Uno de los retos más importantes que enfrenta la Administración Tributaria dominicana es reducir la considerable evasión y elusión del Itbis. Un estudio reciente realizado por la DGII, utilizando la metodología diseñada por el Centro Regional de Asistencia Técnica para Centroamérica, Panamá y República Dominicana (CAPTAC-DR) del Fondo Monetario Internacional (FMI), estimó el incumplimiento del Itbis en República Dominicana en 42.9% en el 2015. Utilizando la metodología desarrollada por el BID, la Fundación Economía y Desarrollo estimó la pérdida de recaudaciones del Itbis por fraudes y distorsiones en la administración tributaria en 42.6% para ese mismo año. Ningún otro país de la región exhibe un nivel de evasión tan elevado como el existente en República Dominicana.
El elevado nivel de informalidad existente en nuestra economía ha sido señalado como uno de los factores que contribuye a la baja productividad que exhibe el Itbis en nuestro país. Con una tasa de 18%, apenas recaudamos 4.8% del PIB en el 2016. En otros términos, por cada 1% de tasa de Itbis, apenas se recauda 0.27% del PIB. El elevado nivel de informalidad queda delatado cuando se contrasta el valor del PIB nominal con el valor total de las ventas que declararon las empresas a la DGII. En la mayoría de los países de la región y del mundo, el nivel nominal de las ventas declaradas por las empresas a la DGII es muy superior al nivel nominal del PIB. Es normal que así sea, pues mientras el PIB es la suma de los valores agregados por cada sector (salarios más beneficios, principalmente), las ventas totales declaradas son la suma de las ventas de cada sector (compra de materias primas, bienes intermedios y bienes finales más salarios más beneficios, principalmente).
En la República Dominicana, sin embargo, se da un fenómeno extraño. En el 2016, mientras el PIB nominal alcanzó RD$3,298,427 millones, las ventas totales declaradas a la DGII ascendieron a RD$3,340,575 millones, prácticamente lo mismo. No es posible que mientras en Chile las ventas totales de la economía equivalen a 3.2 veces el valor nominal del PIB, en nuestro país son prácticamente iguales al PIB. Lo anterior puede estar reflejando en parte la existencia de una actividad informal considerable, la cual que no es capturable por la DGII a los fines del cobro del Itbis. No podemos descartar que parte del problema se origine en la subdeclaración de ventas por parte de empresas formales que declaran ante la DGII.
La realidad es que en el país existen decenas de miles de empresas que venden bienes y servicios al consumidor y que no presentan declaraciones juradas de impuesto sobre la renta ni las liquidaciones del Itbis. Recomendar que un ejército de 10 mil inspectores de la DGII persiga a estas empresas para que se formalicen y paguen los impuestos correspondientes, en esta etapa de desarrollo en que se encuentra el país y su sistema institucional, no parecería ser una sugerencia adecuada.
Lo que sí sería sensato es el nombramiento por parte de la Administración Tributaria de una cantidad razonable de Agentes de Percepción del Itbis que tendrían la responsabilidad y la obligatoriedad de cobrar y retener por cuenta de la DGII, el Itbis que pagan los consumidores y que actualmente está siendo retenido y tomado como beneficio por miles de empresas del país que no están registradas en la DGII. Para realizar estos nombramientos no habría que modificar el Código Tributario pues esta figura ya existe en el mismo (véase el Art. 8 y el Párrafo I de dicho Artículo en el Código Tributario).
La propuesta se comprenderá mejor con un ejemplo sencillo. La industria de cerveza, por ejemplo, vendió en el 2015 unos RD$35,000 millones. De ese total, el 53.3% se vendió a detallistas, en su mayoría colmados, empresas que no están registradas en la DGII. Lo que se propone es que al igual que sucede con el Impuesto Selectivo al Consumo sobre derivados del alcohol y del tabaco, cuya base imponible es el precio al por menor o detalle, en el caso del Itbis se utilice la misma base, y no como sucede ahora que las industrias de cerveza utilizan el precio al por mayor y dejan a la DGII la tarea de caerle atrás a más de 60,000 colmados en todo el territorio nacional para cobrar el resto del Itbis correspondiente a la diferencia entre el precio al detalle y el precio al por menor. El Banco Central, que mensualmente recoge informaciones sobre precios de venta de una amplia variedad de productos, entregaría a la DGII los datos de precios de venta al consumidor de estos productos, información a su vez que la DGII pasaría mensualmente a los Agentes de Percepción para el cálculo del Itbis sobre la nueva base de los precios al por menor o detalle.
Asumiendo ventas de las industrias de cervezas a precios al por mayor estimadas para el 2017 RD$40,000 millones, un margen de 25% entre el precio al por menor y el precio al por mayor, y el 53.3% de distribución a través de detallistas no registrados en la DGII, sólo en el caso de la cerveza la DGII podría aumentar las recaudaciones del Itbis en RD$959 millones. El aumento posiblemente sería mayor pues dado que la percepción a ser realizada no sólo abarcaría las ventas a los colmados sino a todos los demás canales de distribución, la DGII percibiría cualquier ingreso del Itbis dejado de recibir actualmente debido a filtración, evasión, elusión o maña de cualquiera de los demás agentes de distribución del producto.
Alguien podría argumentar que esta medida administrativa provocaría un aumento en el precio de la cerveza. No puede descartarse que inicialmente esa sea la decisión que deseen tomar los dueños de estas empresas informales. Sin embargo, otros canales de distribución, como los supermercados que mensualmente liquidan el pago del Itbis ante la DGII por la diferencia entre el precio al por menor y el precio al por mayor de la cerveza, no aumentarían el precio de la misma. En consecuencia, si los dueños de los colmados optasen por subir el precio en 3.6% (RD$959 MM/ RD$26,650 MM) para compensar por el cambio en la forma de cobrar el Itbis que adoptaría la DGII, asumirían el riesgo de que sus ventas bajen y las de los supermercados suban. Pero aún en el escenario de que decidan aumentar el precio de la cerveza en 3.6%, no parece que la República colapsaría frente a semejante acontecimiento.
La industria de cerveza, sin embargo, es sólo un ejemplo y en ningún caso debe ser la única a ser nombrada como Agentes de Percepción. Hay que nombrar a todas las empresas radicadas en el país que se dedican a la manufactura de bienes gravados por el Itbis: rones, whisky, refrescos, cigarrillos, tabacos, café, té, jugos, agua embotellada, maltas, caldos de pollo, chocolate, queso, mantequilla, aceites, azúcar, productos de molinería, alimentos enlatados, pastas alimenticias, carnes procesadas y embutidos, jabones, detergentes, productos de limpieza e higiene personal, productos de papel y cartón, prendas de vestir, calzados, entre otras, incluyendo a las empresas de zonas francas cuando venden al mercado local. Pero también a todas las empresas comerciales que operan como distribuidores de productos importados: aceites y productos comestibles, productos comestibles, pampers, etc. La idea es que la DGII se limite a supervisar a 150 ó 200 Agentes de Percepción y no a 100 mil empresas.
Es difícil estimar cuántos ingresos adicionales de Itbis podría generar la decisión de nombrar como Agentes de Percepción a las principales industrias manufactureras e importadores-distribuidores comerciales del país. Pero si en el caso de la cerveza el estimado sería de casi RD$1,000 millones, la medida podría generar ingresos adicionales no despreciables, más aún si se tiene en cuenta que recogería también ingresos que hoy se pierden por subdeclaración de ventas por parte de empresas formales registradas en la DGII.