Redacción Internacional.- América empieza a relajar sus medidas de prevención ante la disyuntiva de hallar un “equilibrio” entre la recuperación económica y el número de muertes que esté dispuesta a asumir cuando ya supera los 1,5 millones de contagios este martes y aumentan los llamados a la cautela a la espera de la llegada del pico.

Las voces que piden cautela ante la eliminación de las medidas de restricción por el COVID-19 tomaron fuerza en América este martes con la vocería de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) o el gobernador neoyorquino, Andrew Cuomo.

La directora de la OPS, la doctora Carissa F. Etienne, advirtió que “la suavidad o la eliminación de las medidas de restricción puede acelerar la propagación del virus y abrir la puerta a un resurgimiento dramático y la propagación a otras áreas adyacentes”.

Además, expuso que cada nación tendrá que decidir sobre sus propias medidas con base en un “equilibrio” entre la recuperación económica y el número de muertes que esté dispuesta a asumir.

EL AVANCE DE LA ENFERMEDAD

El número de casos globales de COVID-19 confirmados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) alcanzó este martes los 3,48 millones, mientras que los fallecidos superan los 241.000.

Desde el 1 de mayo los contagios diarios se sitúan en la franja de los 80.000 y los 90.000 nuevos casos, mientras que hay fuertes oscilaciones en las muertes reportadas por jornada globalmente que impiden precisar cuál es la tendencia actual, que parecía a la baja en las dos semanas anteriores.

De otra parte, la Universidad Johns Hopkins reporta en su mapa virtual que actualiza casi que en tiempo real 3.646.206 contagios confirmados y 255.486 muertes, siendo Estados Unidos el principal foco con 1.194.494 de los casos reportados.

En esta jornada la Casa Blanca confirmó que planea desmantelar su equipo de respuesta al COVID-19, lo que dejaría al Gobierno sin una sala de crisis centralizada en un momento en el que los expertos advierten que el número de muertes por coronavirus podría duplicarse en los próximos tres meses.

EL COSTO DE LA VIDA

El estado de Nueva York ha sido uno de los más golpeados por la enfermedad no solo en EE.UU. sino en el mundo, muestra de ello es que allí se han contabilizado casi 20.000 fallecidos.

Ante esta situación el gobernador neoyorquino, Andrew Cuomo, advirtió del “costo humano” que puede tener una reapertura demasiado rápida de la economía, aunque enfatizó en que la estrategia de contención de contagios está funcionando, pero depende de las acciones que se “tomen hoy”.

En su actualización diaria sobre la crisis del coronavirus SARS-CoV-2, el gobernador dijo que entre ayer y hoy hubo 230 fallecidos, cuatro más que el día anterior, aunque las cifras de nuevas hospitalizaciones e intubaciones siguen a la baja y, en conjunto, el estado en el epicentro de la pandemia está “sin duda bajando la montaña”.

Cuomo aseguró que la cuestión “de fondo que se está debatiendo” al hablar de una reapertura económica en todo el país es la de “cuánto vale una vida humana”.

“Hay un costo de mantenernos cerrados, un costo económico y personal, pero también hay un costo de reabrir rápido. Cuanto más rápido abramos, más bajo será el costo económico, pero más alto el costo humano, porque se perderán más vidas. Esa es la decisión que realmente estamos tomando, cuál es el equilibrio y cuál es el intercambio”, explicó.

EL CORONAVIRUS PENETRA LAS CÁRCELES

Las malas condiciones de muchas prisiones en el continente americano, ya antes afectadas por problemas como la falta de higiene o el hacinamiento, han contribuido a la rápida expansión del COVID-19 en muchas cárceles en esa región, alertó la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

“Miles de prisioneros y funcionarios de prisiones se han infectado en América del Norte y del Sur”, destacó en rueda de prensa el portavoz de la oficina, Rupert Colville, quien también alertó sobre la violencia que en algunas instalaciones han desatado el miedo al contagio o las medidas de prevención.

“PREOCUPANTE” FOCO DE CONTAGIOS EN LA CAPITAL

Mientras aumenta la ansiedad por una reapertura gradual en América, las autoridades sanitarias de Chile registraban 1.317 nuevos casos de coronavirus y se mostraban muy preocupadas por el creciente foco de contagios en la capital, donde se concentran el 85 % de las infecciones.

“Nos preocupa enormemente que el 85 % de los casos nuevos que hemos detectado, ya sea esencialmente por el aumento del seguimiento, corresponden a la ciudad de Santiago”, sostuvo el ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, en su rueda de prensa diaria.

A partir de las 22.00 hora local de este martes, seis localidades entrarán en cuarentena obligatoria: cuatro comunas santiaguinas y dos del norte del país, Antofagasta y Mejillones.

Así, en una veintena de municipios regirá el confinamiento total, una medida que se enmarca en la “cuarentena selectiva” que ha llevado a cabo el Gobierno de Chile desde el inicio de la pandemia y por la que ha descartado el confinamiento nacional.

Por otro lado, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, defendió hoy la cuarentena a nivel nacional dictada hace 51 días, que, consideró, ha impedido que el número de decesos por el COVID-19 vaya a superar los 460.000 muertos en el país en siete meses.

En su presentación ante la prensa para entregar el reporte del avance de la enfermedad, Vizcarra informó que los fallecidos por la pandemia han llegado a 1.444 en el país, cien más que ayer, pero que esta cifra dista mucho de la proyección inicial hecha por una investigación científica independiente hace dos meses.

ECONOMÍAS EN CUIDADOS INTENSIVOS

La economía mexicana perdió 700.000 empleos formales hasta abril en medio de la incertidumbre de la crisis del coronavirus y “de la falta de confianza” derivada de las políticas públicas, indicó una minuta de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).

“El principal peligro que enfrentamos es una pérdida de empleos en el corto plazo que no se podrán recuperar en el mediano plazo, condenando a una proporción de la población a una situación de pobreza estructural”, advirtió uno de los integrantes de Banxico.

Apenas este lunes, especialistas del sector privado consultados por Banxico pronosticaron una caída del 7,27 % del PIB en 2020.

De otra parte, hoy se conoció que la producción industrial de Brasil retrocedió un 9,1 % en marzo, en comparación con febrero, “reflejando los efectos del aislamiento social provocados por la pandemia del coronavirus”, informó el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). EFE

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