PUERTO PRÍNCIPE (AP) — El precio de la canasta básica de Haití se incrementó cerca del 8% en el último año para colocarse en unos 19 dólares por persona al día, mientras el salario mínimo permanece estancado en cinco dólares y el 60% de la población vive con menos de dos dólares diarios, según información difundida el viernes por las autoridades.
Los datos publicados por la Coordinación Nacional de Seguridad Alimentaria en su boletín de julio confirman las constantes quejas de la población, que a principios del mes protagonizó violentos disturbios contra el intento del gobierno por incrementar hasta en 51% los precios de los combustibles.
Tratar de aumentar los carburantes fue “la gota que derramó el vaso”, dijo a The Associated Press en una reciente entrevista el economista Camille Chalmers al recordar que a lo largo de los últimos cuatro años los precios de los productos básicos han mantenido una constante alza.
El fallido plan para aumentar los hidrocarburos, que formaba parte de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, concluyó con la renuncia el 14 de julio del ex primer ministro Jack Guy Lafontant y todo su gabinete luego de los disturbios en los que varios centros comerciales y decenas de vehículos fueron destruidos por turbas de inconformes.
La Coordinación Nacional de Seguridad Alimentaria explicó que el aumento de la canasta básica en el último año “es causada principalmente por el aumento de precios de arroz y maíz importados, así como incrementos en el arroz local”.
La canasta básica está compuesta por arroz, harina de trigo, maíz, frijoles, azúcar y aceite vegetal. Las carnes, lácteos, huevos, pescado y frutas no están incluidos en la cesta que toman las autoridades como indicadores y esos productos han registrado incrementos de precios aún mayores.
Según los datos de la Coordinación Nacional, los incrementos durante el 2018 representan un aumento del más del 19% en los dos últimos años.
“Es una situación de pauperización masiva, muchos sectores de la clase media se pauperizan y aumenta el porcentaje de la población que realmente no puede comer”, insistió Chalmers.
La economía de Haití, que con ingresos per cápita inferiores a 800 dólares al año es el país más pobre de occidente, se ha visto severamente afectada por la constante devaluación de su moneda y la creciente carestía de productos básicos.
Los precios de los productos agropecuarios han sido impactados por una prolongada sequía en 2015 y por los efectos del huracán Matthew, que destruyó en 2016 las principales zonas agrícolas.
Mientras un litro de leche cuesta en los supermercado de la capital unos 3 dólares y está reservado para las élites, la carne de pollo duplicó su precio a tres dólares por libra desde 2014, mientras el arroz ha aumentado 12%, el maíz y el azúcar 30% y el pescado, 70%, según datos del Instituto Haitiano de Estadísticas e Informática.