En la reunión del Comité Político donde se conoció sobre la construcción de la autopista del Coral, las cosas no sucedieron como afirma Felucho y que ha llenado las redes sociales de “memes” y comentarios sarcásticos.
Ese tema se agendó a su solicitud y se invitó al Secretario (luego Ministro) de Obras Públicas, ingeniero Víctor Díaz Rúa, quien se hizo acompañar del responsable de la obra, Pedro (Pedritín) Delgado Malagón.
Llegaron, literalmente, con una carretilla para transportar expedientes, planos y vídeos. El Ing. Delgado empezó explicando que la carretera del Coral se inició en el período del presidente Hipólito Mejía y para avanzar se asociaron las oficinas de Moya y Odebrecht. Se incluyó la Circunvalación de La Romana, todos tramos con estructura de pavimentos y geometría de los países más desarrollados.
Las explicaciones dejaron convencidos a los miembros del Comité Político, puesto que, a diferencia de lo que planteó Felucho de que debía desviarse la trayectoria trazada, la ruta diseñada correspondía a la necesidad técnica y de aprovechamiento regional.
No fue como afirma Felucho, sus argumentos fueron deficientes, como sucede cuando el que opina de un tema técnico profesional que no domina y tampoco se asesora de un profesional. Felucho pretendía desviar el curso por donde se construiría la carretera y Pedritín Delgado Malagón demostró que lo previsto era lo correcto.
Lo propuesto por Felucho construir una carretera, además barata, me hizo recordar cómo era la que existía antes de la autopista Duarte para comunicar a Santiago con la Capital; por la que vine cuando era un niño. En el turno que agoté, dije que no podíamos devolver el desarrollo alcanzado para hacer una como aquella que los vehículos debían tirarse a un lado para dejar pasar el otro; y que se duraba más de cuatro horas para llegar a destino.
Era evidente que ni debía desviarse el curso de la carretera del Coral, ni debía construirse con características estructurales, sino era de última generación. Se desestimó el planteamiento de Felucho porque su interés era personal no profesional y se inauguró finalmente en 2012. Como se ve, no fue un tema de sobrevaluación, sino de calidad y sobre todo técnico para que fuera aprovechable para el Este, región turística.
La generalización sobre temas mediáticos tan ruidosos, como ocurre a propósito del expediente Odebrecht, de que en casi todas hubo sobrevaluación, es una ligereza. Sólo se puede hacer con los resultados de una auditoría de profesionales especializados.
El ambiente mediático creado impacta sobre dirigentes del mismo PLD, con debilidades políticas por querer desligarse de responsabilidad. No quedan muchos fundadores de este partido, pero hombro con hombro con las generaciones herederas legítimas, se está dispuesto a afrontar la crisis de confianza que afecta a la organización en sectores del país.
Empezar por ser humilde; la humildad no es sólo la sencillez ni sentarse en una silla de guano. La Real Academia de la Lengua la define como “Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo a este conocimiento”.
De humildad, mal entendida, es que carecen algunos dirigentes del PLD; esos son arrogantes y prepotentes. La falta de reconocer debilidades conduce a la destrucción.
¡Demos valientemente un paso, reunámonos para acordar recuperar la humildad peledeístas! l