BUENOS AIRES (AP) — Sindicatos y organizaciones sociales se manifestaron el miércoles en Buenos Aires en un contexto de creciente descontento social por la crisis económica y el recorte del gasto al que el gobierno argentino se comprometió con el Fondo Monetario Internacional.
Organizaciones críticas del gobierno del conservador Mauricio Macri cortaron las principales avenidas de la capital e instalaron decenas de ollas populares donde cocinaron guisos que luego distribuyeron a los manifestantes para llamar la atención sobre la creciente pobreza.
Según las últimas cifras oficiales, cerca de 30% de la población argentina es pobre pero analistas estiman que la cifra aumentará a fines de año en un contexto de caída de la economía de cerca de 2%.
Durante la protesta, que reunió a miles de personas, Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa, dijo que las agrupaciones políticas y sociales de la oposición deben unirse porque Macri “está entregando” Argentina al FMI.
Los congregados se manifestaron bajo las consignas “Basta de medidas contra el pueblo” y “Fuera el FMI, basta de hambre” y exigieron la emergencia alimentaria para proveer mejores y mayor cantidad de alimentos a los comedores a los que acuden personas de bajos recursos. Otras protestas se replicaron en distintas ciudades a lo largo del día.
En tanto, docentes de la educación pública y otros empleados estatales realizaron una huelga en reclamo de mejoras salariales ante la disparada de la inflación por la fuerte depreciación del peso, de más de 50% en lo que va de año. Economistas estiman que el alza del costo de vida será de al menos 40% anual, la segunda más alta de la región después de la de Venezuela.
Los manifestantes están en contra del acuerdo crediticio que Argentina suscribió en junio con el FMI por 50.000 millones de dólares para afrontar la crisis cambiaria iniciada un mes antes y que conlleva un recorte del gasto público y otras medidas de ajuste.
Para lograr adelantos de fondos de ese préstamo Argentina se comprometió a lograr un déficit fiscal cero en 2019.
Ante la agudización de las protestas en las calles el gobierno anunció días atrás mejoras en los planes sociales, el envío de alimentos a los comedores y el restablecimiento de un sistema de control de los precios de los productos básicos.
El descontento social también se refleja en las encuestas. Un sondeo de la consultora Raúl Aragón & Asociados realizado a principios de este mes en la capital -bastión de Macri- indicó que 58,7% de los consultados considera que las recientes medidas económicas no conseguirán detener la inflación, mientras que 52,9% no votaría a Macri si fuera candidato en las elecciones generales de 2019. El estudio, realizado sobre 600 consultas, tiene un margen de error de 3,9 puntos porcentuales.