Recientemente, se publicaron los resultados de la prueba PISA, por sus siglas en inglés es el “Programa Internacional para Evaluación del Estudiante”. Para muchos países esta prueba tiene mucha importancia y reconocimiento, porque mide el avance de los alumnos y como todos sabemos, lo que no se mide no se sabe.
La prueba no sólo mide al alumno y lo compara con otras naciones bajo un mismo instrumento, se convierte en una forma de medir la eficiencia del modelo educativo.
Por años, el país se negó a ser parte de este programa de evaluación y hay que reconocer que el simple hecho de haber aceptado que se nos evaluara es un paso de avance, aún cuando debamos pasar por la vergüenza de quedar en los últimos lugares.
Tenemos muy claro que ocupamos lugares penosos en lectura, matemáticas y ciencia, son males ancestrales desde que nos dirigían políticos, que entendían que no era muy conveniente para sus proyectos de perpetuación en el poder tener un votante educado.
Aunque la inversión en educación ha mejorado, sigo pensando que políticos posteriores a la década del noventa, que entendían que era necesario mejorar la educción frente a un mundo más competitivo, prefieren siempre las grandes construcciones, que son un referente de un buen o mal gobierno para muchos.
No recuerdo se haya juzgado la calidad de un gobierno por las pruebas PISA, tampoco resultados positivos o negativos nadie los recuerda al final de un gobierno. Para la mayoría de nuestros gobiernos, lo importante y sí que lo tiene es la construcción de infraestructura. Pero sin duda, la que nos saca del subdesarrollo es la infraestructura de la educación.
En un programa de análisis que se transmite cada día escuché a un profesor de la UASD teorizar de que el nivel de nuestra educación, comparado con el de los asiáticos, es un problema de cultura, yo diría que más que eso es un problema de vergüenza.
Llegó a decir que nuestra más antigua universidad era la única, hasta el 4%, en tener carrera de educación, como si el presupuesto hubiese ido a las universidades. Lo que debía evaluar este docente es porqué en la UASD y en otras universidades el que no pasa pruebas de aptitud para otras carreras los envían a estudiar educación. Ahí comienza el problema, no es cultural, es de falta de vergüenza y de no tener la visión de que un país sin preparación está condenado al fracaso, es un país de sueldos bajos, ¿en cuál cabeza humana cabe pensar que un analfabeto recibirá pagas superiores al salario mínimo?
¿Pero, cómo pedir calidad cuando esta empieza por la formación que debe tener un profesor y este muchas veces es un analfabeto funcional? Mis padres, como todos los de esa época, estudiaron en escuelas públicas, no éramos asiáticos y sin embargo, no hace mucho tiempo, mi madre en una reunión de directiva en Rehabilitación, muy molesta decía “aquí en esta institución no se escribe con faltas de ortografía”, la educación era de calidad sin el 4% y sin necesitar copiar otras culturas.
Pero lo que generó las críticas más mordaces y la indignación de la población fueron las críticas a las evaluaciones PISA, por parte de la presidenta del gremio magisterial.
La señora Guante dice “PISA no evalúa el aprendizaje de los contenidos que se imparten en las escuelas, ni el ejercicio de los docentes, sino las competencias que tienen los estudiantes a los 15 años”.
Entonces, para la sindicalista del magisterio, esas competencias del estudiante le llegan por osmosis, donde la educación entra por los poros al estudiante, gracias a un APP desarrollado por la ADP que no tiene nada que ver con la calidad de los maestros.
Pero Xiomara Guante va más lejos, no quiere que se evalúen los estudiantes y en eso es más coherente, ya que también se ha opuesto a que se evalúe los maestros, generando así un sistema más equitativo. Nada de evaluación para nadie y los salarios serán definidos por la ADP para premiar que somos más analfabetos.
Pero no conforme, llega más lejos cuando quiere hacer recaer la responsabilidad en las autoridades de los resultados PISA. ¿Cree que se nos olvidaban las huelgas cuando se quiere aplicar evaluación a los maestros?
La culpa de las autoridades es tenerle miedo a las presiones, es no traer profesores de España, de Colombia, de Chile para capacitar nuestros maestros. Es creer, sin quitar importancia, que las computadoras, la tanda extendida y las miles de aulas son la solución. Pueden convertirse en cascarones vacíos si no nos convertimos en maniáticos de la calidad.
Pero como dice mi buen amigo José Monegro, reprobamos todos, los padres con su silencio, el populismo y clientelismo que evita la bulla de las huelgas cuando se pretende evaluar al maestro.
En la prueba PISA reprobaron los que reunidos en el parque La Lira por meses exigieron el 4% y ahora callan, cómplices con la baja calidad de la educación, a pesar de tener el dinero suficiente, que para ellos era la solución a un nuevo país educado.
Fallamos los empresarios que, a pesar de nuestros esfuerzos y cantidad de recursos que hemos invertidos, no hemos sido capaces de generar sobre gobierno y gremios la presión suficiente para cambiar el rumbo de fracaso que no solo reflejan las pruebas.
Señora Guante, porque no me atrevo a llamarla, el fracaso está a la vista de todos, en nuestra incapacidad para competir en otros mercados, los bajos salarios, el tránsito, el irrespeto a las leyes, la corrupción, la evasión. El nivel de educación con PISA o sin PISA, con tandas extendidas o no, con computadores, se percibe inmediatamente cuando usted empieza una conversación y los temas son irrelevantes porque no leemos, bebemos, bailamos y en campaña política nos insultamos y sin duda, estamos construyendo con una capacidad sin precedentes: la destrucción de nuestra nación.
No propongo pacto, de ellos estamos cansados, pero sí una evaluación a los maestros, universidades con profesores capacitados nacionales e internacionales para instruir maestros exclusivamente, con normas de calidad severas y el que no clasifique se va. Si esto genera una huelga, nosotros haremos otra también, porque el 4% no lo paga la ADP lo pagan los asalariados de este país y los empresarios porque los políticos tampoco lo pagan.