En mi rutina matutina de informarme acerca de qué ha ocurrido en el mundo del fútbol, me topé con la noticia de que existen rumores de un posible movimiento del dominicano Mariano Díaz, el cual es delantero del Real Madrid, a otro equipo. Se habla de que entre los interesados en los servicios figuran nombres como Roma, Arsenal y AS Mónaco, entre otros.
Mariano tuvo una temporada brillante cuando anduvo de préstamo por el Lyon, club francés, donde promedio 0.56 goles por juego y 3.50 tiros a puerta por partido así como aportando 21 goles en todas las competiciones durante la temporada para el equipo galo. Estas son cifras sumamente eficientes.
En su regreso al Real Madrid en la temporada pasada, Mariano tuvo dificultades para reintegrarse y también recibió poca consideración por parte del dirigente Zidane. Aunque es innegable el hecho de que desde un punto de vista de eficiencia sus números simplemente no representaban lo que buscaba el capataz “Zizou” y aparentemente no parece formar parte de los planes del francés.
Mientras leía la prensa española, encontré un artículo bastante curioso. Era un análisis de la capacidad técnica que tiene Mariano Díaz. El escrito presentaba cuadros explicando cuáles recursos utiliza el delantero para ser tan clínico y para tener un juego tan elegante.
Saber guardar posiciones entre líneas, desmarcas, atrasos para habilitarse, rozar la línea de fuera de juego magistralmente, cabeceo, juego de cuerpo, tiros largos y quiebres, cada uno explicado en detalle.
Luego de terminar de leer el análisis, tres pensamientos se posaron en mi mente siendo el primero la gran capacidad técnica que tiene Mariano Díaz. El segundo fue que Mariano, un jugador de elite, es dominicano y el tercero fue Junior Firpo, quien es dominicano también, con su llegada al Barcelona, al igual que Mariano, ha entrado en la elite del fútbol mundial.
La conclusión de todo, para hablar de manera clara y concisa, es que el fútbol dominicano está entrando en una nueva etapa, con la dinamización de la escena local, la implementación de las escuelas de fútbol juvenil e infantil de equipos de renombre y con dos dominicanos en boca de todos.
Nuestro país promete.