Nació a raíz de una crisis financiera en la década de los 80
y ahora es la tercera cooperativa en importancia en la RD

La Cooperativa de Ahorro y Crédito Maimón (Coopmaimón) ha alcanzado un importante posicionamiento en el país, resultado del esfuerzo y trabajo de 29 años, expresados hoy día en cifras positivas y un accionar que ha beneficiado no solo a los miembros de la organización, sino a amplios segmentos de la región en la que opera.

Tiene RD$10,500 millones en activos, una cartera de crédito de RD$9,500 millones y un aporte social al que no resulta fácil asignar un monto específico, porque posiblemente el valor de éste no lo constituye o define una cifra, sino más bien el aspecto humano que ha tocado.

La principal actividad, en función de la segmentación de la cartera de Coopmaimón, es el consumo, ramo para el que se destinan más de RD$4,500 millones (casi la mitad de la cartera).

El resto, que es más o menos la mitad, está en el ramo vivienda -al que van aproximadamente RD$2,500 millones-, y está además en la producción en general, incluyendo la agropecuaria y la industria, de acuerdo con informaciones ofrecidas a elCaribe por el presidente de la organización, Ramón Antonio Díaz.

Con la producción agropecuaria, por el riesgo a que constantemente está expuesta esa actividad, hay ciertas dificultades al momento de hablar de financiamiento, pero la dirección de la cooperativa está retomando ese aspecto, consciente de que, a pesar del riesgo, en el campo hay que invertir y apoyar el tema.

Actualmente, la cartera de crédito agropecuario en la Cooperativa Maimón es de RD$150 millones, pero la institución avanza hacia una proyección más amplia.
Los datos suministrados ayer, indican que las tasas de interés en Coopmaimón dependen del monto y existen en ella los instrumentos que en sentido general tiene la banca formal.

La organización capta entre sus asociados ahorros de diferentes formas (ordinario, ahorro normal o a la vista retirado por ventanilla), pero también capta depósitos a plazo y distintas opciones de captación. Posiblemente la más importante es la de aportaciones, que vincula a la empresa con el asociado. “Eso tiene un costo. Pagamos la tasa pasiva por los recursos captados y pagamos, por ejemplo, en ahorro ordinario 4%. Si es ahorro ordinario, pero en la cuenta de menores o ahorro chiquito, como le llamamos para incentivar el ahorro entre niños, pagamos 4.5%, un poquito más que el ahorro de adultos”, indicó el principal directivo de Coopmaimón.

En los depósitos a plazo, el pago de la tasa es entre 7 y un 10%. La tasa activa va a depender de cómo ande la tasa pasiva, según explicó el ejecutivo. Dijo que hay préstamos con tasas desde un 12 hasta un 16% anual, dependiendo del monto. A mayor monto, menor tasa.

La morosidad general de la cooperativa es baja, apenas de 1.35%, que con relación al mercado financiero es bastante pequeña. Coopmaimón tiene garantía solidaria hasta el millón de pesos y “a sola firma” hasta 500 mil pesos.

El presidente de Coopmaimón rememoró ayer que la institución nació a raíz de una aguda crisis financiera que hubo en el país a final de la década de los 80, del siglo pasado, que prácticamente se llevó la mitad de los bancos. “En el caso de Maimón, los únicos bancos que había era el Banco del Caribe y el Latinoamericano. Los dos quebraron y para entonces el nivel de dificultad era mucho mayor que la crisis de 2003, que fue dura y que impactó mucho más. Pero para los tiempos que estoy resaltando no hubo el tema de salvataje y la mayor parte de la gente perdió su dinero”, explicó.

Dijo que lo que hizo el Estado con los activos fue pagar los pasivos, pero generalmente cuando las instituciones financieras quiebran es porque hay problemas y porque los activos no alcanzan para cubrir los pasivos. “Mucha de nuestra gente de Monseñor Nouel perdió los pocos recursos que tenía ahorrado en esos bancos”, expuso, con un manejo certero sobre ese momento de la historia.

Eso que cuenta Ramón Antonio Díaz generó una crisis de confianza en el sector financiero que provocó que la gente volviera a guardar sus recursos debajo del colchón y no en los bancos, especialmente la gente del campo, la rural.

“De esa crisis surge nuestro origen, sumado con otro factor, que era para entonces la poca cobertura que tenían las instituciones financieras formales en la zona rural.

Es decir, los bancos iban a los campos a captar ahorros, pero -según un estudio que hicimos- solo el dos por ciento de los recursos que captaban los bancos en la zona rural retornaba a esa región en forma de préstamo. La bancarización en la zona rural era muy mínima”, apuntó.

En el encuentro de ayer, Ramón Antonio Díaz estuvo acompañado de Willy Suriel, gerente de Marketing; Katherine Galán, asistente de Mercadeo, y del periodista Manuel Nova.

Observado por ellos citó que Coopmaimón nació con 26 personas de la localidad (21 hombres y cinco mujeres) en 1991. Tiene 29 años y 110 mil socios en todo el país. En cada provincia dominicana hay por lo menos un socio de la institución, gracias a un trabajo especialmente de marketing y de venta de los productos financieros y servicios que posee. Son productos financieros dirigidos esencialmente a sectores no bancarizados y poco considerados por la banca formal.

El nacimiento de Coopmaimón se dio con un aporte de RD$3,000. Pero con ese dinero no se podía abrir una cartera de crédito y lo que se hizo fue tomar un préstamo de 150 mil pesos, para lo cual el presidente de entonces de Coopmaimón puso en garantía sus propios bienes, como muestra de confianza en ese proyecto.

Debilidades del Idecoop y ubicación de Maimón

Cuando la organización nació tenía tasa de interés alta, porque competía con el popularmente conocido “módico veinte”, que significa 20% de interés. Cuando el director de elCaribe, Osvaldo Santana, le pregunta al presidente de Coopmaimón si el Instituto de Crédito Cooperativo (Idecoop) ayudó en el proceso de entrenamiento para la Cooperativa Maimón, la respuesta fue esta: “El Idecoop siempre ha tenido debilidades en el tema de regulación y seguimiento a las cooperativas. Recibimos más apoyo de Airac que del Idecoop, en asistencia técnica y entrenamiento”. Maimón es el municipio más pequeño de la provincia Monseñor Nouel, tiene 20 mil habitantes. Está entre Cotuí (que pertenece a la provincia Sánchez Ramírez) y Piedra Blanca, también de Monseñor Nouel, provincia que tiene 180 mil habitantes.

La gente es que se junta y hace un aporte de capital

“La importancia de las cooperativas radica en que no la integran banqueros ni personas de mucho dinero, sino mucha gente que se asocia y hace sus aportes de capital”, dice el presidente de Coopmaimón. Para el nacimiento de ésta cada uno hizo un aporte de cien pesos. Resaltó que en aquellos tiempos hubo un esfuerzo desde la capital, vía la Asociación de Instituciones Rurales de Ahorro y Crédito (Airac). Para entonces había un programa en el Banco Central para la dinamización del crédito rural. El señor Virginio Gerardo dirigía el programa y Airac y sus técnicos nos apoyaron en esa iniciativa, con asesoría técnica”, agregó.

Díaz asegura que el cooperativismo ha avanzado bastante en el país en los últimos 20 años y calculó que los activos crecen a razón de 20% anual. “Por ejemplo, en 2013 las cooperativas dominicanas tenían activos por 64,000 millones de pesos y al 2018 de 264,000 millones. Se creció casi por cinco”, dijo.

Si se mide por el número de activos en el sistema, la cooperativa que tiene el mayor número es la Cooperativa de Maestros (45,000 millones de pesos) y más de 175,000 asociados. Cooperativa Maimón está por debajo de la Cooperativa San José, que ocupa el segundo lugar, con activos por 14 ó 15 mil millones de pesos.

Hay que citar la Cooperativa La Altagracia, de Santiago, que junto con Coopmaimón andan entre los 10 mil y 10,500 millones. Maimón es la tercera en importancia del país.

Desde la izquierda, Héctor Marte, Manuel Nova, Osvaldo Santana, Katherine Galán, Ramón Antonio Díaz, Willy Suriel y Martín Polanco.

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