Conocer lo que dictan nuestras leyes debe ser el pan nuestro de cada día, y, sobre todo, cuestión de consulta obligada para cada funcionario del Estado que quiere actuar bien.
Y digo esto pensando en Bonny Cepeda, Héctor Acosta y el manejador artístico Engelbert Landolfi, tres figuras ligadas al arte y el espectáculo durante mucho tiempo que ahora ocupan cargos públicos.
El solo hecho de ser funcionarios públicos por elección o designación ya marca un límite en sus decisiones. Así lo establecen nuestras normas.
Quizás, el desconocimiento a la Ley Núm. 340-06 sobre Compras y Contrataciones de Bienes, Servicios, Obras y Concesiones, con modificaciones de Ley 449-06, les haya hecho caer en un error que deben de enmendar saliendo de la lista de beneficiados de los 100 millones que ha regalado a 70 artistas el Gabinete de Políticas Sociales.
El Art. 14 de la citada ley es bastante claro: “No podrán ser oferentes ni contratar con el Estado las siguientes personas: 1) El Presidente y Vicepresidente de la República; los Secretarios y Subsecretarios de Estado; los Senadores y Diputados del Congreso de la República (…)
2) Los jefes y subjefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, así como el jefe y subjefes de la Policía Nacional;
3) Los funcionarios públicos con injerencia o poder de decisión en cualquier etapa del procedimiento de contratación administrativa;
4) Todo personal de la entidad contratante;
5) Los parientes por consanguinidad hasta el tercer grado o por afinidad hasta el segundo grado, inclusive, de los funcionarios relacionados con la contratación cubiertos por la prohibición, así como los cónyuges, las parejas en unión libre, las personas vinculadas con análoga relación de convivencia afectiva o con las que hayan procreado hijos, y descendientes de estas personas;”
Pero si ahora el Gabinete alega que ya no es un contrato millonario, sino un “apoyo solidario”, también esta dádiva es cuestionable en manos de los funcionarios.
Lo más aconsejable es que el senador, el viceministro y el asesor del Presidente regresen los cheques. Pongan el ejemplo, al menos por respeto a la ley.