El director General de Aduanas, Enrique Ramírez Paniagua, aseguró ayer que está enfocado en lograr que esa institución se integre al comercio, a la facilitación y al entendimiento del mundo de los negocios, con un enfoque a la agilización.“Queremos una aduana enfocada en los servicios más que en la mera recaudación como tal; una aduana más efectiva y moderna y capaz de entender la dinámica cambiante del mundo, integrada en la región de manera activa y líder, apoyando todas las oportunidades de negocios que tiene República Dominicana y que entienda que el tiempo representa dinero”, planteó el funcionario, entrevistado en el Almuerzo Semanal de Multimedios del Caribe.
Para que todo eso a lo que aspira Ramírez Paniagua se haga realidad, la Dirección General de Aduanas (DGA) invierte en transformación de procesos internos, en tecnología, en recursos humanos, en estructura que permita ser más funcional y en mantener un aporte al fisco, -en término de su efectividad recaudatoria- y velando porque todo lo que entra al país, verdaderamente sea lo que puede ingresar.
En la entrevista de ayer los temas abordados fueron muchos, todos vinculados a la actividad aduanera. Y como parte de eso, Ramírez Paniagua resaltó que el país tiene una posición geográfica envidiable, por estar en el centro del Caribe. “Debemos aprovechar al máximo ese potencial. Aduanas está muy bien posicionada a nivel regional por el hecho de que ha venido realizando desde hace muchos años un proceso de inversión en tecnología y en modernización, en base -más bien- a acuerdos de la Organización Mundial de Aduanas y la Organización Mundial del Comercio. La Aduana dominicana ha estado obligada a irse integrando a las distintas actividades que esas entidades auspician”, planteó el principal funcionario de la DGA.
Ramírez Paniagua no titubea cuando tiene que referirse a la fortaleza de la institución. “Nuestra aduana es competitiva en términos de procesos de desaduanización, tiempo de espera de la carga para ser desaduanizada en los puertos y estamos en franca mejoría. Hemos avanzado con relación a los años pasados”, indicó. Y rememoró que en los años 90 en el país le tomaba entre 40 y 45 días a un importador sacar un contenedor de un puerto. Sin embargo, hoy en día eso puede lograrse en horas, especialmente si el importador cuenta con la certificación OEA (Operador Económico Autorizado) o si tiene un volumen grande de carga a través de los puertos, porque eso le hace merecedor de ciertas facilidades. “Llegan los contenedores y en cuatro horas puede estar la carga afuera. No importa la clase de carga, siempre y cuando el importador esté certificado como uno de bajo riesgo”, le dijo Ramírez Paniagua a Osvaldo Santana, director de elCaribe, quien dirigió la entrevista.
Desde que Ramírez Paniagua fue designado como director de Aduanas en agosto de 2016 (antes de eso era administrador del Banco de Reservas) se encargó de iniciar un proceso de segmentación de los importadores dominicanos.
“Yo no puedo tratar a un importador que trae dos mil contenedores al año igual que a uno que trae cinco. El que trae dos mil es mayor contribuyente y debo darle un trato adecuado, que se corresponda con el volumen de impuestos que se le cobra a través de Aduanas”, dijo.
Informó que su gestión se ha ocupado de crear una unidad -que no existía hasta ahora- de atención a esos clientes. Refirió el caso de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), que posee una unidad denominada Grandes Contribuyentes, mientras que en la DGA a todo el mundo se le trataba igual. “Es una de las debilidades que encontramos y que estamos corrigiendo, de manera que podamos dar un tratamiento distintivo y una atención más efectiva para que esos recursos lleguen más rápido al fisco”, apuntó.
La DGA representa alrededor del 21% del total de los ingresos fiscales del Estado. Eso fluctúa dependiendo de la efectividad de la gestión. En la actualidad anda por el orden del 20%, lo que en números absolutos representa 120,000 millones de pesos que se han presupuestado para el año 2017. El pasado año 2016 eran unos 103 mil millones, lo que significa que hay ahora un aumento de 17,000 millones de pesos, con relación al pasado año. “Captar esos 17,000 millones es un reto mayor. Llevamos un seguimiento día a día para asegurarnos que podemos lograrlo. Hasta el cierre de marzo, que es el trimestre más difícil, logramos llegar al objetivo recaudatorio que se tenía en el Presupuesto, que eran unos 26,000 millones de pesos, del primero de enero al 31 de marzo. Lo logramos y nos pasamos un poquito del objetivo recaudatorio”, resaltó.
A diferencia de otras agencias recaudadoras del Estado, la DGA recibe dinero a diario, porque para desaduanizar una mercancía el propietario debe pagar los impuestos previamente. En el caso de la DGII, por ejemplo, los ingresos son en fecha de corte, es decir, cuando se requiere pagar un impuesto equis.
Cuando Osvaldo Santana le preguntó a Ramírez Paniagua cómo le ha ido en la lucha contra los contrabandistas, su respuesta fue esta: “Son muy similares los problemas nuestros y los de la DGII. Por eso se ha dado una alianza desde el inicio de esta gestión, con la integración de equipos de trabajo que se reúnen con regularidad. Hay una integración DGA-DGII que no existía en el pasado. Eso, a nivel de que los sistemas se comunican para intercambiar información”.
Ramírez Paniagua no asistió solo al encuentro de ayer. Estuvo acompañado de Eduardo Rodríguez, asesor de la DGA; José Benedicto Hernández, asesor del área de Zonas Francas, y Lissette Selman, gerente de Comunicaciones.
Observado y escuchado atentamente por cada uno de ellos resaltó que no es lo mismo que un empleado de Aduanas llame a la DGII para preguntar por un importador, que cuando los sistemas emiten las alertas. “Cuando un importador declara un artículo por un valor en Aduanas y luego lo declara por un valor distinto en la DGII, ya los sistemas están adecuados para ver esos procesos”, sostuvo.
“En cuando a la evasión y elusión, es una lucha diaria. En Aduanas estamos trabajando intensamente para controlar el tema de los ilícitos. Eso va acompañado de una inversión importante en tecnología, en capacitación y en acuerdos con países que tienen aduanas más modernas, que nos pueden asesorar para reducir significativamente este tipo de delitos”, sostuvo.
Eficiencia y penalidades
Enrique Ramírez Paniagua trabaja para que la DGA sea más efectiva y que –de paso- se reduzcan las penalidades. “La tendencia es que las multas bajen y lo que tenemos que hacer es mejorar las condiciones del personal para que haga su trabajo de manera responsable y como corresponde sin necesidad de depender de un ingreso extra, como es el de las multas”. Cuando Ramírez menciona esa parte de “los ingresos extras”, lo hace porque desde gestiones anteriores en la DGA, cuando un importador es penalizado o multado por incurrir en alguna falta, una proporción de esa multa se distribuye entre los empleados de la Dirección General de Aduanas.
“Se distribuye de forma justa y abarcando a todos, pero nos hemos encargados de que esa no sea una motivación para generar un ingreso”, advirtió el director General de Aduanas.
Entre los empleados del organismo el nivel de motivación que existe es elevado, según aseguró ayer la gerente de Comunicaciones, Lissette Selman. Esto, en adición a todas las acciones que realiza la gestión de Ramírez Paniagua para robustecer los procesos aduanales.
“Lo que se siente en la institución es un ambiente de confianza, de estímulo y de entusiasmo frente a una gestión que tiene un director de visión clara y con decisión de hacer lo que se requiera para lograr los objetivos planteados. Vivimos todos los días el sentir cómo el personal ha cambiado de actitud y eso es importante. En la medida que la gente se siente importantizada sabe que es parte de la transformación que requiere la institución. Creo que ese es uno de los logros de Enrique Ramírez Paniagua”, dijo Selman.
Una lucha permanente
Entre los productos más afectados con el contrabando figuran los cigarrillos, las bebidas alcohólicas, entre ellos el whisky; los electrodomésticos y textiles, aunque cada vez hay más controles y cooperación con agencias internacionales que contribuyen a la reducción del flagelo.
“Por eso insistimos en fortalecer los controles internos porque siempre hay complicidad con alguien de adentro para que eso pueda darse”, dijo Ramírez Paniagua, respondiendo a una y otra pregunta formuladas por Héctor Linares, subdirector de este periódico; Héctor Marte, jefe de Redacción de Apertura, y Sandra Guzmán, editora de elCaribe versión digital.
El titular de la DGA contó que el nivel de contrabando de cigarrillos llegó a ser tan alto en el país, que en una ocasión una empresa del ramo radicada en este territorio manifestó su intención de irse. “Luego de que hemos fortalecido los controles y nuestro departamento de Inteligencia redujo el delito, la empresa optó por quedarse. Hemos tenido resultados positivos en eso”, sostuvo.
¿A qué nivel marcha el proceso para modificar?
Algunas de las gestiones anteriores en la DGA (especialmente la de Fernando Fernández) insistían en que se podía operar perfectamente y de manera cómoda con la actual Ley General de Aduanas (a pesar de tener más de 60 años), porque fue revisada en 2006.
Sin embargo, Ramírez Paniagua plantea -y lo ha hecho en otros escenarios- que la norma está alejada de la realidad y los tiempos modernos.
La propuesta para modificar la ley lleva unos seis años estancada en el Congreso. Ayer, Eduardo Rodríguez, asesor de la DGA, aseguró que la pieza está consensuada en un 80% y se está conociendo en la Comisión de Industria y Comercio y Zonas Francas del Senado de la República, que preside el senador Charlie Mariotti.
Y recordó que los trabajos para reformar la ley iniciaron con una cooperación técnica del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuando el director de Aduanas era Miguel Cocco.
Le corresponde un 3.5% pero se le otorga menos
La DGA tiene 5,074 empleados y un presupuesto de RD$2,700 millones. Aduanas es autogestionaria y solo recibe parte del dinero de la nómina de parte del Presupuesto del Estado.
“Yo pensé que si la DGA tiene autonomía presupuestaria no necesitaba de auxilio”, le comenta Héctor Linares a Ramírez Paniagua. “Bueno, lo que pasa es que la ley 3489 establece que un 3.5% de los ingresos generados por Aduanas le corresponde para su gestión. Tradicionalmente no se le ha dado ese porcentaje. Lo que se le da es menos de un dos por ciento y la otra parte lo pone Aduanas de los recursos que genera”, respondió el funcionario.