaciones de productores afectados es cada vez más real”. “Es una demostración de que hay algo funcionando mal. La balanza comercial demuestra cada vez más que esto no está funcionando. Es como si habláramos de la ley del embudo. Lo ancho está para un lado y la realidad de nuestras exportaciones se ve cada vez más amenazada. Hay un tema que es de libre comercio y un tema que es de normativa”, expuso.
Pidió que Confenagro -como institución- sea integrada a los trabajos que realiza la comisión creada por el decreto 260-16, en interés de aportar sus conocimientos y esfuerzos para reforzar las gestiones que el Gobierno realiza para lograr un mayor desarrollo del sector y del país.
“Consideramos que estamos ante una gran oportunidad, que permitirá no solo revisar el acuerdo de libre comercio y garantizar una protección comercial correcta que salve nuestra producción, que es lo mismo que salvar el país, sino también para revisarnos por dentro como país, y tomar los correctivos en las políticas públicas para lograr definitivamente un sector agropecuario competitivo y desarrollado”, indicó Confenagro, en una propuesta de los productores que recoge un conjunto de pedidos.
Otros de los puntos que recoge la propuesta es que deben ser activadas en el país unas consultas sobre el comercio del pollo, que el artículo 3.17 del acuerdo establece que deben ser solicitadas por los países que forman parte. También sugiere solicitar el adelanto de lo que establece el artículo 3.18, respecto a revisar el Acuerdo Agrícola frente al tema de los subsidios, los cuales no se han eliminado en la OMC.
La situación paupérrima del sector agropecuario
El exministro de Agricultura Luis Ramón Rodríguez (economista de profesión) dijo que desde el momento que el país entró al DR-Cafta, el sector agropecuario, que venía de una situación casi paupérrima, podía acceder a financiamiento. “No hicimos nada para poner al sector en situación que pudiera competir, y ese es el lastre que estamos arrastrando”, aseguró.
Sostuvo que lo que se quiere lograr a través de ese acuerdo, refiriéndose a los pedidos para que sea revisado y posiblemente modificado, no será una tarea fácil.
El desplazamiento por parte del turismo y las ZF
En su exposición sobre la cuestión, Luis Ramón Rodríguez dijo: “Lo que ocurre en el sector agropecuario no le importa a nadie, más que a los que están involucrados”. Desde su punto de vista, la agropecuaria como sector ha sido desplazado del DR-Cafta por el turismo y las zonas francas. “Adolecemos de baja rentabilidad, escaso financiamiento, baja competitividad y poca promoción a las exportaciones, así como reducido apoyo al sector agroindustrial y una baja inversión pública para apoyar al sector”, expuso.