Tiene toda la razón mi colega y mejor amigo Guarionex Rosa cuando asegura que, entre las caras jóvenes del peledeísmo a las que se atribuyen aspiraciones presidenciales, el alcalde de Santiago, Abel Martínez dice que no abriga tales aspiraciones “pero lo disimula muy mal”. Martínez montó, desde la presidencia de la Cámara de Diputados toda una estructura mediática, eficiente y efectiva, la cual mantiene operando, y aunque la impresión generalizada es de que está trabajando bien desde la dirección ejecutiva del ayuntamiento de la Ciudad Corazón, lo que sería una buena catapulta para la búsqueda de una candidatura presidencial, falta algo todavía para que corra por la nominación con reales posibilidades de éxito. Ahora bien, al alcalde siempre se le ha atribuido militancia en el equipo que dentro del partido de gobierno orienta y lidera el presidente Leonel Fernández, y hasta donde se sabe, no ha adjurado de esa lealtad. En consecuencia, toda la parafernalia que lo promueve muy mal disimulado como candidato presidencial, bien pudiera estar encaminada al alcance de un objetivo de posicionamiento, como dicen los teóricos del marketing político, ya que si bien es cierto que Abel ha cultivado buena imagen, con énfasis en la eficiencia, todavía necesita ser más conocido por los electores. Y él es bastante joven, lo que significa que puede esperar…
La gente del gas
Desde hace varias semanas hablamos de la guerrita entre los que quieren que se autorice la venta de gas propano en las estaciones gasolineras, y los que se oponen argumentando razones económicas y de seguridad, un simil de lo que ocurrió hace ya varios años en aquella célebre confrontación entre “los hombres de plástico y los de cartón”. Ya estamos viendo las primeras escaramuzas, con opiniones encontradas sobre el tema, obviamente motorizadas por estrategas de imagen contratados por las partes. ¡Buuueeenooo…!