La valoración del maestro Juan Bosch respecto de las mujeres queda evidenciada en los roles que les asignó en el ámbito político-partidario y en la búsqueda permanente por viabilizar oportunidades que permitieran expresar capacidades e incrementar experiencias.
El fundador de los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y de la Liberación Dominicana (PLD) mostraba cualidades excepcionales para el descubrimiento del talento femenino, promoviendo el avance de aquellas primeras peledeístas que han ocupado posiciones cimeras en la organización y en el país.
En el ámbito partidario, planteaba que en lo político una sola o pocas mujeres representan a todas las demás. Bosch podía captar el potencial y las capacidades políticas de una mujer con solo un momento de conversación, tras lo que solía dar instrucciones para que se le diera seguimiento y se le motivara a ingresar o avanzar en el PLD. En los años iniciales de esa organización, promovía el desempeño de tareas de forma igualitaria entre hombres y mujeres; más aún, de manera equitativa entre los diferentes sectores de la sociedad.
Era evidente el compromiso de Bosch para evitar las manifestaciones de discriminación contra la participación femenina en los organismos del PLD durante su etapa de formación. Cuando las propuestas presentadas por los organismos no incluían la participación femenina, asumía la responsabilidad de proponer compañeras para los comités Político y Central y para la composición de las boletas electorales.
En el proceso de formación del PLD, trató de evitar por todos los medios la deserción femenina debido a que éramos pocas mujeres y porque nos reconocía una gran capacidad de trabajo. A partir de ese momento, es innegable el incremento de las peledeístas que se integran militantemente a los equipos de trabajo en toda la geografía nacional. Con hechos nos enseñó equidad de género a todas y a todos sus discípulos.
Bosch actuó con el convencimiento de que la mujer militante es más cumplidora, más preocupada por las situaciones que tiene que enfrentar, y que en las actividades y manifestaciones las mujeres están al frente. En los escritos y discursos frente a la militancia peledeísta, insistía en que sin la mujer es imposible transformar un país.
El mayor logro de Bosch en la temática de género es haber incidido en que muchas mujeres comprendieran su rol y su valor, tan trascendente como el del hombre. Por ello distribuía responsabilidades equitativamente para que las militantes tuvieran oportunidad de desarrollar su potencial.
Ahora bien, de acuerdo con los planteamientos de Bosch, el problema de la mujer no es de simple discriminación; es de acceso, de igualdad de oportunidades a la educación, al trabajo y a los servicios de salud. Planteaba que en la medida en que la mujer se supera en términos sociales, culturales, educativos y económicos, en esa misma medida rompe las relaciones de discriminación. En ese sentido, si seguimos las enseñanzas del maestro debemos comprender con claridad que la mujer política jamás podrá ser discriminada, porque tiene una clara comprensión del problema social al cual se enfrenta y trabaja de manera coherente para romper las relaciones de sumisión y dependencia.
Por esas razones y muchas otras es muy importante conocer las raíces sociológicas del problema. Y Bosch precisa esas condiciones de la mujer política aún con mayor claridad cuando afirma: “En la medida en que la mujer cobra mayor conciencia política, en esa misma medida estará preparada para liberarse, no del hombre, sino de la sociedad injusta en que vive. Cuando las mujeres adquieren conciencia política han alcanzado el nivel de desarrollo más alto, lo que les permite sentirse solidarias con todo el género humano e inclinadas por tanto a luchar por que desaparezcan de la tierra las injusticias que originan la explotación”.
Estas ideas deben servirnos de ejemplo a todos y todas las que luchamos por la equidad de género, pues el desarrollo de la conciencia política y el espíritu de superación continua es la única vía idónea para lograr la igualdad en la participación de la mujer en la sociedad dominicana. Si estamos decididas a trabajar por la liberación definitiva de la mujer frente a las ataduras culturales y sociales que la empujan a jugar un rol de sumisión, debemos comprender con claridad las enseñanzas de Juan Bosch y actuar en coherencia con ellas.