Banca y fondos de inversión miran las energías renovables

El funcionario asegura que los bancos locales grandes están muy animados, incluso con tasas muy atractivas

En la República Dominicana todos los bancos locales -los más grandes- tienen los ojos puestos en el tema de las energías renovables, asegura el director ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Edward Veras.

Ha abordado el tema en el desayuno de elCaribe-CDN, un escenario que aprovechó para indicar que los bancos locales están muy animados, incluso con tasas de interés bastante atractivas, comparables con la banca internacional y tal vez con más flexibilidad en términos de requisitos y entendiendo mejor el problema. En el caso de los fondos de inversión también están trabajando duro y de cerca el tema y hay varios de ellos que aquí no solo van al financiamiento, sino que son parte de los proyectos, según los datos aportados por el funcionario.

“Y tenemos las administradoras de fondos de pensiones o AFP. Por primera vez los fondos de pensiones están invirtiendo en un sector que de verdad tiene una rentabilidad calculada. Ya no solamente son los bonos del Banco Central o los certificados del Ministerio de Hacienda, sino que al invertir en energías renovables tienen una rentabilidad asegurada. Hoy tenemos casi todas las administradoras de fondos de pensiones -y los fondos de inversión que están detrás de ellas- metidas en financiar y ser parte de los proyectos renovables”, expuso.

Incluso, hay fondos de inversión del país que poseen el 100% de las acciones de proyectos de energía renovable, de acuerdo con las informaciones ofrecidas.

¿Qué papel están jugando los bancos locales e internacionales y los fondos de inversión en el financiamiento de proyectos renovables?, se le preguntó puntualmente al director ejecutivo de la CNE.

Edward Veras rememora que a nivel mundial, en general, al principio fue difícil para las instituciones financieras entender el esquema de energías renovables. “Sin embargo, ahora el mundo ha entendido el concepto de energía renovable y el modelo de inversión de energía renovable. La banca internacional y las multilaterales están muy enfocadas en financiar proyectos de renovables”, expuso en la conversación.
Dijo que “como una gran bendición”, tal vez acceder a un financiamiento internacional es mucho más difícil para un proyectista local. “El nivel de riesgo país todavía no permite que podamos competir con otras naciones como Chile, o el mismo Estados Unidos (…)”, explicó.



El diálogo con el funcionario fue amplio y diverso. Acudió al encuentro en compañía de Orlando Fernández, director Jurídico de la CNE; Viancamely Alcántara, encargada de Comunicaciones, y reforzado con suficiente información para responder todas las preguntas colocadas sobre la mesa.

Una de esas interrogantes versó sobre las principales diferencias entre el Plan Energético Nacional 2024-2038 y su versión anterior. Su respuesta fue que no se trata de un plan nuevo, porque en el 2004 se había publicado uno.

“No siempre la política pública sigue el mismo orden del plan y el hecho de que no se haya realizado por muchos años, de repente hace que cada entidad, cada empresa o cada institución pública y privada tenga su propio plan. Y cuando eso ocurre no sabemos a dónde vamos como país”, reflexiona.

No se anda con rodeos en su exposición. “En 2020 retomamos la planificación, acompañados del Ministerio de Economía, de Industria y Comercio, de Medio Ambiente y Energía y Minas”, dice.
“Y en 2022 tuvimos una gran versión del plan energético, en la que detallamos la política pública, principalmente de avanzar en la generación a gran escala a gas natural; declarando éste como el combustible de transición, frenando un poco la proliferación de plantas a carbón, sin que eso signifique que vamos a cerrar plantas a carbón, sino que no vamos a fomentar más plantas de este tipo y tratar de reducir al mínimo el uso de combustibles fósiles”, expone.

Un poco más…

El otro gran eje era empujar en el segmento de renovables. “En esa parte hemos tenido un gran avance, pero hay que decir que las renovables vienen con un problema de fondo, en el caso de la energía solar. Es que la solar solamente ocurre en el día y el sistema no se apaga a las cinco de la tarde, hay que seguir abasteciendo. En el caso de la eólica, es también en algunas horas del día que es posible y en otras no”, indica Veras, observado con atención por sus acompañantes y el equipo de periodistas presentes en la plática.

Informó que el plan que se publicará en los próximos días para la revisión y análisis del público, tiene un enfoque en la planificación de renovables, “en decir cómo vamos a ingresar más renovable”.

Se ha ido caminando. Ya se avanzó en la resolución que solicita que aquellos proponentes de nuevos proyectos integren a la vez la parte de almacenamiento, de forma tal que esa energía (la solar, básicamente) pueda ser transferida en horas de la noche. Sale un poco más cara, pero todavía es más barata que usar combustibles fósiles, como diésel o fuel oil número 6.



El siguiente plan viene enfocado en esa tesitura, pero no deja de lado que el incremento de la demanda se ha desviado de lo previsible. “El calor que se ha estado produciendo ha incrementado la demanda de forma significativa. El crecimiento de la economía es un factor que tiene la demanda en su ecuación y hoy día hay que acelerar todos los planes de generación y de abastecimiento, para que el ciudadano tenga acceso a energía las 24 horas”, asegura Veras.

Conoce bien el tema y habla con bastante propiedad sobre él. Desde su óptica, la Ley 57-07, de Incentivo al Desarrollo de las Fuentes Renovables de Energías, fue futurista y previó que el almacenamiento esté eximido de los aranceles y de la carga fiscal. “Cuando se hablaba de almacenamiento para entonces, tal vez era una quimera; cuando todavía generar con paneles solares era más caro que con cualquier sistema convencional”, plantea. La normativa a la que hace referencia es del año 2007.

Explicó que desde 2018 a la fecha ha ocurrido un desmonte significativo. Y lo mismo ha pasado con los insumos para producir energía eólica, pero no ha sido tal vez tan acentuada la disminución.

Informó que la emisión del decreto 608-21 y del 65-23 han posibilitado que se haya podido pasar de un 9% que se tenía en el año 2019 a un 16% de integración de energía no convencional en la matriz energética.

Calculó que 13% se genera en gran escala y va al sistema eléctrico nacional, y hay de un 2.7 a un 3% que es generación distribuida, que se genera desde las casas, desde las industrias y desde los comercios.

Desde su punto de vista, si se está en un 16%, es posible avanzar a un 25%, porque el trabajo que se ha hecho, tanto el equipo de energía del Poder Ejecutivo, como la Superintendencia de Electricidad, el Ministerio de Medio Ambiente y otros, son una promesa actual de que unos 26 proyectos en construcción se integren a la matriz hacia 2025. Se habla de unos 1,300 megavatios de energía renovable. “Vamos más que a duplicar la existente y obviamente que la demanda aumenta y eso incluye en que no sea una producción lineal “, argumenta.

Explicó que las expectativas son prometedoras, ya que en 2023 se invirtieron 1,071 millones de dólares en proyectos de energía renovable y este 2024 se proyecta superar 1,300 millones de dólares.

“Va a permitir cumplir con esa primera meta, que está ubicada en el artículo 21 de la Ley 57-07. En término de energía renovable, la meta es llegar al 25% al 2025, pero como política pública el Estado se ha enfocado en alcanzar el 30% al 2030. Edward Veras dice que hoy puede ser posible gracias a la integración masiva de almacenamiento y la integración del sector privado.

Sin embargo, sostiene que para ello se necesitan unos 5,400 millones de dólares, a razón de 1,000 millones de dólares por cada año, hasta el 2030. “Hoy tenemos el avance, tenemos el financiamiento, tenemos un sector muy dinámico y propuestas novedosas, que pueden estar integrándose a partir del año 2026, principalmente las que tienen almacenamiento. Nos van a permitir lograr ese espacio en la matriz. Aspirar a más requiere de un análisis más exhaustivo”, asegura.



¿De los proyectos por 1,300 millones de dólares calculados para 2024, qué parte ha ido caminando, tomando en cuenta que han transcurrido seis meses ya?

“Mira, se construyen 26 proyectos en la actualidad; la forma como nosotros certificamos esas construcciones es cuando los propietarios tienen todos sus permisos y empiezan con las compras de equipos. Cuando esas compras comienzan, depositan toda la documentación en la CNE para asegurar la aplicación de los incentivos fiscales. Cuando un proyectista me entrega las facturas de que compró cien mil paneles para su proyecto, ya sé que va en serio”, indicó.

La zona de Guerra -provincia Santo Domingo- es la de mayor atractivo para la instalación de proyectos; también hay en Nagua, La Romana, San José de las Matas, Baní (el Matafongo, por ejemplo), en Azua, en La Victoria, en Haras Nacionales y en otros espacios geográficos dominicanos. El director de la CNE espera que ocho de los 26 proyectos estén operando en los próximos días.

Exenciones deben permanecer

Cuando Edward Veras aborda el tema referente a Manzanillo y sus proyectos, dice que avanza, con más de US$2,000 millones de inversión privada.

De otro lado, preguntado sobre el tema de los incentivos fiscales y la actual discusión sobre una eventual reforma fiscal, favorece que las exenciones a las energías renovables se mantengan.

Sustenta su opinión en los resultados que han posibilitado esas facilidades.

“Hoy la gran oportunidad que tenemos de aprovechar una ley para cumplir con los objetivos fijados es mantener los incentivos fiscales de las energías renovables en República Dominicana”, dijo.

Calculó que el pasado año el país se evitó la compra de petróleo por unos 250 millones de dólares gracias a la integración de todas las energías renovables que se producen localmente.

“Eso también hay que colocarlo en la matriz de la carga fiscal y ver además la carga país, no se trata solo de ver la entrada del gobierno”, expuso.

En otra parte de la conversación sostuvo que se espera que para 2027-2028, los precios de compra de energía en el mercado mayorista bajen de 17 centavos de dólar que tuvieron entre 2022-2023 a unos 12 o 13 centavos en promedio.

Que eso sea así, dependerá en gran manera, de que los proyectos que se están planteando en Manzanillo (de 1,200 megavatios a gas natural), otro que se va a plantear en Boca Chica (de 400 megavatios) y el avance de las renovables se hagan realidad. “Las empresas de distribución tendrán un mejor precio de compra. Estamos hablando de que entrará toda esa generación en contratos de largo plazo, con un combustible mucho más barato”, apuntó.

Las distribuidoras, un tema pendiente

Sobre las distribuidoras eléctricas (Edesur, Edenorte y Edeeste) y el déficit con el que a menudo operan, Edward Veras aseguró que ese tema es la gran tarea pendiente del gobierno en término del sector eléctrico. “Hoy la generación avanza en buenos pasos, la transmisión también avanza, la institucionalidad del sector también avanza, pero las EDE son la gran tarea pendiente.

Sostuvo que si le pidieran una propuesta de qué debe hacerse para mejorar las empresas distribuidoras de electricidad, la propuesta la plantearía en tres vertientes. La primera (que ya se ejecuta) es asegurar la compra de energía a largo plazo, lo más barata posible. Recordó que en 2022 las distribuidoras compraron el kilovatio hora a 17 centavos de dólar, lo cual es muy caro en cualquier país de la región. En 2023 cerraron en 16 centavos de dólar. Otro componente del que habla Veras, como solución para la distribución, es la focalización del subsidio a través de la política social del gobierno y superar un error histórico que se tiene –de más de 20 años- consistente en mantener un subsidio en la tarifa eléctrica, sin estratificar. En 2022 se intentó corregir eso con el Pacto Eléctrico.

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