El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, ha señalado este domingo que las tropas de EE.UU. no se retirarán de Siria hasta que los terroristas del Estado Islámico remanentes estén completamente erradicados, y Turquía garantice la seguridad de las milicias kurdas respaldadas por Washington.
Según Bolton, el presidente de EE.UU., Donald Trump, le dijo que “no permitiría que Turquía mate a los kurdos”.
“No creemos que los turcos deban emprender una acción militar que, como mínimo, no esté totalmente coordinada y aceptada por Estados Unidos, para que no pongan en peligro a nuestras tropas, sino también para que cumplan con el requisito del presidente de que las fuerzas de oposición sirias, que han luchado con nosotros, no están en peligro”, aseveró.
El asesor de Seguridad Nacional de EE.UU. además subrayó que no hay un calendario establecido para la retirada de los cerca de 2.000 soldados estadounidenses de Siria. “El calendario se deriva de las decisiones políticas que necesitamos implementar”, señaló.
Asimismo, agregó que Washington no está interesado en mantener una presencia militar a largo plazo en el país.
Este viernes el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, afirmó que Washington comenzó a retirar a sus tropas de Siria. Según Pompeo, a pesar de ello EE.UU. continuará persiguiendo sus objetivos en Oriente Medio. Asimismo, Pompeo destacó que asegurarse de que los militares turcos no masacren a los kurdos aún forma parte de la misión de EE.UU. en Siria.
El pasado 19 de diciembre Trump declaró la victoria sobre el Estado Islámico en Siria, señalando que esa era la única razón para la presencia del Ejército estadounidense en el país.
Aunque el mandatario estadounidense se comprometió a llevar las tropas estadounidenses a casa lo antes posible, los desacuerdos entre Washington y Ankara sobre el futuro de las milicias kurdas podrían paralizar la retirada.
Turquía ha calificado a las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), apoyadas por EE.UU., de “grupo terrorista”.
El asesor de Seguridad Nacional de EE.UU. además subrayó que no hay un calendario establecido para la retirada de los cerca de 2.000 soldados estadounidenses de Siria.