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¡Hola, asiduos lectores de elCaribe! He perdido la cuenta del tiempo que ya tiene esta columna a la que titulamos “Periodismo y Gramática”, pero sé que han sido más de cinco años en los que trato de edificar cada jueves sobre las principales dudas ortográficas y, de vez en cuando, compartir algunas reflexiones sobre el ámbito que me ocupa: el periodismo.

Pero tranquilos, no estoy despidiéndome. La entrada de este escrito es propicia por el inicio de año, que ya no es tan nuevo, pero siempre lo asumo como un tiempo en el que es oportuno pasar balance de las cosas que han pasado en nuestras vidas y hacer ajustes en los espacios que así lo requieren.

Quiero destacar que hay aspectos cruciales del individuo que lo hacen diferente ante el resto y que deben pesar mucho en la balanza: el amor, la gratitud, el perdón, la lealtad, el optimismo y muchos otros más que nos hacen mejores seres humanos.

Pero estas virtudes, las llamaría yo así, pienso que se aprecian en su real esencia cuando maduramos y evolucionamos con el paso del tiempo, pase lo que pase, porque para forjar nuestro carácter es importante atravesar momentos difíciles que nos ayudan a entender que no somos inmortales y que somos tan frágiles como un fino cristal.

Cada inicio de año debe servir para seguir fortaleciendo y enarbolar la gratitud hasta por los momentos que en alguna ocasión dolieron, porque soy de las que dicen que “todo pasa por una razón” y no debemos asumir un determinado momento como una derrota, sino como una oportunidad.

Querido lector, te invito a mirar a tu alrededor para que aprecies todas las cosas por las que tienes que agradecer: la familia, el trabajo, el amor, los amigos, las oportunidades que han llegado a tu vida para aportar a tu crecimiento… y hasta las cosas que alguna vez consideraste pequeñas, porque a veces en la simpleza hay un significado de grandeza.

Que en este 2025 entiendas, además, que el amor propio es prioridad porque te ayuda a amar a los demás y a aprender a hacerlo. Que la lealtad a tus principios y creencias debes defenderla a costa de lo que sea, pero, sobre todo, que nunca de tu boca salgan palabras negativas ni depresivas frente a ningún proyecto o meta, porque el pensamiento y las palabras tienen demasiado poder.

Finalmente, si no aplicas nada de esto: haz clic y reinicia, verás la diferencia cuando crees en ti y andas este trayecto sin dañar a nadie, mas sí con los deseos de aportar y fluir.
¡Gracias por leerme!

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