“Ya sean haitianos, rusos, venezolanos o japoneses hay que tratarlos bien y la iglesia no puede decir otra cosa. La iglesia no es Aduana ni Migración, ni llevamos estadísticas, por lo que no tiene que pedir pasaporte”.
Con esa frase se refirió el arzobispo Freddy Bretón al tema de la inmigración durante la celebración del 174 aniversario de la Independencia Nacional.
Dijo que la misión de la iglesia es extender las manos aunque reconocemos que la población tiene derecho a externar su preocupación”, apuntó el religioso.
Sin embargo, expresó que las autoridades deben darse a respetar, ya sean muchos o pocos los extranjeros, con la aplicación de las regulaciones.
El arzobispo dijo que ora ante la carga pesada que llevan las autoridades, por lo que pide sabiduría para que enfrenten los principales retos de la nación.
Monseñor Bretón habló de la importancia de la dignidad del ser humano, de la justicia y cuestionó que a veces hasta los corruptos se colocan insignias patrias, cuando la verdadera honra está en la conducta personal.
Llamó a los políticos y ciudadanos a imitar con el ejemplo el legado el patricio cuando devolvió el dinero entregado para la causa.