CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Unas 1.400 personas han sido evacuadas en la región turística de Los Cabos ante la inminente llegada de la tormenta tropical Lidia, que cobra fuerza mientras se acerca al extremo sur de la península de Baja California.
Las autoridades mexicanas advirtieron a los residentes que deben prepararse para fuertes vientos, aguaceros y una peligrosa marejada ciclónica que podría dejar olas de seis a ocho metros en Baja California Sur y Sinaloa, los dos estados que se encuentran en alerta roja, según indicó el coordinador general de Protección Civil, Luis Felipe Puente.
Lidia está dejando fuertes lluvias en gran parte de México porque está interactuando con otros dos sistemas activos, una onda tropical y una zona de inestabilidad en el Golfo de México.
De hecho, varios puntos de la capital se inundaron debido a que las lluvias se han sucedido durante cuatro días consecutivos, e incluso se cerró durante unas horas el aeropuerto internacional y el exceso de agua provocó un socavón de unos diez metros de diámetro y varios de profundidad en una de las principales avenidas de Ciudad de México.
Puente señaló que las evacuaciones en la punta de la península de California, en la zona de Los Cabos, se iniciaron el miércoles pero aumentaron a lo largo del jueves cuando ya habían empezado a notarse los fuertes vientos y el aguacero.
Lidia podría dejar precipitaciones de entre 20 y 30 centímetros (de 8 a 12 pulgadas) de agua en buena parte del estado de Baja California Sur y el oeste de Jalisco, amenazando con inundaciones repentinas y deslaves, según meteorólogos.
El jueves por la tarde, la tormenta tenía vientos sostenidos máximos de 105 kilómetros (65 millas) por hora y se preveía que pudiera fortalecerse antes de tocar tierra el jueves a última hora o el viernes de madrugada. Su centro estaba unos 40 kilómetros (25 millas) al sur de Cabo San Lucas, México, y avanzaba hacia el nor-noroeste a 15 kilómetros por hora (9 mph).
Se espera que Lidia se acerque el jueves por la noche al extremo sur de Baja California, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. La tormenta podría ganar fuerza durante el día y “aún tiene la oportunidad de acercarse a la categoría de huracán” antes de tocar tierra.
Por su parte, Irma, formada el miércoles sobre el centro del Atlántico, se convirtió en huracán el jueves. Su rumbo podría llevarla cerca de la entrada oriental del Mar Caribe a principios de la semana que viene pero aunque tiene vientos máximos de 155 kilómetros por hora (100 mph) de momento no supone un peligro.
Irma podría convertirse en un huracán fuerte para el jueves por la noche y podría ser extremadamente peligroso en los días siguientes. No se han activado advertencias ni alertas costeras por el momento.