Scottie Pippen, lugarteniente del legendario Michael Jordan dentro del reinado de los Bulls de Chicago en los 90’, siempre sale con algún tema controversial.
Pippen hace rato que es figura atractiva para importantes programas de radio y televisión en una era en la que las redes sociales se encargan de catapultar a ambos medios electrónicos para llegar donde no pueden.
Esta vez, el miembro del Salón de la Fama y seis veces campeón de la NBA lanzó una versión con la que realmente estoy de acuerdo en su fondo, mas no en su forma.
Pippen considera que los Golden State Warriors no son una dinastía en la liga estadounidense. Él basa su argumento en que los Warriors, tras ganar su primer campeonato, salieron al mercado a buscar al que “probablemente” es el mejor jugador, en alusión a la contratación del delantero Kevin Durant. Según Pippen, los equipos dueños de dinastías no hacen eso. Hacen cosas especiales con el talento que ya existe y el hecho de contratar a Durant fue un movimiento inadecuado para una franquicia que se considere una dinastía.
Pippen, al parecer, olvidó o simplemente minimizó la línea de tiempo, pues la contratación de Durant se dio tras la derrota de Golden State en las finales de la campaña 2015-16, una temporada después de haber ganado su primer campeonato en 40 años. Aclarada esta parte, me permito señalar que realmente los Warriors todavía no pueden ser llamados una dinastía. Han conseguido dos campeonatos en tres años. El hecho de que haya una derrota de por medio es lo que realmente, considero, determina si son o no una dinastía, no el factor de haber contratado a Durant.
Interrumpieron la cadena en una temporada en la que nadie lo veía posible, especialmente después de ganar 73 encuentros, récord de la NBA. Ese concepto tiene mucho que ver con los títulos conseguidos de manera seguida y, si no, con una buena cantidad de campeonatos en un determinado lapso. No guarda relación con que un equipo se haga mejor cada año, incluso luego de coronarse. Después de todo, de eso se trata la agencia libre.
Si Golden State gana esta vez, es obvio que hay que empezar a reconsiderar la anterior postura.