BOGOTÁ— Las autoridades colombianas capturaron a seis disidentes de las desaparecidas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y a tres miembros de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), informó el lunes el Ejército.
Los detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General, que los acusará de rebelión, porte ilegal de armas y narcotráfico.
El general Alberto Sepúlveda, comandante de la zona, dijo en rueda de prensa que con estas operaciones “se ha menguado la capacidad militar de estos delincuentes” y recordó que en lo que va del año en la región han muerto en combates más de 20 miembros de esas organizaciones ilegales.
Horas después, el comandante del ejército, general Ricardo Gómez, se refirió en su cuenta de Twitter a la captura de alias “Pirulay”, integrante del ELN. “Este sujeto sería el responsable de perpetrar atentados terroristas de los últimos meses contra el oleoducto Trasandino”.
Según las autoridades, este oleoducto que opera principalmente en el departamento de Nariño, al suroeste del país, ha sido afectado por más de diez atentados en lo que va del año y los autores serían miembros del ELN. Los ataques sólo han dejado pérdidas materiales y de crudo; no ha habido víctimas ni heridos.
En noviembre de 2016 las FARC firmaron un acuerdo de paz con el entonces presidente Juan Manuel Santos, que puso fin a más de medio siglo de conflicto armado.
Como parte de ese pacto la exguerrilla devenida ahora en un partido político logró diez curules: cinco en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes. Según el gobierno, hay aproximadamente 1.200 disidentes de ese grupo.
El ELN nació en 1965 como un proyecto político antiimperialista inspirado en la revolución cubana y tiene en sus filas a unos 1.500 combatientes, según cifras oficiales. Desde el año pasado la guerrilla mantiene conversaciones de paz con el gobierno colombiano aunque nunca pudieron acordar un alto el fuego.