El ingeniero Pedro Delgado Malagón y el historiador Frank Moya Pons coincidieron ayer en que las inversiones -tanto privadas como del Estado- en infraestructura han sido fundamentales para mejorar las condiciones de vida en la República Dominicana y plantearon la necesidad de seguir impulsando la solución de las deudas o retos pendientes.
Moya Pons reconoce que todos los países van siempre arrastrando una deuda social, que en unos casos es mayor y en otros menor. “Y es obligación de los gobiernos, de los Estados, atender a las demandas que salen de las comunidades, de las sociedad como un todo, y responder con las obras y las políticas que esas comunidades nacionales, municipales o regionales demandan”, indicó el historiador, entrevistado en el Almuerzo Semanal de Multimedios del Caribe.
Delgado Malagón resaltó que si en casi siglo y medio el país pasó de tener caminos pedregosos y sin condiciones, a poseer autopistas como El Coral significa que República Dominicana tiene una capacidad de progresar bastante intensa. “Lo que deberíamos es seguir impulsando la educación de la población. Estamos asistiendo ahora a un cambio de modelo; los conocimientos tradicionales están quedando atrás. Estamos en la sociedad del conocimiento nuevo, de la cibernética y tenemos desafíos, pero tenemos que seguir avanzando. El turismo será un apoyo importante para nosotros, aunque no es el único. Tendremos que comenzar a diversificar en otros sectores, porque el futuro siempre es sorpresivo y nos toma por asalto. Creo que si seguimos pensando bien las cosas, tenemos un futuro halagador, mejor que muchos otros países”, apuntó Delgado Malagón, respondiendo a preguntas del director de elCaribe, Osvaldo Santana. En el encuentro estuvo además Héctor Marte, jefe de redacción de apertura.
Planteó que República Dominicana en infraestructura vial está por encima del promedio en la región y dijo que –en el caso local- la infraestructura está más concentrada en el negocio, en el turismo.
“Claro, hay buena infraestructura hacia el Sur, aunque esa parte todavía no tiene un desarrollo turístico importante. Hay una infraestructura adecuada para llegar a Barahona, a la frontera, etcétera. Pero la gran infraestructura está en el Este. Hay un gran corredor que permite llegar en dos horas a Punta Cana”, indicó.
Moya Pons y Delgado Malagón estuvieron juntos en el periódico por una razón muy especial: el Grupo Estrella celebra sus 35 años de trayectoria en el sector construcción del país y lo hace con la puesta en circulación del libro “Infraestructuras, Las Bases Físicas del Desarrollo Dominicano”, de la autoría de Moya Pons. Se trata del primer libro que se escribe propiamente sobre la pujante área de la construcción.
Delgado Malagón, quien presentó el libro en el acto a propósito de los 35 años del Grupo Estrella, dijo que recoge una síntesis histórica y fotográfica de las principales instalaciones y obras construidas en la República Dominicana desde 1853 hasta 2018, y que éste enfoca su atención en la ejecución de grandes proyectos, como ferrocarriles, carreteras, autopistas, avenidas, caminos vecinales, puentes, muelles, aeropuertos, hidroeléctricas, canales de irrigación y urbanizaciones.
“Gran parte del desarrollo turístico nuestro se ha basado en inversiones de la propia empresa privada… o sea, autogestión, y el Gobierno ha puesto también de su parte, con las grandes carreteras, los grandes corredores viales (…). El resto, los puertos de cruceros los ha hecho la empresa privada. Hizo uno en Puerto Plata, extraordinario; hay otro en La Romana. En fin, ha sido mixto el aporte y ha coadyuvado a un desarrollo turístico donde nosotros tenemos ahora la misma cantidad de turismo receptivo que Brasil, Argentina y Chile, aunque nadie lo crea”, apuntó Delgado Malagón.
Y agregó que en América solo hay cuatro países que tienen entre seis y siete millones de turistas, que son –precisamente- Chile, Argentina, Brasil y República Dominicana. “Tenemos más turistas que Perú, con todo y Machu Picchu; que Colombia, con todo y aquella inmensidad de selvas vírgenes. Ha sido un milagro el turismo”, dijo el ingeniero Delgado Malagón, con un manejo magistral del tema, aunque no alardea de ello.
“Bueno, pero ha sido un milagro gracias a las insfraestructuras, la red eléctrica, los acueductos, porque hay que dar agua a la gente, y las plantas de tratamiento”, agregó Moya Pons, reforzando los planteamientos de Delgado Malagón.
Desde el punto de vista del historiador, cuando se observa las políticas económicas del Gobierno, es notorio que ha habido una gran continuidad. Planteó que la gran diferencia entre gobiernos es más de táctica política, que de política económica. “A la muerte de Trujillo (Rafael Leónidas) asumimos un proyecto de nación democrática y desarrollada. Absorbimos la ideología del desarrollo económico de la Alianza para el Progreso, pero ya eso venía caminando desde tiempos de Trujillo. Hoy, en término de ideología nacional, gobernar es construir”, expuso.
“Si no construye… mal gobierno”
Parafraseando a Pedro Delgado Malagón, el historiador Moya Pons aseguró que “el gobierno que no construye, lo consideran un mal gobierno”. “Y los políticos lo saben; así que seguiremos construyendo en el país. Cada vez más complejo, cada vez más grande, con grandes problemas, pero sí con grandes soluciones. Aquí se han solucionado muchos problemas”, expuso.
“Infraestructuras, Las Bases Físicas del Desarrollo Dominicano” no es un catálogo ni un inventario de las obras públicas nacionales, porque para recoger toda esa información se necesitarían varios gruesos volúmenes debido a la enorme cantidad de construcciones realizadas por los gobiernos durante los últimos 145 años. Así lo ha dejado claro el autor. La obra, de la que ayer se habló “largo y tendido”, tiene más de 400 páginas.
Echando una mirada, a partir del pasado, hasta los días actuales, la publicación permite ver lo que venía ocurriendo, en el tema en cuestión, desde el año 1874. “Es el punto de partida de este libro”, dice Delgado Malagón. “Se puede echar un vistazo en las pequeñas poblaciones donde vivían nuestros antepasados, donde no había acueductos ni tuberías para llevar agua a los hogares, ni conductos para descargar los residuos generados por la gente. Tampoco había caminos que enlazaran las regiones, ni puentes para atravesar los ríos y las cañadas”, explica.
El ingeniero Malagón rememoró sobre los tres grandes momentos de la infraestructura dominicana, que son: El tren que iba de Sánchez a La Vega, la apertura de la carretera Duarte y el corredor turístico, que constituye un aporte infinito para la actividad turística del país.
Seis mil fotografías y los meses de intenso trabajo
Para la edición del libro citado hubo de hacerse un trabajo intenso, explicó su autor. Para la selección de fotografías antiguas de las primeras obras importantes de infraestructura, obtuvo apoyo de José Chez Checo, y en adición contrató al fotógrafo Ricardo Briones, quien tomó 6,000 fotografías. “Se pasó cientos de horas y meses viajando por el país con instrucciones mías, que le decía lo que íbamos a fotografiar. Pero él también tenía un rico banco de fotografías en su archivo personal”, rememoró Moya Pons. “En fin, lo otro fue sentarnos a escribir. A Pedro Delgado Malagón le consulté en varias ocasiones y me facilitó algunos datos cuantitativos, sobre todo en lo que tiene que ver con las obras viales. Desde luego, no hay nadie mejor en este país para evaluar esta obra que Delgado Malagón”, dijo Moya Pons.
Regalo para el país, para la familia y relacionados
Moya Pons es uno de los historiadores contemporáneos principales de República Dominicana. Ha publicado una diversidad de libros sobre la historia y el patrimonio cultural. Es muy conocido en suelo local y en el extranjero.
Sus obras han sido disfrutadas por variadas generaciones. Sobre la de ahora (Infraestructuras, Las Bases Físicas del Desarrollo Dominicano), contó ayer que hace casi dos años el ingeniero Manuel Estrella le comunicó que se acercaba el trigésimo quinto aniversario de su compañía y que a él (a Manuel) le gustaría hacer un regalo al país, a sus clientes, relacionados y a su familia. Ese regalo, dijo Moya Pons, consistía en una historia del desarrollo, construcción e implantación de las infraestructuras fundamentales que explican el desarrollo dominicano.
“Me entusiasmé mucho con la idea, porque el cambio estructural es una de las cosas que más me llama la atención en la historia dominicana, sobre todo, en la historia del siglo XX”, expresó el historiador Moya Pons.