Pese a las variaciones, el sector contribuyó activamente al PIB entre 2014 y 2024, el pasado año creció un 4.9%
En una década, comprendida entre el año 2014 y el 2024, el sector agropecuario de República Dominicana ha mostrado un desempeño importante en la economía nacional, aunque con variaciones. Los datos oficiales lo revalidan.
Si bien en algunos años dentro de esos dos lustros la actividad agropecuaria creció a tasas superiores a la de la economía en su conjunto, en otros casos su aporte ha sido más modesto. En 2014, de acuerdo con estadísticas revisadas por elCaribe, el sector agropecuario registró un crecimiento de 5.2%, lo que representó una contribución importante al Producto Interno Bruto (PIB), especialmente al considerar que la economía en general creció un 7.1%.
Ese mismo año, la economía dominicana logró superar a muchas de las economías latinoamericanas, se posicionó como la de mayor crecimiento en la región. Durante ese periodo, la agropecuaria se benefició de una economía favorable, con baja inflación, altos niveles de turismo y un sector financiero robusto. La actividad agropecuaria experimentó avances en varias áreas, e impulsó un crecimiento constante dentro del contexto de una economía que como la local es muy dinámica.
En 2015, la economía dominicana continuó su expansión con un crecimiento de 7%, aunque el sector agropecuario creció de manera más moderada con una tasa del 4.1%. Ese año estuvo marcado por una economía relativamente estable, donde las cifras del agro reflejaron un desempeño más moderado en comparación con otros sectores. La agropecuaria no logró mantener el ritmo de la economía general, lo que mostró que, aunque el sector era clave, otros sectores estaban marcando la pauta.
El año 2016 elevó más el ramo, con un aumento del 9.6%, según datos del Banco Central de República Dominicana (BRCR), mientras que la economía en su conjunto registró un 6.6%.
Ese año fue de particular relevancia, ya que la agropecuaria logró un desempeño por encima de la media de la economía, destacándose en su capacidad de contribuir al crecimiento nacional, a pesar de los altibajos en otros sectores. Fue un año favorable para la producción de diversos rubros agrícolas, y naturalmente, para la seguridad alimentaria.
Sin embargo, en 2017 la agropecuaria experimentó una desaceleración, creció a un ritmo del 5.9%, mientras que la economía creció un 4.6%. Aunque seguía siendo positivo, el crecimiento agropecuario en 2017 mostró signos de una ralentización en su ritmo de expansión en comparación con el año anterior.
Este comportamiento posiblemente estuvo relacionado con factores internos, como los efectos de la sequía. En 2018, la agropecuaria volvió a tener un crecimiento importante del 6.5%, aunque el desempeño de la economía en general fue ligeramente superior, con aumento del 7.2%.
Fue un año de equilibrio, en el que la agropecuaria continuó su proceso de consolidación como motor de crecimiento, pero otros sectores como el comercio y los servicios también desempeñaron roles clave. La economía dominicana en su conjunto siguió demostrando su solidez y capacidad para adaptarse a diferentes circunstancias internacionales.
En 2019, el sector agropecuario creció un 4.1%, mientras que la economía en su conjunto aumentó un 5.1%. Aunque el crecimiento del agro fue más bajo que en otros años, continuó siendo un sector clave dentro de la economía, destacando en medio de un entorno económico favorable en el país. La producción de bienes agrícolas se mantuvo estable, aunque la actividad en otros sectores también estaba en expansión.
Del 2020 hacia acá, veamos
El año 2020 fue un periodo de contracción general (no solo para la agropecuaria, sino para la economía en su conjunto) debido a la pandemia del covid-19, que impactó gravemente todos los sectores de la economía. De hecho, para entonces, República Dominicana estuvo cerrada por aire, tierra y mar, por disposición del Poder Ejecutivo, para evitar una propagación mayor del virus. Sin embargo, República Dominicana demostró su fortaleza productiva, si se toma en cuenta que no faltaron alimentos en el tiempo que duró esa crisis sanitaria mundial.
Para entonces -en 2020- la economía dominicana retrocedió un 6.7%, mientras que el sector agropecuario mostró una resistencia relativa, a pesar de las dificultades. Significa que aunque la pandemia afectó a la agroindustria en diversos frentes, algunos subsectores, como el de la producción de alimentos básicos, fueron esenciales para mantener la estabilidad en tiempos de crisis.
En 2021, el sector agropecuario creció un 2.6%, mientras que la economía se recuperó con un incremento del 12.3%. A pesar de la desaceleración en el agro, ese año mostró la capacidad del sector para superar las dificultades de la pandemia y seguir contribuyendo al crecimiento económico, aunque de forma moderada. En 2022, el sector agropecuario creció un 5%, mientras que la economía se elevó 4.9%. Fue un año de estabilidad, donde la agropecuaria se mantuvo como un pilar sólido en el crecimiento económico, aunque con tasas de expansión más moderadas en comparación con otros años. La economía del país seguía mostrándose competitiva, con una recuperación sólida y sostenida.
En 2023, la agropecuaria creció un 3.9%, mientras que la economía creció 2.4%. Aunque la actividad agropecuaria siguió siendo un motor importante de crecimiento, el ritmo fue menor debido a las tensiones internas y las condiciones internacionales adversas. Ese año reflejó cómo el sector agropecuario se ajustaba a un contexto económico más desafiante, aunque todavía conservaba una participación importante en el crecimiento económico del país.
En 2024, según un informe presentado anteayer por el BCRD, la agropecuaria creció 4.9%, casi igual que la economía, que registró un incremento del 5%. A pesar de las dificultades globales, entre ellas tensiones geopolíticas y condiciones financieras restrictivas, el sector agropecuario mostró vigor.
Abrir más espacios a escala global; nueva ruta
La actividad agropecuaria sigue desempeñando un rol clave en el desarrollo de la economía dominicana, se consolida como uno de los sectores más estables y con mayores aportes a la economía nacional. En fin, aunque su ritmo de crecimiento ha variado, el sector ha mantenido una participación importante en el desarrollo económico, especialmente en años difíciles como el de la pandemia de 2020. Desde el Gobierno se ha dicho que el país avanza hacia una nueva fase de su política agrícola, con miras a consolidar su autosuficiencia alimentaria y ampliar sus exportaciones, al diversificar su oferta en mercados internacionales.
Mayor oferta
El país está a la puerta de convertirse en exportador de uvas de mesa y eso le colocará en mejor posición en el mundo.