En el lenguaje coloquial del deporte se entiende como clásico a una colisión entre dos equipos, que tienen tradición de generar encuentros atractivos, ya sea porque comparten ciudad de origen o porque son los más fuertes en una liga.
Si el partido produce mucha expectativa y esta se extiende a lo largo del tiempo siempre que se repita el duelo entonces este adquiere el calificativo de clásico.
Pero para entender por qué se aborda el tema habría que explicar lo que ocurre en la cima del circuito de nuestra liga local.
El Atlético Pantoja hasta este fin de semana se ubicaba hegemónicamente en la cima de la tabla, justo detrás se encontraba el Cibao FC.
Pantoja le llevaba una ventaja de tres puntos en las posiciones del torneo al Cibao pero con un partido jugado más que el Cibao, a lo que se sobreentiende que con una victoria, que vale tres tantos, ambos empatarían, al menos en puntos, en la cima de la tabla.
Como podrán imaginarse, ningún equipo quiere perder bajo circunstancia alguna pero mucho menos en una situación como esta y precisamente este escenario fue el que produjo una batalla campal en la que Cibao FC resultó victorioso.
Lo más llamativo del juego es que fue todo lo que uno espera de un partido de fútbol: intenso, táctico y no apto para cardíacos, con bastante gol.
Los dos equipos anotaron tantos en el primer tiempo, pero fue un gol heroico de Danco García, quien milita en el Cibao FC, en el minuto 77 y utilizando todos los recursos que pudo (tirarse de cabeza o palomita) para que en los 13 minutos restantes de juego regular el Cibao FC se encaminara en dirección a una victoria que le otorga la misma cantidad de puntos que el Atlético Pantoja, pero este queda con un juego más.
Hace unas semanas escribí acerca del compromiso que deben tener los equipos y jugadores con el triunfo para así crear fervor en la fanaticada a través de hazañas y es como si Dios me hubiese contestado. El Cibao FC nos regaló táctica, y heroísmo ante un formidable Pantoja, todo un deleite.